Menos pisos, más caros y con cláusula covid para los estudiantes universitarios

La oferta de alquileres cae en las inmobiliarias de Pontevedra debido a los retrasos en las entregas de inmueble después del confinamiento
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photo_camera Dos jóvenes miran ofertas en una inmobilaria de Pontevedra. DAVID FREIRE

Una auténtica odisea. Si encontrar piso ya era antes de por sí complicado para los cientos de estudiantes universitarios que, como cada año, se embarcaban en un nuevo curso académico, ahora, con la incidencia de la pandemia, las dificultades se incrementan y agudizan al ritmo de los rebrotes y ante la incertidumbre de un nuevo confinamiento. El precio, la escasez en la oferta, la localización y el estado de las viviendas son los mayores problemas a los que se enfrentan los jóvenes en esta complicada tarea.

"Casi no hay viviendas de alquiler para estudiantes. Tan sólo hemos arrendado tres pisos en el mes de junio y, en estos momentos, quedan únicamente dos inmuebles disponibles en la agencia", declaró Juan Ameijeiras de la inmobiliaria Merca Service Pontevedra. Y es que los pisos de alquiler para estudiantes escasean en la Boa Vila, y desde las agencias inmobiliarias confirman la incapacidad para hacer frente a la demanda. "El confinamiento retrasó considerablemente la entrega de los pisos y estamos a la espera de que se liberen más inmuebles", afirmó la responsable de Pontehabitat, Mercedes Aldámiz. Por otro lado, "la demanda se mantiene al alza", explicó Aldámiz, y se espera que se incremente en los próximos días debido al aplazamiento de la selectividad y la entrada en el mercado inmobiliario de los nuevos alumnos del primer curso.

Los continuos rebrotes y el aumento en la cifra de contagios por coronavirus también condiciona al sector. "Aunque en Pontevedra la propagación del virus está contenida es cierto que crece la incertidumbre sobre un nuevo confinamiento y esto demora el cierre de contratos", explicó Juan. Muchos estudiantes se interesan sobre posibles "cláusulas anti-covid", pero lo cierto es que no se han inluido en los contratos. Los propios dueños de las viviendas son los que llegarían a acuerdos con sus inquilinos en el caso de que volvieran las clases telemáticas o se decretara un nuevo confinamiento, aclaró Mercedes. Entre las soluciones que los caseros barajan se encuentran: la suspensión del arrendamiento antes de la finalización completa de los contratos o la abstención en los pagos durante los meses en los que el inmueble permanezca vacío.

La baja oferta aumenta los precios de los alquileres en la provincia, que ascienden en un 2,5% con respecto al pasado mes de junio

PRECIOS. La escasa demanda provocó, además, una ligera subida en el nivel de precios. Según los últimos datos de la Xunta, referidos a junio, la renta media se encareció un 2,5% (471,2 euros) con respecto a 2019 en Pontevedra. Sin embargo, son cifras que todavía no se han constatado en las inmobiliarias. Desde Media Service afirman que "de momento, los precios permanecen inalterables con respecto al año pasado" y en Pontehabitat confirman esta disposición. "Los precios no han cambiado, los pisos más económicos rondan entre los 540 y los 600 euros".

En cuanto a las preferencias, la cercanía al campus, la equipación y el buen estado del edificio, siguen siendo los factores que más valoran los universitarios a la hora de decantarse por un inmueble.

"Hay cuentas de Instagram que promocionan habitaciones y facilitan mucho la búsqueda"

Luis Brea BuenaLuis Brea lleva tres años viviendo de alquiler en Pontevedra. Estudia Fisioterapia en la Universidad de Vigo y este año compartirá piso con tres compañeros en la zona de la plaza de Abastos. "Encontré piso gracias a una compañera que conocía y que, después de la marcha de uno de sus compañeros, buscaba inquilino para una habitación libre a través de las redes sociales".

Luis considera que la promoción en redes y, sobre todo, en Instagram, facilita mucho a los estudiantes la tarea de buscar vivienda. "Existen cuentas de Instagram, creadas por alumnos de las universidades gallegas, que promocionan habitaciones libres para poner en contacto a interesados y demandantes", explicó. 

En cuanto al estado de los inmuebles en la Boa Vila confesó que el cambio de domicilio de este año "fue motivado por la necesidad de encontrar un inmueble en mejores condiciones", ya que su anterior piso "aunque era grande y céntrico, estaba bastante viejo y en invierno era muy frío, además
de que carecía de la equipación y el amueblado más básico". 

Luis comenzó a buscar vivienda en junio, para evitar confluir con los estudiantes que, tras la Abau, comienzan a visitar inmobiliarias para dar inicio a su primer curso universitario. Consiguió un piso "bastante económico" por el que paga 145 euros al mes y entre 30 o 40 euros por gastos de luz y agua. "Salvo que elijas un piso muy bueno, reformado, grande y céntrico, el gasto total de la vivienda al mes no sobrepasa los 200 euros".

"La posibilidad de otro confinamiento me causó dudas antes de alquilar"

Iría López buenaIría López es de Villagarcía y vivirá este curso su segundo año de alquiler en Pontevedra. Es estudiante universitaria en la Facultad de Ciencias de la Educación y para el mes de septiembre compartirá piso con otras dos compañeras en la calle Benito Corbal.

"El año pasado en el mes de julio apenas quedaban pisos disponibles. Este año nos adelantamos a junio y, nada más acabar el confinamiento, nos pusimos en contacto con las inmobiliarias. Sin embargo, volvimos a encontrar muy poca oferta. El problema, esta vez, eran los pocos inmuebles que se habían entregado. El confinamiento retrasó la salida de los inquilinos del curso anterior" , explicó Iría. 

La residencia Afundación completa plazas
La residencia universitaria Afundación de Pontevedra ya no dispone de plazas libres para el próximo curso 2020-2021. Las reservas se completaron el pasado mes de junio y ahora los estudiantes aguardan en lista de espera la liberación de alguna posible habitación. 

Los costes permanecen invariables. Se abonarán 300 euros de fianza y, a partir de ahí, los precios de las estancias oscilarán desde los 490 a los 730 euros al mes. 

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