Dos meses de prisión por abofetear a su hijo de diez años porque no se quería duchar

La madre alegó que estaba amparada por el derecho de corrección, pero la Audiencia estima que ninguna desobediencia justifica una agresión

José Juan Barreiro, presidente del tribunal de la Sección Segunda. GONZALO GARCÍA
photo_camera José Juan Barreiro, presidente del tribunal de la Sección Segunda. GONZALO GARCÍA

La Audiencia de Pontevedra ha vuelto a dictar una sentencia que, cuando menos, dará mucho de qué hablar por lo controvertido de su contenido, pues si bien tiene una fundamentación jurídica irreprochable, no faltará quien la tache de excesivamente dura.

El fallo mantiene la condena para una madre pontevedresa a la que el pasado verano le habían impuesto dos meses de prisión por darle dos bofetadas a su hijo, después de que éste se negase a entrar en la ducha, tal y como le ordenó ella en reiteradas ocasiones.

Concretamente, la discusión doméstica se produjo en la noche del 20 de mayo de 2018. La mujer le pidió a su hijo de 10 años que se duchase, a lo que este se negó. Se entabló entonces una riña verbal que la madre terminó dándole dos bofetadas al menor, acción que le causó dos rojeces en ambas mejillas.

A pesar de la superficialidad de las lesiones, fue asistido en una única asistencia facultativa que ni siquiera precisó de tratamiento médico.

Sin embargo, el caso acabó en los tribunales y semanas después, la mujer fue condenada por el Juzgado de lo Penal número 4 a dos meses de prisión, que se sustituyeron por dos meses de trabajos en beneficio de la comunidad y a la prohibición de portar armas durante seis meses.

ALEJAMIENTO DE SU HIJO. Al mismo tiempo, el fallo establecía una orden de alejamiento de su propio hijo de 200 metros -lo que incluía el domicilio familiar- durante un periodo de medio año.

La defensa de la mujer recurrió la sentencia, alegando que las bofetadas estaban amparadas por su derecho de corrección, un argumento que ya había sido rechazado en primera instancia.

Sin embargo, los magistrados de la Sección Segunda se aferran a la jurisprudencia más reciente para recordar que ese derecho solo es aplicable si el autor de las lesiones estuviese legimitado a usar la violencia para obligar a cumplir un deber, "premisa que falta en este caso".

En esa resolución judicial se especifica que "la facultad que asiste a los padres para poder corregir a sus hijos, en cualquier caso queda integrada dentro del conjunto de derechos y obligaciones que surgen de la patria potestad, y solo puede concebirse orientada al beneficio de los hijos y encaminada a lograr su formación integral. Tiene como límite infranqueable la integridad física y moral de éstos. La reprensión ante una eventual desobediencia de la menor nunca puede justificar el uso de la violencia que el acusado ejerció, ni admite, bajo ninguna óptica, considerar esa actuación orientada a su beneficio".

El fallo de la Audiencia apunta que cuando ocurrieron los hechos ya no estaba vigente ese pretendido derecho corrector y le reprocha a la madre que utilizase vías (abofeterar a su hijo) "que a todo o mundo lle consta que están prohibidas, pois a súa ilicitude é notoriamente evidente".

mantiene el maltrato. En su alegación, la condenada también cuestionaba que se le hubiese aplicado la agravante de haber abofeteado a su hijo en presencia de menores, lo que endureció la pena prevista para un delito de maltrato en el ámbito de la violencia doméstica .

La Audiencia rebate este apartado y le recuerda que esa agravante se aplicó porque la acción se produjo en el domicilio común de madre e hijo "polo que a aplicación do subtipo agravado resulta inevitable". La mujer dispone de cinco días para presentar un recurso de casación.

Precedentes de condenas por...
...agredir a su madre por no plancharle un pantalón
El chico llegó a casa de madrugada para coger algo de ropa y se encendió porque su madre no le había planchado un pantalón. La discusión llegó a los insultos, luego a la rotura de objetos y después a la violencia. Ocurrió en Granada en 2016 y el agresor fue internado un año en un correccional.

...pegar a su hijo por mearse en la cama
Lérida, 2016. Las heridas fueron descubiertas por los profesores del colegio. Aunque el pequeño dijo que se había caído, finalmente admitió que le había golpeado su padre por "hacer pipí en cama". El agresor, que estaba separado de la madre, fue condenado a 56 días de trabajos comunitarios y prohibición de acercarse al niño durante un año.

...atar a su hija para que no se escapara por las noches
Una mujer de Castellón admitió en 2017 que en un arrebato decidió atar a su hija de 15 años con una cadena a la reja de una ventana para corregir su actitud rebelde: no iba a clase, hurtaba y salía de noche sin permiso. La condena fue de un año y medio de prisión.

...consentir las continuas faltas de su hija al colegio
Ocurrió en Córdoba. La madre de una adolescente de 16 años dijo que sabía que su hija había faltado a clase casi todo el curso 2006/07 y parte del siguiente, y que pese a ello no adoptó ninguna medida correctora. Fue condenada a 90 días de prisión por abandono de menores.

...quitarle el móvil a su hijo para que estudiase
Fue una sentencia muy mediática. Un joven de 15 años denunció a su madre por forcejar con él y quitarle el móvil para que estudiase. La mujer fue inicialmente condenada, pero después resultó absuelta.