Desborda ilusión, optimismo y confianza ciega en sus posibilidades. El respaldo mayoritario de la militancia -y del aparato del partido- le animan más que nunca a verse como nuevo alcalde de la ciudad en mayo de 2023. Tanto es así que ya tiene la agenda repleta de deberes; todo ello bajo la premisa de "mejorar Pontevedra, porque el de Lores es un proyecto ya desgastado".
¿Qué sensaciones le deja este congreso local?
Ser refrendado por los afilliados y los cargos del partido transmite estabilidad y que el duro trabajo de estos años ha sido importante. Creo que he unido a todo el PP en torno a una idea: que juntos podemos cambiar al alcalde de Pontevedra después de 24 años.
Un desafío complejo, teniendo en cuenta el bagaje de Lores...
Los primeros años de Lores fueron buenos. Hizo un modelo de ciudad que todos abrazamos y del que yo, particularmente, disfruto junto a mi familia. Pero a Lores le están sobrando ya los últimos minutos de partido. Vemos cosas extrañas como pagar el alquiler de unos terrenos en A Canicouva sin utilizar, contratos a dedo a gente de su partido, 23 años sin licencia de primera ocupación siendo alcalde, cerrar Raíña Victoria utilizando una mentira... Hay que decir: muchas gracias, Lores, pero toca ya un cambio.
¿Tan desgastado lo ve usted?
No sé si es que ya está cansado, o no le apetece, o porque la que iba a ser su relevo natural no ha dado la talla y se ha dado cuenta de que es un ‘bluf’. Lo cierto es que en el momento en que Lores no esté, el BNG se viene abajo.
"Lores hizo un modelo de ciudad que todos abrazamos. Ahora hay que decirle: muchas gracias, pero toca ya un cambio"
¿Quiénes serán sus pesos pesados al frente del PP local?
Mi persona de máxima confianza ha sido, es y será Pepa Pardo, una magnífica secretaria general por su capacidad de trabajo y también su capacidad de criticarme cuando lo hago mal. Y es una secretaria general que manda, no como en otros momentos. Ahora, cuando Pepa dice una cosa, se hace. Junto a ella, cuatro vicesecretarios que también tienen todo mi apoyo: Pablo Fernández, Juanma Muñoz, Martín Martínez y Silvia Junco. He tenido mucha suerte con mi equipo, manteniendo lo primordial y con incorporaciones de gente joven con muchas ganas de trabajar.
Se le ve muy confiado en el éxito.
A punto de cumplir los 46 años y de llevar siete de concejal, tengo conocimiento de lo que es Pontevedra pero lo más importante: tengo ideas y proyectos para cambiar muchas cosas en esta ciudad.
En su nueva directiva aglutina a muchos miembros del grupo municipal. ¿Repetirá la lista?
Siempre habrá cambios. Los partidos deben cambiar, porque si no se estancan. Y habrá cambios significativos. Pero eso será en Navidades. Ahora bien, no puedo estar más contendo de la labor de los ocho concejales que me acompañan actualmente.
¿Qué carencias detecta en la ciudad y cuál es su plan de choque?
Pontevedra debe tener una ciudad deportiva para los jóvenes, tiene que abrirse a la ría, hay que mejorar el casco histórico, los barrios, el rural... Pero el gran problema es la falta de empleo, sobre todo entre jóvenes y mujeres, estando entre los peores registros de Galicia. Eso hay que cambiarlo.
"Exigiré a todas las administraciones, sean del color que sean, que inviertan. Primero soy de Pontevedra, luego del PP"
Los resultados electorales demuestran que mucho votante del PP en las generales o las autonómicas, en las municipales cambia y elige a Lores. ¿Cómo piensa revertir eso?
Algo se ha revertido ya, porque después de los peores resultados del PP en la historia española, nosotros subimos. Lores sacó 11 ediles y el PP 9. Eso fue hace tres años, pero ahora estoy convencido de estamos incluso por encima. Mi misión como presidente local es que todos los que han cogido la papeleta de Feijóo, piensen que yo también soy la mejor opción.
¿Estaría dispuesto a enfrentarse a su partido si considerase que es la mejor opción para la ciudad?
Desde Pontevedra voy a exigirle a todas las administraciones, sean del color que sean, que participen y que inviertan en la ciudad. Y si tengo que enfrentarme a mi partido, lo haré. No tengo ningún problema. Primero de Pontevedra, y después del PP.
¿Habrá ‘Rafaneta’ en la próxima campaña electoral?
Si puedo, habrá dos. Feijóo en Madrid. Rueda en la Xunta...
¿Se siente especialmente respaldado por el aparato?
Yo las he tenido tiesas con Alfonso y con Feijóo en algunos temas. Siempre por defender al PP de Pontevedra, porque a mí me respaldan los afiliados, que es lo más importante. Pero es cierto que tengo una magnífica relación con Rueda y con Feijóo, labrada en estos tres años, por lo que si conseguimos ese triángulo mágico que sería un gallego de presidente del Gobierno, un pontevedrés presidente de la Xunta y un alcalde del PP, sería la oportunidad única para que Pontevedra se desarrolle de una manera muy firme, porque voy a exigirles que inviertan y apuesten por esta ciudad.
"Mis primeras decisiones serán reabrir Raíña Vitoria y poner en marcha un nuevo Plan Xeral"
Si dentro de un año es elegido alcalde, ¿cuál será la primera decisión que tomaría?
Sin duda, reabrir Raíña Victoria. No tiene sentido que esa calle esté cerrada. La segunda sería poner en marcha un nuevo Plan Xeral, que, por ejemplo, consolide núcleos urbanos en el rural y la gente pueda construir. Hace falta que se permitan obras como la calle de Mollavao, que está cerrada desde 2015 porque hay que hacer una modificación puntual que afecta a Costas. La tercera medida afectaría a la limpieza, porque Pontevedra está muy sucia. Tenemos un contrato de 1999 y eso hay que solucionarlo.
Pontevedra tiene el sambenito de ser ciudad de servicios y dar la espalda a la industria. ¿Qué opina?
Es otra de las cuestiones que se mejorarían con el Plan Xeral. Hay que buscar suelo industrial para atraer empresas y que la gente pueda trabajar. También quiero reforzar la Universidad, tener una ciudad deportiva en condiciones, suprimir las restricciones que tiene el casco histórico... ¿La llegada del PP a la Alcaldía variaría el actual rechazo institucional a la continuidad de Ence? Ese asunto está ahora judicializado y hay que esperar a que se resuelva. Pero desde luego, si una emplea cumple con la ley y da trabajo, nosotros no tendríamos nada contra su continuidad.
