Nueve años sin Sonia Iglesias: "Esa mirada sin arrepentimiento nos da la fortaleza necesaria para seguir luchando"

Centenares de personas arropan a los allegados de Sonia Iglesias en la manifestación que la recuerda cada agosto. La familia, que continúa con fuerza y esperanza, afirma que "el culpable" antes o después "recibirá su castigo"
Los asistentes a la manifestación, en la plaza de A Ferrería, tras la emotiva lectura del manifiesto. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Los asistentes a la manifestación, en la plaza de A Ferrería, tras la emotiva lectura del manifiesto. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

"Nadie está preparado para la desaparición de una hermana, de una hija, de una madre, de una amiga..., pero tampoco para mirar a los ojos" a la persona que presuntamente tuvo algo que ver con los hechos "y contemplar en ellos ese sentimiento de victoria, de falta de arrepentimiento, de convencimiento de que se saldrá con la suya sin castigo".

Mari Carmen Iglesias, hermana de la joven desaparecida en Pontevedra hace ya nueve años, leyó anoche el manifiesto que dio inicio a la posterior manifestación por las calles de la ciudad, en la que participaron centenares de personas —quizás más que en los últimas ediciones— que quisieron arropar a la familia de Sonia "después de nueve duros y largos años".

El hecho de no saber qué fue de ella ni que la Justicia pusiera nombre y cara a la persona culpable de su desaparición continúa minando a los Iglesias. Sin embargo, afirmaron en el manifiesto, es "precisamente esa mirada" la que les da "la fortaleza necesaria para seguir luchando, para que algún día alguien valiente hable de lo que sabe, de lo que vio, de lo que participó o encubrió".

No se rendirán a la espera de que trascienda "ese detalle, que parecía sin importancia, pero que puede ser la pieza clave para completar el puzzle, salga a la luz". Pasó casi una década desde la desaparición de la joven dependienta, aquel 18 de agosto de 2010. Después de este tiempo, afirmó Mari Carmen, "las palabras para reclamar justicia para mi hermana Sonia se me van agotando, pero no las fuerzas, la esperanza o los argumentos".

Los Iglesias esperan que "algún día alguien valiente hable de lo que sabe, de lo que vio o encubrió" y eso sea la pieza clave del puzzle

Tampoco pierden "la esperanza de encontrar su cuerpo, de saber qué le pasó y de poder ponerle rostro, nombre y apellidos a quién o quienes la arrebataron de nuestro lado", ni siquiera "las fuerzas para seguir luchando por ella, año tras año, sin desaliento y hasta el final de nuestros días".

PURGATORIO

Y eso a pesar de que en los últimos meses no se produjo ninguna novedad en la investigación. Hace justo un año Mari Carmen confiaba en que, después de abrirse el caso por segunda vez, también pudiera ocurrir en una tercera ocasión. Pero doce meses después todavía no ocurrió. En junio de 2018, siete meses después de un espectacular registro en la vivienda de la expareja de Sonia, la jueza lo sobreseyó y, aunque la Policía sigue investigando, no ha hallado nuevas pistas.

Aunque la Policía sigue investigando, no ha hallado nuevas pistas

Afirma la familia que "los argumentos para tener la certeza de que el o los responsables de su desaparición, estaban cerca, acechando, esperando el momento en la sombra, después de haber exprimido su sonrisa hasta marchitarla y creyéndose con el derecho de no compartirla con nadie". Es por eso que la hermana de la víctima lucha para que la impunidad "no sea una opción para el asesino de Sonia y de su familia, porque a nosotros también no ha matado en vida, y sigue condenándonos a un purgatorio al que no le vemos final".

Los responsables de la desaparición de la joven "nos han arrebatado la sonrisa, pero la de mi hermana Sonia seguirá empapelando la calles de Pontevedra, año tras año, para recordarles, que más tarde o más temprano, recibirán su castigo". Los familiares de la joven tienen "toda la vida por delante, la energía, la resistencia y la firmeza para esperar".

Tampoco se olvidan de agradecer a presencia de "todos los que estáis aquí, como siempre", con su "apoyo incondicional". Sin él, "nuestra batalla sería más difícil y solitaria". Por eso a la familia le reconforta saber que "Sonia tenía a su lado personas que la querían tanto y que están dispuestas a seguir dando la batalla por ella, por nosotros". La familia acostumbra a extender su agradecimiento a los medios de comunicación, "que siempre han tenido un espacio en sus páginas y en sus programas para que el caso de Sonia no caiga en el olvido, como tantos otros".

Apoyo ciudadano
La marcha, que tuvo como lema‘Nueve años sin Sonia’, partió de la plaza de A Ferrería después de sonar la canción 'Sonia te espero', compuesta por el compositor Enrique Alvite, que hizo saltar las lágrimas a más de una persona, entre ellas a los padres de la desaparecida.

Portando una pancarta con la leyenda 'Todos somos Sonia', la comitiva continuó por A Peregrina, Daniel de la Sota, Castelao, Sagasta, Joaquín Costa, Blanco Porto y regresar por Benito Corbal, para finalizar en el punto de partida. Hubo dos pequeñas paradas: una ante la comisaría de la Policía Nacional y otra en Benito Corbal, ante las puertas de Massimo Dutti, el establecimiento comercial en el que Sonia, que en el momento de su desaparición tenía 37 años y un hijo de nueve, trabajaba como dependienta.

Tanto en la concentración inicial como en el recorrido posterior no faltaron los momentos emotivos y las lágrimas, pero tampoco los aplausos de apoyo y los mensajes de acompañamiento para la familia. El rastro de Sonia Iglesias se perdió el 18 de agosto de 2010, cuando ya no acudió a su puesto de trabajo.