Los efectos colaterales del covid-19 no se han hecho esperar en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, una de las enfermedades más importantes del siglo XXI que, pese a la irrupción del coronavirus, sigue estando en primera línea, mordisqueando vidas sin paliativos.
El miedo al contagio está disuadiendo a muchos pacientes con síntomas o sospechas de acudir a su médico de cabecera y, al mismo tiempo, algunos de los que sí recurren a Primaria se ven abocados a superar un proceso más largo hasta llegar al diagnóstico debido a las restricciones en las consultas presenciales. ¿Consecuencias? Varias, pero una de las más importantes es que las posibilidades de un tratamiento precoz se reducen notablemente, con todo lo que ello significa.
El cáncer de mama, cuyo día internacional se conmemoró este lunes, es uno de los tumores en los que se está notando el impacto de la pandemia. La Asociación de Personas Diagnosticadas de Cáncer de Mama, Adicam, asegura que a nivel de tratamientos oncológicos la situación "se ha normalizado", pero incide en que algunos profesionales sanitarios están advirtiendo "retrasos en el diagnóstico" que mayoritariamente se originan en Primaria; en algunos casos porque "las mujeres no se acercan a los centros de salud por miedo" y en otros "porque ahora es más difícil conseguir cita".
La situación empuja a la asociación a demandar "más refuerzos" para la medicina de familia pues subraya que, si ese primer diagnóstico se aplaza, "la paciente no llega al servicio de Oncología ni a las vías rápidas, que son realmente efectivas", precisa la trabajadora social de la entidad, María Martínez Piñeiro. La reivindicación coincide de plano con la que exponen los propios médicos de cabecera, que aseguran estar desbordados por las tareas extra que afrontan por la pandemia, como la supervisión de positivos, la tramitación de bajas y una agenda que, pese a ser en su mayoría de consultas telefónicas, está llegando a topes de 70 citas por día.
A nivel hospitalario, Adicam asegura que los hospitales de Pontevedra y las unidades de mama "están trabajando con normalidad" y que las cirugías "están yendo a un ritmo normal". Una versión que coincide con la de responsables del servicio de Oncología del Chup, que aseguran que los casos que fueron abordados de modo tardío se debieron a "disfunciones en Primaria".
MÁS INFORMACIÓN. Para paliar la reticencia a acudir al centro de salud Adicam aboga por combatir el miedo con información, mediante una campaña en la que emplaza a mujeres a recurrir a su facultativo de referencia tan pronto perciben alguna de las anomalías que pueden estar alertando sobre la presencia de un tumor: un bulto en la mama o axila, hinchazón, hundimientos, enrojecimiento en la zona del pezón, secreciones que no sean leche, dolor... "Les animamos a que consulten y a que se sigan autoexplorando, porque es una pandemia que parece que se va a alargar muchos meses y que pueden ser cruciales a la hora del diagnóstico y el tratamiento".
La asociación celebró este lunes varias mesas informativas, una de ellas en el Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez, donde pacientes y trabajadores colaboraron adquiriendo lazos y artículos promocionales, cuyos ingresos se destinarán a la lucha contra esta enfermedad. Por su parte, la Asociación Española Contra el Cáncer conmemoró la efeméride con mesas informativas en A Peregrina. La campaña de este año se titula Saca Pecho y pretende "apoyar a todas los diagnosticadas" y "rendir homenaje a las personas que iniciaron un movimiento social en los 70 para conseguir que se investigara más el cáncer de mama y reducir la mortalidad".
El 90% se cura si es precoz
El diagnóstico precoz aumenta hasta el 90% las posibilidades de curación, porcentaje que sobrepasa el 95% cuando el tumor se detecta antes de que sea invasivo. Entre 2012 y 2019 la enfermedad sufrió un incremento del 7,5% y la previsión es que una de cada ocho mujeres padecerá este cáncer a lo largo de su vida.
Más muertes que la covid
Hasta la fecha Galicia lleva notificadas 822 muertes vinculadas a la covid-19, apenas un 9% de las casi 9.000 que se registraron en 2019 por algún tumor en la comunidad gallega.
