Agustín Fernández, primer teniente de alcalde de Pontevedra

"Hay mimbres para crear un gran pacto local por el deporte"

Seis meses después de recuperar el bipartito con el BNG , el líder socialista está satisfecho con el trabajo realizado pero vaticina que lo mejor está por venir en los tres años y medio que aún restan de mandato. Pone plazos al gran complejo de A Parda, esboza una alianza entre partidos para estabilizar el deporte local y repasa los ‘deberes’ a Pedro Sánchez
Tino Fernández. DAVID FREIRE
photo_camera Tino Fernández. DAVID FREIRE

Este sábado cumple 30 años como militante socialista, aunque su activismo comenzó un año antes como sindicalista de la UGT y, curiosamente, en una huelga general contra el Gobierno de Felipe González. Actualmente, Tino Fernández (Pontevedra, 1961) es el líder del PSOE municipal y el segundo al mando del Concello.

En una entrevista en este periódico del pasado mes de junio usted comentó que el pacto con el Bloque era "razonable y equilibrado". ¿Lo mantiene?

Sí, sin duda. Es un acuerdo que favorece a los pontevedreses, porque da estabilidad al Gobierno, da una mayoría que permite sacar adelante los temas y da agilidad a la tramitación. Y se está viendo que mejora el Gobierno de los cuatro años anteriores.

¿Se pueden dar, entonces, por enterradas las tensas fricciones surgidas en 2015?

Las personas vamos evolucionando y aprendiendo de nuestros errores. La situación política tampoco es la misma y la tensión que se generó entonces ya no se está viviendo. Además, las relaciones personales son muy buenas y eso permite ver el futuro con tranquilidad. Como ejemplo le diré que en estos seis meses de mandato, solo hemos tenido una reunión de la comisión de control del pacto.

Fuimos críticos con la gestión del BNG de los residuos, porque hacía falta un plan global que ahora sí se está haciendo

¿Es real esa buena sintonía que se vende cara al exterior o entre pasillos la cosa cambia?

A nivel personal, hay muy buena relación entre todos los concejales. Eso no quiere decir que no haya diferencias, pero absolutamente salvables, porque tenemos una visión de la ciudad muy similar.

Hablando de diferencias, el PSOE fue muy crítico con el BNG por la ausencia del plan de transporte. ¿Ha cambiado su visión?

Hemos visto con agrado, aunque se podría hacer mejor, que se está llegando a acuerdos con la Xunta, que era lo que siempre reclamamos. Es cierto que se podía ser más ambicioso, pero lo importante es que haya un plan de transporte y luego ya se verá cómo mejorarlo en el futuro. Porque esta ciudad no puede permitirse por más tiempo no disponer de esa herramienta.

Otra patata caliente está en el compostaje. Ustedes reprocharon en varias ocasiones la gestión que realizó el BNG y la paralización de la planta de A Canicouva. ¿Se ve igual ahora desde dentro?

No criticamos el compostaje sino la gestión que se estaba haciendo. Reciclar, reutilizar y reducir es fundamental para todas las ciudades. Entendemos que hay una parte del residuo que se puede compostar pero hay otra muy importante que no se puede compostar. Pontevedra produce unas 80 toneladas de basura cada día, 25.000 al año. Y muchas de ellas no se podrán compostar, por eso lo que pedíamos era que el compostaje fuese parte de un plan que nos permitiese actuar sobre todos los residuos. Eso es lo que se está haciendo ahora, y el pliego de condiciones para el nuevo contrato de basuras contempla la gestión global de todos los residuos. Y ahí sí nos sentimos cómodos.

¿Qué balance realiza de estos meses en las parcelas que le tocan? ¿Se ha llevado alguna sorpresa?

No, porque cuando éramos oposición ya veníamos haciendo un seguimiento. Creo que es pronto para hacer un balance y solo podemos manifestar que estamos razonablemente satisfechos de cómo van las cosas. Estamos haciendo mucho en muy poco tiempo y eso se visibiliza. Concretamente, en las áreas que me tocan gestionar a mí, estamos avanzando en recuperar la confianza de los clubes deportivos de la ciudad, que llevaban unos años sin cobrar las subvenciones y su situación era precaria. También hemos establecido las bases para que el año 2020 se centre más en la actividad física entre todos los ciudadanos y la mejora de su salud.

Hemos recuperado la confianza de los clubes  deportivos, que llevaban años sin cobrar las subvenciones municipales

¿En qué estado se encuentra el anunciado cambio en la gestión de instalaciones deportivas?

Estamos barajando distintas posibilidades. Las instalaciones han crecido y lo van a hacer más, con nuevos campos de hierba sintética y un futuro pabellón, y eso obliga a mejorar la gestión, porque con el actual equipo no vamos a dar abasto. Estamos explorando diversas vías y su coste, que pueden ir desde un contrato de prestación de servicios hasta una gestión interesada por parte de entidades sin ánimo de lucro, o incluso la propia gestión directa del Concello. Cuando tengamos ese análisis, lo comentaremos con los clubes y con los demás partidos políticos del Concello, oposición incluida, porque entendemos que ese modelo debe ser duradero y lo idóneo es que todos estemos integrados en una misma posición. No es una fase fácil, porque el deporte en la ciudad de Pontevedra abarca 70 clubes de distintas disciplinas, y cada día hay más.

¿Ve factible que cristalice ese gran pacto local por el deporte o es una quimera?

Creo que sí. La actual ordenanza fiscal es de 1989, pero ahora está moribunda y hay que renovarla. Los que estamos implicados en el mundo del deporte vemos la política deportiva de forma diferente, pensando más en los clubes que en el rédito político. Y eso permite llegar a acuerdos con más facilidad. He mantenido reuniones informales con responsables de otras fuerzas políticas y los veo predispuestos a ese gran pacto. Luego, obviamente, hay que plasmarlo.

¿Hay mimbres, entonces?

Creo que sí, sinceramente. Igual peco de optimista, porque luego entran cuestiones de estrategia política, pero siendo rigurosos y sensatos, y contando con la presión de los propios clubes para que se quite el deporte de la pelea política, considero que ese es el camino y ahí tenemos muchas posibilidades de encontrarnos.

Una vez superado el culebrón de las piscinas de Campolongo, el gran proyecto de este mandato es el complejo deportivo de A Parda. ¿En qué fase se encuentra y qué plazos maneja?

Hay muchos proyectos deportivos que tal vez no son tan llamativos como A Parda, pero están ahí. Me refiero a un campo de fútbol de hierba sintética en Salcedo, estamos haciendo ya el de Ponte Sampaio... Pero es cierto que el más mediático es utilizar la parcela del centro lúdico para construir un nuevo pabellón, con un aforo para unas 3.200 personas y un módulo de gimnasia, que es una deuda enorme que tenemos con los clubes de la ciudad. Y una zona verde importante en el entorno.

Es un proyecto caro, que necesita de la implicación de todas las administraciones (la Xunta ya se ha comprometido y esperemos que la Deputación también lo haga) y confiamos en que a finales del mandato sea una realidad. Porque, además, es una necesidad, porque aparte del Pabellón dos Deportes no tenemos en la ciudad otra instalación con una capacidad suficiente para organizar eventos de cierto nivel. Por tanto, es la obra más importante, desde el punto de vista deportivo, que podemos llegar a hacer.

¿Está totalmente descartada la construcción de las piscinas?

Sí, totalmente.

El PSOE también gestiona otras parcelas. ¿Cómo ve el trabajo de sus compañeros?

Estoy muy satisfecho, porque Iván, que ya tenía experiencia política, está haciendo un trabajo impresionante en su parcela de ‘desenvolvemento sostible’ y tanto Paloma como Yoya, que está aterrizando, demuestran que las cosas se pueden hacer de otra manera.

¿Dónde está el presupuesto de 2020: en la mesa o en el horno?

Va bien. Hemos desbrozado lo más complicado, que es el gasto corriente, y está absolutamente encarrilado. Este mes lo tendremos cerrado.

Una de las demandas para Pedro Sánchez son trenes económicos ‘de cercanías’ que unan Vigo, Pontevedra y Vilagarcía

En aquella entrevista de junio usted destacó que una de las grandes aportaciones del PSOE local al bipartito era tener hilo directo con el Gobierno de Madrid. ¿Qué deberes le pondrá a Pedro Sánchez?

Bueno, primero tiene que haber Gobierno. Nosotros pensamos que ya lo íbamos a tener en septiembre y podríamos comentar cosas en Madrid, pero estamos en diciembre y seguimos igual, lo cual es complicado. En cuanto Pedro Sánchez sea presidente hay temas a tratar, sobre todo los relacionados con el dominio público marítimoterrestre, como la parcela situada frente al Pabellón dos Deportes y la de Mollabao. También queremos que se agilicen actuaciones como el Nudo de Bomberos (que lleva muerto de risa desde hace muchos años) y otros que sin ser exclusivamente locales, sí pueden influir mucho en la ciudad, como la A-57 o la puesta en marcha del AVE.

Sin olvidarnos de conseguir entre todas las administraciones un sistema ‘de cercanías’, es decir, trenes económicos entre Vilagarcía, Pontevedra y Vigo, de manera que pudiéramos establecer sinergias entre estas ciudades y a un precio razonable. Al mismo tiempo nos gustaría crear una ‘vía verde’ entre Vigo y la capital a través de la línea ferroviaria en desuso, el saneamiento de la ría... Hay muchas cuestiones relacionadas con el medio ambiente que queremos poner sobre la mesa.

También tendrá que hablar de Ence. En junio usted aseguró que el PSOE aportaría al bipartito diálogo sobre el futuro del complejo. ¿Qué pasos se han dado?

De momento ninguno, porque estamos pendientes de una resolución judicial y de que en Madrid haya un Gobierno estable, porque el actual está en funciones y su capacidad de decisión es muy limitada. Nuestra idea es ver qué pasa en los tribunales y después abrir una mesa de diálogo en la que nos gustaría encontrar a todos, con rigor y cortesía, porque todo el mundo sabe que es necesario hablar y que con la confrontación no se va a llegar a ningún lado. Hay que buscar alternativas, sean para 2020 o 2030, y todo el mundo sabe que pasan porque Ence salga de ahí, que se recuperen los terrenos y que se garanticen los actuales puestos de trabajo.

Los trabajadores le señalan directamente a usted...

Sé que tienen un concepto de mí bastante malo, pero les puedo asegurar que soy uno de los máximos defensores de su situación futura sea, por lo menos, tan buena como la de ahora. Pero eso pasa por negociar, no por confrontar.

Los trabajadores de Ence tienen un mal concepto de mí, pero deseo que su futuro sea, al menos, tan bueno como ahora

¿Culpa a la empresa de no querer avanzar en ese diálogo?

Claro, porque desde 1988 se sabe que Ence tenía que irse de ahí en 2018. La empresa tuvo opciones de mover ficha, compró Ence por un precio miserable y sabe que hay alternativas, porque de hecho siempre habla de llevársela a otra ubicación, con lo cual, está reconociendo que el traslado sí es posible. Y lo que le pedimos nosotros es que la reubique en la comarca o en la provincia. Lo que está claro es que no se la puede llevar para Burgos, Zamora o Marruecos, porque el eucalipto está aquí. Entendemos que la empresa está para ganar dinero, pero también queremos que respete la idea mayoritaria de los pontevedreses.

¿Es más de Papa Noel o de Reyes?

Soy más de Reyes.

Hágales una petición de cara al año que viene...

En lo personal, salud y tranquilidad. En lo político, que las cosas vayan como están yendo y que podamos ejecutar el Presupuesto de 2020 al cien por cien. Me conformaría incluso con llegar al 90%, porque hay muchos proyectos que se quedan sin ejecutar no por voluntad política, sino por farragosos trámites administrativos.

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