Un millar de personas participan en la primera jornada de puertas abiertas de Santa Clara

El Concello abre la puerta a repetir la iniciativa ante la "avidez" ciudadana por el cenobio. "Es algo extraordinario", afirma uno de los visitantes

Un grupo de personas, este sábado durante la visita. GONZALO GARCÍA
photo_camera Un grupo de personas, este sábado durante la visita. GONZALO GARCÍA

"Santa Clara es algo extraordinario". Lo destaca Miguel Ángel Álvarez, una de las mil personas que este sábado participaron en la primera de las dos jornadas de puertas abiertas que el Concello ha organizado este fin de semana para dar a conocer una parte de la amplia historia del convento tras las excavaciones arqueológicas realizadas este verano.

Vecino de Ourense, Miguel visitó el cenobio en compañía de su mujer, María Jesús. El recorrido, guiado por expertos, duró casi una hora, algo más de lo previsto por la organización debido al gran interés suscitado por parte de los asistentes, que no paraban de preguntar a los técnicos por los secretos de esta joya patrimonial.

Pilar Blanco y su marido, ambos de Pontevedra, también se quedaron boquiabiertos durante la visita guiada, que empezó en la vieja iglesia con la proyección de un vídeo sobre el conjunto monacal y que continuó con un recorrido por ocho puntos del recinto, algunos nunca abiertos hasta ahora.

Once arqueólogos, una antropóloga física, una restauradora y un historiador del arte, coordinados por Israel Picón Platas, pusieron voz a los 750 años del convento durante la jornada, que empezó a las 10.00 horas y que generó importantes colas hasta pasadas las 17.30 horas, cuando se cerraron las puertas.

Colas a las puertas de Santa Clara a primera hora de la mañana, antes de la reapertura del viejo convento. GONZALO GARCÍA
Colas a las puertas de Santa Clara a primera hora de la mañana, antes de la reapertura del viejo convento. GONZALO GARCÍA

El interés por entrar en Santa Clara fue total. De hecho, el Concello abre la puerta a nuevas visitas guiadas ante la "avidez" ciudadana por este bien. El público no solo llegó de Pontevedra y su comarca, sino también de otros puntos de Galicia. "Santa Clara segue despertando un interés colectivo impresionante", aseguró el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, que al mediodía se acercó hasta el convento para comprobar cómo iban las visitas.

"Nosotros vinimos la primera vez para ver los jardines y ahora queríamos saber algo más de la historia de Santa Clara", explica Pilar, que se muestra fascinada con los hallazgos y los secretos que esconden los muros del conjunto.

Por estancias

La primera parada del itinerario permitió ver distintos pabellones del cenobio, entre ellos los más cercanos a la Porta de Carros. También espacios como la bodega y el enorme lagar. "O viño na Idade Media era moi importante. Moito máis que a carne", aseguró Victoriano Nodar, profesor de Historia da Arte en la Universidade de Vigo, que explicó la importancia de los viñedos en la vida cotidiana de las clarisas.

El arqueólogo Roberto Aboal y la antropóloga física Clara Veiga se centraron en los enterramientos de la zona Norte del Claustro, que podrían datar de los siglos XV y XVI. Los esqueletos hallados en este ámbito han permitido arrojar luz sobre las religiosas, que vivían en régimen de clausura y con voto de pobreza. "Un estudo inicial dos ósos indica que as monxas pasaban moito tempo axeonlladas ou en crequenas. Non tiñan case caries e non presentaban signos de enfermidades, aínda que tiñan reuma", expuso Aboal.

Clara Veiga, que también es arqueóloga, contó a los presentes que de los 16 esqueletos hallados en el claustro, dos eran de niños o niñas de entre siete y diez años. "As novicias podían entrar a partir dos sete anos", señaló la experta al ser preguntada por esta cuestión. "Santa Clara tamén funcionou como un hospicio", reveló.

El recorrido de los asistentes, divididos en grupos de unas 30 personas, salió del claustro para encontrarse con una estancia llena de piedras cubierta ahora por una especie de uralita de plástico. Aquella era la zona que se había utilizado como orfanato. "O orfanato pasou a mans do Concello durante a desamortización", explicó el arqueólogo Luis Cordeiro, que también indicó que en una de las excavaciones exteriores se hallaron canalizaciones del antiguo sistema hidráulico. "En Santa Clara había dous muíños que daban servizo ao convento", desveló.

La arqueóloga Verónica Silva enseñó a los asistentes que el cementerio se situó en el exterior en 1899 para hacer frente "ás fortes pestes de cólera" y Tatiana Duro, también arqueóloga, se detuvo en el crecimiento del convento y su importante reforma del siglo XVI.

La restauradora Aldara Rico mostró el antiguo comedor, que formaba parte del claustro original del siglo XV, y parte de las cermámicas encontradas en el cenobio. "No vello refectorio hai capas de encalado con restos de pinturas que se van intentar recuperar para que queden á vista", dijo. Las paredes decoradas, "do período hispano-flamenco" de finales del XV y principios del siglo XVI, presentan motivos geométricos, vegetales y animales, como un pájaro. Las vigas que ahora dividen esta estancia, que nunca se había abierto al público, se instalaron en 1949 por seguridad.

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