El Mercado de Abastos de Pontevedra amplía las medidas de prevención con motivo de la alerta sanitaria por el coronavirus. El Concello ha decidido limitar a 60 personas el aforo máximo en la instalación municipal para reducir riesgos tanto para los trabajadores como para los usuarios. Un vigilante se asegurará de que la afluencia de público sea la marcada en esta situación de carácter extraordinaria.
La instrucción, que cuenta con el visto bueno de la Concellería de Promoción Económica, que dirige Yoya Blanco, incluye una serie de obligaciones que también deben cumplir los vendedores. Entre ellas figura la obligación de guardar una distancia de seguridad mínima con los clientes de al menos dos metros.
Los placeros también tendrán que utilizar guantes en el desarrollo de su actividad. Esta norma la aplican a rajatabla los concesionarios. Muchos de ellos usan también mascarillas, que no están recogidas dentro de las recomendaciones municipales.
Todas estas medidas figuran además por escrito en los carteles que el Concello ha colocado en el Mercado. En ellos se recuerda a los usuarios y a los vendedores de la necesidad de cumplir con este reglamento de seguridad e higiene para que no se produzca ningún foco de contagio.
Fuentes de la Concellería de Promoción Económica aseguran a este periódico que las instrucciones sanitarias del Mercado cuentan con el visto bueno de la Xunta. Un inspector autonómico comprobó este martes in situ las medidas preventivas de la Plaza.
PRECIOS MÁS BAJOS. Las medidas de confinamiento han reducido la clientela en el Mercado, al que acude poca gente joven, según los vendedores.
El sector reivindica que sus productos son frescos y que su precio ha bajado.
VACANTES. El Mercado cuenta en la actualidad con 225 de los 287 puestos ocupados. Los 62 vacantes se cubrirán a través de un concurso público. El departamento que dirige Yoya Blanco inició los trámites a principios de este año para tratar de ocupar las 55 bancadas y las siete casetas que ahora no tienen concesionario.
A pesar de la crisis del Covid-19, este proceso no se encuentra paralizado, aunque podría sufrir algún retraso. La intención inicial era que el papeleo estuviera listo antes del verano.
Una vez que se complete este concurso, el siguiente paso será cubrir las vacantes del gastroespacio, situado en la primera planta del edificio municipal, diseñado por el arquitecto pontevedrés César Portela.
En la parte de arriba de la instalación hay 42 casetas. De ellas, 21 fueron adjudicadas a doce emprendedores, que ofertan distintos tipos de productos gastronómicos cuyos negocios se han visto afectados por el estado de alarma. La intención del Concello es destinar otras dos a la cocina del CIFP Carlos Oroza; tres a los talleres de la ludoteca infantil O Ganapán; dos a consignas y las restantes, 14 en total, se sacarán a concurso.
