El mítin y el buzoneo están demodé; lo "cool" son Twitter e Instagram

CAMPAÑA 4.0. ► Sumarse a las redes sociales ya no es una opción para los candidatos, sino una obligación. Un tuit, una foto, un post o un 'whatsapp' en el momento justo tienen más impacto que los clásico mítines y reparto de propaganda. Aunqie todo tiene su público fiel...

Canal de WhatsApp del PP, perfil de Twitter de Fernández Lores, Instagram de PSOE y María Rey y Facebook de Marea. DP
photo_camera Canal de WhatsApp del PP, perfil de Twitter de Fernández Lores, Instagram de PSOE y María Rey y Facebook de Marea. DP

HASTA AYER, un político con buena oratoria tenía mucho ganado frente a sus rivales. Un discurso directo y enérgico solía tener un efecto demoledor entre el electorado, que acababa cautivado por el carisma del ponente. Hasta el jueves, las campañas electorales (y las precampañas) se basaban en una atosigante presencia gráfica en la calle, en forma de cartelería y de panfletos de mano.

Hasta ayer, los partidos atiborraban los buzones de los votantes con todo tipo de propaganda e incluso les facilitaban ya la papeleta para ahorrarles el trámite de tener que elegirla en el colegio electoral (y, de paso, esquivar las miradas fisgonas).

Hasta ayer, los políticos solo salían de sus refugios de campaña para conceder entrevistas o para acompañar al mandatario de turno y escenificar así un apoyo inmortalizado en la foto de portada del día siguiente.

Pero todo eso era hasta ayer (prácticamente)...

Hoy, los candidatos -y sus asesores- son conscientes de que las redes sociales han dejado de ser una opción, «una cosa de chavales», para convertirse en una obligación, un "must be" de riguroso cumplimiento que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso, y destrozar cualquier encuesta. Basta echar un vistazo a lo ocurrido en Estados Unidos, primero en 2008 con Barack Obama y después en 2017, de forma clamorosa, con Donald Trump.

Las elecciones ya no se ganan en la televisión, la radio o los periódicos. Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp son los nuevos escenarios de debate, de promesas, de quejas, de autobombo...

Y aunque esta realidad pueda parecer "de una liga superior" a la política local, lo cierto es que los aspirantes a portar el bastón de mando el próximo 27 de mayo cuidan muy mucho su presencia en Internet.

Postear en Facebook está en decadencia y los perfiles se mantienen por rutina. WhatsApp se corona como gran canal de comunicación

Para empezar, todos tienen perfil de Facebook, aunque tanto los analistas como los propios equipos electorales reconocen que esta plataforma está en clara decadencia, pues ya no conecta con la ciudadanía como antes. Las cuentas se mantienen «porque nunca sobran», pero la actividad en los dominios de Zuckerberg es más bien simbólica. Algo similar (aunque con menos dramatismo) ocurre con Twitter, al que se recurre para lanzar proclamas electorales, compartir memes o rebotar enlaces a noticias de contenido proclive a la causa.

Los nuevos reyes de lo que muchos llaman ya "campaña 4.0" son Instagram y WhatsApp. El primero, por su incuestionable crecimiento, y el segundo por su total hegemonía en la comunicación y la interacción.

LOS PARTIDOS. El BNG es el más clásico de los principales partidos que concurren a estos comicios locales. Admite la importancia de la presencia digital pero sigue apostando por el contacto con el ciudadano, por lanzar el mensaje en directo para ver la reacción del destinatario, por el puerta a puerta... «A proporción para nós sería dun 20% para as redes e un 80% para a rúa», apuntan fuentes nacionalistas.

En el otro se encontraría Rafa Domínguez. El candidato "popular" ha multiplicado su presencia en Internet, ha abierto una cuenta en Instagram y periodicamente comparte vídeos resumiendo su actividad más reciente. Su última novedad es aprovechar el dinamismo de WhatsApp para que los electores le trasladen cualquier tipo de inquietud, queja, deseo, petición o reproche. Los "community manager" de Domínguez aseguran que «responderemos a todos los mensajes de forma personalizada».

Quien también se ha fijado en el potencial de las redes sociales es el PSOE, con perfiles muy activos en todas las plataformas y una alimentación diaria de los mismos. Responsables de la campaña destacan que «le damos mucha importancia a la imagen» y de ahí la elevada carga audiovisual: vídeos, fotos, audios... Incluso anuncian «una importante novedad en el diseño, que ya se desvelará».

Marea Pontevedra es una de las formaciones más volcadas con las nuevas tecnologías, que incluyen vídeos en YouTube, aunque sin descuidar el trato más directo. «O discurso da emoción, fácil de dixerir, xa non se leva; a xente quere máis contido, máis racionalidade», argumenta.

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