Mollavao, "marginado"

Los vecinos estallan por el mal estado del barrio durante una reunión con el colectivo ciclista Pedaladas, a la que asistieron ediles de PP y PSOE ►Suciedad, carencias en seguridad vial y en "calidad urbana" y exceso de ruidos en la autopista son algunas de sus denuncias
Asamblea convocada por Pedaladas en Mollavao para hablar de las mejoras tras la posible cesión al Concello del vial autonómico PO-546
photo_camera Asamblea convocada por Pedaladas en Mollavao para hablar de las mejoras tras la posible cesión al Concello del vial autonómico PO-546

Los vecinos de Mollavao han vuelto a estallar. Sienten que el barrio está "marginado" respecto a otros lugares de la ciudad y así lo manifestaron durante una reunión convocada por el colectivo ciclista Pedaladas para hablar de las mejoras en materia de seguridad vial que se abrirían para este lugar si la Xunta cede al Concello el tramo más urbano de la carretera vieja de Marín, la denominada PO-456.

A la reunión, celebrada cerca de la parada de autobús, estaban invitados todos los grupos municipales. Es decir, BNG, PP, PSOE, Marea y Ciudadanos. Finalmente, solo asistieron una representación de ediles populares y socialistas, que tomaron buena nota -alguno de forma literal, con papel y bolígrafo- de las demandas vecinales con un objetivo: trasladárselas al Ayuntamiento, probablemente a través de una iniciativa plenaria.

El descontento que los vecinos expresaron en este encuentro fue tal que algunos se han comprometido a constituir una asociación para defender sus intereses ante la Administración. Hasta que eso se materialice, Pedaladas se comprometió a llevar sus reivindicaciones a oídos del propio alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores.

Los residentes apoyan la idea de Lores de abrir un vial entre la PO-546 y la avenida de Marín y que Rosalía de Castro sea de sentido único

En opinión de los presentes, los problemas de Mollavao son varios: calles sucias, carencias en materia de seguridad vial debido al exceso de velocidad de los coches que circulan por el lugar, doble fila en el colegio Salvador Moreno, numerosas viviendas en estado total de ruina, falta de "calidad urbana" respecto a otras zonas de la ciudad, equipamientos deportivos "degradados", falta de contenedores y molestias ocasionadas por el paso de coches por el puente de la autopista. Para este último punto, que, según ellos, genera molestias y no favorece el descanso, plantean una solución: que el Gobierno central baje el límite de velocidad en el tramo más próximo al barrio de 120 a 100 kilómetros por hora.

Aunque reconocen que algunas de sus peticiones no le corresponden directamente al Ayuntamiento, el vecindario quiere que este actúe como altavoz ante otras administraciones para mejorar su calidad de vida.

En paralelo a su denuncia, los vecinos vieron con buenos ojos algunas de las propuestas que Lores tiene para la carretera vieja de Marín si finalmente se concreta la cesión de una parte del vial -de titularidad autonómica- al Concello. Entre ellas, la posibilidad de abrir un nuevo vial entre la PO-546 y la avenida de Marín, cerca de los antiguos terrenos de Malvar, y que la calle Rosalía de Castro pase a ser de un único sentido.

Estas actuaciones, que irían acompañadas de la instalación de lombos, conllevarían una reducción del tráfico rodado en la zona, que se desviaría hacia Orillamar.

La idea del alcalde la desveló el martes el portavoz de Pedaladas, Enrique Pérez, que quiere que el Concello asuma otras reivindicaciones: eliminar un carril en Rosalía de Castro para ampliar aceras y construir un carri-bici hacia Marín y otro hacia Pontevedra, crear una senda ciclista y peatonal hasta el Pazo de Lourizán y que se facilite el transporte en bicicleta a los operarios de Ence y Elnosa. "Nós non estamos de acordo con este complexo industrial, pero mentres siga aí, os traballadores deben ter a opción de ir ó traballo en bici de forma cómoda e segura", apunta Pedaladas.