El monte se dispone a ganar el pulso al fuego

Durante la pandemia la práctica totalidad de las comunidades de montes de Pontevedra siguieron realizando las labores de puesta a punto de los terrenos forestales para blindarlos contra los incendios en la temporada de verano
Labores de poda de arbolado en la parroquia de Salcedo, este lunes. RAFA FARIÑA
photo_camera Labores de poda de arbolado en la parroquia de Salcedo, este lunes. RAFA FARIÑA

Aunque la pandemia ocasionada por la Covid-19 ha paralizado el mundo, la masa forestal y los matorrales siguen creciendo ajenos al estado de alarma de la crisis sanitaria. Por eso la práctica totalidad de las comunidades de montes de Pontevedra no han dejado de realizar las tareas de mantenimiento que son propias de esta época, la que precede a la temporada de verano que siempre lleva aparejado el riesgo alto de incendio.

La crisis sanitaria generada por el coronavirus no ha impedido a los colectivos de comuneros desarrollar un plan de actuación con el que blindar del fuego los terrenos forestales y evitar que las llamas puedan poner en peligro los núcleos rurales de población. Es el caso de la parroquia de Salcedo, por ejemplo, que desde que el Gobierno central decretó el estado de alarma (el pasado 14 de marzo) hasta la fecha ha realizado trabajos de poda de arbolado (en concreto pinos), roza de maleza y trituración de restos de masa forestal en una superficie de 11,7 hectáreas. Esta puesta a punto se complementa con los trabajos de limpieza que está realizando la Brilat en una superficie de diez hectáreas próximas a la nueva aldea afgana.

"O novo virus non nos parou en ningún momento. O monte de Salcedo xa é como un parque, con árbores que creceron moito desde o ano pasado", explica el presidente de la Comunidade de Montes, Fernando Pintos. "Temos moi ben estruturado o monte –recalca– e preparado para facer fronte ao lume a base de franxas de frondosas".

La industria de la madera prevé un descenso del 26% en su facturación
La industria de la madera en Galicia predice que su facturación este año será un 26% menor que en 2019 debido a los efectos que la crisis Covid-19 está teniendo en su actividad. Este es uno de los principales resultados de una encuesta realizada por la Escola de Enxeñeiría Forestal y la Axencia Galega da Industria Forestal (Xera) en 117 empresas del sector.

El estudio que fue presentado en el seminario virtual Desafíos de la industria forestal post-Covid-19 , también mostró que esta crisis de salud ha provocado que la mayoría de sus actividades se retrasen, pero no se detengan. Asimismo, las empresas que participaron en esta encuesta señalaron la incertidumbre derivada de esta situación y una hipotética caída de la demanda, como sus "principales preocupaciones", según explicó el director de Enxeñeiría Forestal, Juan Picos, en el seminario.


Verducido es otra de las parroquias que está llevando a cabo una actuación completa para la prevención de incendios, efectuando importantes inversiones económicas. Entre esas labores destaca la limpieza de 20 kilómetros de pistas forestales (en concreto de diez metros a cada lado). De las 40 hectáreas que abarcarán estos trabajos –en concreto eliminación de pino y eucalipto– a los comuneros les queda por realizar el 50%.

El colectivo que preside Marcos Rey también tiene en agenda suprimir el eucalipto del monte de Bordel, que ocupa una superficie de 9 hectáreas y realizar trabajos de tratamiento silvícola en el monte de O Castro (junto al Pontillón), con trabajos que consistirán en la poda de pinos, además de la limpieza del parque forestal, cuya superficie es de 1 hectárea.

En el plan de prevención de incendios que desarrollan los comuneros de Verducido también figuran la limpieza de 14 hectáreas de monte bajo (el más próximo a los núcleos habitados) –con una inversión de 11.000 euros– y el rareo, poda y trituración de una superficie de 5 hectáreas de pinar en el Monte dos Bois (junto a la cantera), así como también la misma operación en 30 hectáreas situadas en el linde con la parroquia de San Vicente de Cerponzóns, con una inversión de más de 50.000 euros.

Mourente no ha precisado este año efectuar trabajos de desbroce después de la limpieza general que realizó el año pasado. "No transcurso do presente mes de xuño imos facer un repaso das zonas máis cercanas ás casas e ás de maior uso social", anuncia Xosé Carlos Morgade, presidente de la Comunidade de Montes de esta zona del rural.

"O estado de alarma pola Covid-19 non nos afectou nos traballos de prevención de incendios que estamos a desenvolver todos os anos. De feito –precisa Morgade–, en condicións normais tamén empezariamos agora eses traballos".

Con todo, el presidente de los comuneros de Mourente reconoce que otras parroquias y particulares podrían tener dificultades para completar el desbroce de las franjas próximas a las casas antes del 16 de julio, fecha tope fijada por la Consellería de Medio Rural para la realización de la limpieza que ayudará a la prevención de incendios. "As empresas especializadas nestas actuacións son as que son e, ao mellor, pode que non teñan a capacidade necesaria para asumir todos os traballos concentrados nun mes e medio, xa que é unha tarefa moi latosa".

Trabajos de limpieza en terrenos comunales de A Tomba. DAVID FREIRE
Trabajos de limpieza en terrenos comunales de A Tomba. DAVID FREIRE
 

En el caso de Campañó, los trabajos forestales que ha venido realizando la Comunidade de Montes durante la crisis sanitaria del coronavirus consiste en la limpieza, rareo, poda y desbroce de una superficie de 45 hectáreas correspondientes al monte de O Castrove, además de la plantación de varios miles de árboles (castaños, robles y otras especies autóctonas) en el parque forestal de A Tomba, una actuación que está conveniada con el Concello y cuya realización está al 45%.

Entre las actuaciones destinadas a la prevención de incendios que los comuneros de Campañó acometerán de forma inminente se encuentra la puesta a punto de nueve carballeiras, soutos y zonas de recreo.

"No monte non hai baldosas nin asfalto. A maleza que se corte agora dentro de dous ou tres anos acadará os 50 centímetros de altura. Todo o que estamos a facer agora ven derivado da vaga de lumes de 2006, cun monte que repoblamos casi na súa totalidade, con 50 hectáreas de eucalipto e unhas 150 de piñeiro no Castrove", subraya el presidente de los comuneros de Campañó, José María Domínguez.

La Comunidade de Montes de Lourizán tiene previsto comenzar de forma inmediata la realización de trabajos de mantenimiento y solicitar (junto con Tomeza y Campañó) una subvención a la Consellería de Medio Rural para actuaciones enmarcadas el el plan de prevención de incendios.

Por lo que respecta a la parroquia de A Canicouva, la Comunidade de Montes ha limpiado en lo que va de año una superficie forestal de 3,5 hectáreas correpondientes a montes bajos (los que están más cerca de las viviendas), en concreto en el lugar de Pedra Miranda.

Lo que sí ha paralizado el estado de alarma es la convocatoria de asambleas. Las comunidades de montes de Mourente y Marcón han tenido que aplazar las reuniones que tenían previsto celebrar a finales de marzo, justo cuando el Gobierno central decretó el estado de alarma. Ambos colectivos aún no han fijado una fecha para una nueva convocatoria.

Marcón paralizó su actividad durante el estado de alarma
La Comunidade de Montes de Marcón mantiene paralizada su actividad desde el pasado 14 de marzo, cuando el Gobierno central decretó el estado de alarma por la pandemia. "Paramos al 100%", señala Óscar Coto, presidente del colectivo. "A ver si entre esta semana y la que viene comenzamos a solicitar presupuestos para limpiezas y ponernos en funcionamiento a mediados del presente mes". Considera que hasta el 16 de julio (fecha tope fijada por Medio Rural para los trabajos de prevención de incendios) "tendremos margen para hacer los trabajos, que incluso se podrán seguir realizando después de esa fecha".

Además, Coto recuerda que el año pasado Marcón realizó una inversión potente en actuaciones de prevención de fuego forestal.

Comentarios