Movilidad y tráfico irrumpen en la recta final de la campaña para "completar" el modelo urbano del futuro

PP y PSOE lanzan propuestas arriesgadas para el transporte y para el aparcamiento, enfrentadas al discurso tradicional del BNG en Pontevedra 
Una de las señalépticas del actual modelo urbano. DAVID FREIRE
photo_camera Una de las señalépticas del actual modelo urbano. DAVID FREIRE

En la ciudad del metrominuto, que pasó de registrar más de 80.000 vehículos circulando por el centro urbano a finales de los años 90 a reducir esta cifra por encima del 90% el pasado 2022, la movilidad y, sobre todo, el aparcamiento, siguen acaparando una atención política superlativa.

No ha habido campaña electoral en los últimas cinco comicios municipales en la que este tipo de cuestiones no hayan aparecido destacadas en los programas de los principales partidos aspirantes al Concello.

Si son ciertas las teorías políticas que apuntan a que los proyectos estrella de cada candidato se guardan para los últimos días de campaña, este miércoles PP y PSOE pusieron sobre la mesa sus mejores apuestas para convencer a los cerca de 13.000 indecisos que todavía registran las encuestas en Pontevedra a base de aparcamientos y propuestas de mejora en el transporte.

Los anuncios de populares y socialistas forzaron al nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores a salir al paso y hablar de proyectos en su gestión como alcalde, frente a las promesas de sus rivales electorales.

En la actualidad, según los datos municipales, el 70% de los desplazamientos se hacen ya caminando, el 81% de los escolares acude a su centro docente a pie y el Concello presume de haber logrado reducir en un 67% las emisiones de CO2.

Aún así, los pontevedreses tienen coche y los visitantes a la ciudad necesitan plazas de aparcamiento. En el año 2022, Pontevedra tenía un total de 43.003 vehículos particulares dados de alta en el impuesto de circulación o ‘viñeta’. En el municipio había contabilizadas ese año cerca de 5.700 motos con más de 50 caballos y aparecían también registrados 4.991 vehículos pesados, un 8% del parque móvil total.

La ciudad cuenta en estos momentos con cerca de 2.000 plazas de aparcamiento en el entorno del casco urbano y la zona centro, en la que se permite dejar el coche durante 15 minutos en algunas calles. Está proyectado un parking de 900 plazas en el futuro Gran Montecelo y otro con 400 integrado en el proyecto deportivo y de ocio del barrio de A Parda, presentado el pasado noviembre por el gobierno de Lores.

Los rivales del BNG no solamente consideran que se trata de un número de plazas "insuficiente", sino que apuestan en sus programas electorales por hacer de la construcción de los nuevos estacionamientos disuasorios y la mejora del transporte una de las claves del futuro modelo de ciudad.

La segunda gran pata política relacionada con la movilidad ciudadana es, precisamente, el transporte público. La conexión entre el centro y las parroquias y entre Pontevedra y su área metropolitana ha sido siempre una gran asignatura pendiente que los partidos aprovechan en campaña.

El Bloque tiene su apuesta lanzada en este último mandato, en el que habilitó el denominado coche de punto para el rural, un modelo de transporte a demanda que ya está en fase de pruebas, que cuenta con la complicidad de los taxistas y que tiene fecha de aplicación programada.

Para los rivales políticos de Lores, sin embargo, se trata de un modelo insuficiente. El PP de Rafa Domínguez promete directamente un transporte gratuito con autobuses eléctricos en toda la ciudad. Y el candidato socialista Iván Puentes apuesta por una mejora del sistema actual, incluyendo carriles bici para favorecer la movilidad al margen de los vehículos a motor.

El debate sobre el modelo de ciudad, en el tramo final de campaña, cobra así una dirección concreta al centrar los partidos sus ofertas en los servicios para los coches y el transporte público para los desplazamientos urbanos, rurales y comarcales.