La movida sigue viva en Pontevedra

La discoteca Lelé de Noite se inaugura tras el cierre de Daniel -en el mismo local- y más de un año de pandemia
La fiesta de inauguración de la nueva discoteca Lelé de Noite. RAFA FARIÑA
photo_camera La fiesta de inauguración de la nueva discoteca Lelé de Noite. RAFA FARIÑA

La noche pontevedresa vive. O al menos sobrevive al cambio de hábitos, los planes de tarde y al golpe más grande en décadas: la pandemia. La discoteca Lelé de Noite abrió este jueves a sus puertas en una fiesta de inauguración. La apertura llega después de que, el pasado mes de julio, los propietarios de la Discoteca Daniel anunciasen su cierre tras 52 años de actividad. Solo han pasado dos meses y el local está de enhorabuena. Todavía queda movida para exprimir en Pontevedra.

El nombre de la nueva discoteca se debe a que su dueño, Rafael Rúa, es ya propietario de dos establecimientos, el Café Bar Lelé, de Marín, y el Lelé II, en la Boa Vila. Gracias a él, Pontevedra no se quedará sin discotecas. Daniel era la última que operaba en la ciudad, pero llevaba cerrada ya más de un año debido a la irrupción de la pandemia. Ahora, con la relajación de las restricciones y con el nuevo personal incorporado, la ciudad tiene de nuevo una sala de fiestas.

La primera sesión de baile tuvo lugar en la noche de este jueves, con una apertura de puertas que sirvió como carta de presentación al nuevo local, con licencia de discoteca desde 1970. La fiesta estuvo marcada por el cumplimiento de las medidas contra la propagación de la covid pero sirvió, de igual modo, para rememorar las noches de fin de semana de la antigua normalidad.

Decenas de personas participaron en la velada, a la que acudió el nuevo propietario, que apenas ha cambiado la decoración de la sala. Y es que el espíritu "bailongo" de Daniel se mantendrá, con especial protagonismo de la pista de baile.

El local estará abierto a personas de todas las edades y perfiles y contará con clases de baile y zumba durante los días de semana. El fin de semana, habrá dos sesiones, una de tarde, entre las 17.00 y las 22.00 horas, para las personas de la tercera edad, y otra de noche, a partir de las 22.00 horas, para los demás.

Por otra parte, el propietario también se muestra dispuesto a organizar fiestas para colegios e institutos de la ciudad, como bailes de Carnaval, por ejemplo.

Comentarios