AS MULLERES QUE OPINAN SON PERIGOSAS

"Tenemos derecho a ser tontas"

Las ponentes del encuentro de columnistas reivindicaron que la igualdad no debe regirse por la excelencia de las mujeres ▶ Ana Pardo de Vera o Fernanda Tabarés participaron en la cita

Mesa redonda sobre maternidad en el encuentro de mujeres columnistas. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Mesa redonda sobre maternidad en el encuentro de mujeres columnistas. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

"Quiero reivindicar nuestro derecho a ser tontas, porque a veces parece que nos meten en la cabeza que la igualdad pasa por la excelencia de las mujeres. No tenemos que ser las mejores en todo". Así comenzó la columnista de La Voz de Galicia y directora de Voz Audiovisual, Fernanda Tabarés, su ponencia de este sábado. Con ella quiso reclamar espacios para las mujeres por el simple hecho de ser personas, más allá de sus capacidades. "También hay hombres mediocres que llegan a jefes, ¿no?".

A su petición se sumó la de Diana López Varela, una de las organizadoras del encuentro, guionista y columnista en varios medios, que quiso expresar los miedos de muchas mujeres que "también podemos sentirnos vulnerables". En concreto, se refirió al conocido como síndrome de la impostora, derivado de las inseguridades de las que la sociedad impregna a las mujeres desde los patios de los colegios –en donde el espacio está reservado para que los niños jueguen al fútbol y las niñas observen desde los márgenes– hasta la vida adulta en los puestos de trabajo.

Profesionales que se sienten un florero, que soportan comentarios inapropiados sobre su aspecto físico, que sienten cómo a sus opiniones se les da menos validez que a las de sus compañeros varones o que tienen que romper un techo que, más que de cristal, parece de hormigón. Muchas se reunieron este sábado en el Teatro Principal para reclamar su hueco en los espacios de opinión de los medios de comunicación, pero también en los puestos de responsabilidad.

Ana Pardo de Vera: "A veces las mujeres estamos tan hartas y tan cansadas que no queremos dar la batalla y no nos animamos a opinar"

 

Una de ellas fue la directora del diario digital Público, Ana Pardo de Vera. Representaba a una minoría: la de las mujeres que dirigen medios de comunicación. En este sentido, habló del cansancio de muchas mujeres en sus puestos de trabajo. "A veces somos nosotras mismas las que no queremos dar el paso y opinar, pero estamos tan hartas y tan cansandas que ya no queremos dar la batalla", explicó. Del mismo modo, indicó que es responsabilidad de los directores reclamar presencia femenina en los espacios de opinión.

Además, Fernanda Tabarés denunció que a las mujeres se las suele encasillar en secciones como sociedad o cultura, mientras la política o la economía son asuntos reservados para los hombres. Por eso, "la simple aparición de una mujer firmando columnas de opinión tiene una función de visibilización y de ocupación del espacio público".

Inma López Silva, columnista de La Voz de Galicia, se refirió también a esa etiqueta que persigue a las mujeres y, como en su caso, que además escriben gallego. "A min pásame como a Rosalía de Castro, eu non canto ás pombas e ás flores, a min gústame azuzar, e iso nun principio non se entende. Parece que como es muller non vas escribir sobre política ou actualidade", dijo. "Eu teño unha responsabilidade cos lectores e por iso fuxo dos adxectivos sensibleros".

Inma López Silva: "Eu teño unha responsabilidade cos lectores e por iso fuxo dos adxectivos 'sensibleros"

REDES SOCIALES. Otra de las ponentes de la jornada del sábado fue Lucía Taboada, que habló sobre las mujeres de la generación millennial, las redes sociales y el feminismo. La periodista de Cadena Ser y la revista masculina GQ mostró un estudio del periódico The Guardian en el que se hacía un repaso a los comentarios de los usuarios de la web del periódico. Así, las noticias que recibían más comentarios ofensivos que acababan siendo bloqueados eran las referidas a feminismo o a violaciones. Así, habló de la dificultad de ejercer el feminismo en el mundo virtual, pero también en el real. "Alguna vez me han dicho que con esta voz aniñada que tengo no puedo enfadarme o que no se me puede tomar en serio", explicó como un ejemplo de comentario paternalista que tienen que escuchar muchas mujeres en sus puestos de trabajo.

A las críticas en las redes sociales o en los textos de ciertos columnistas que destacan por su misoginia se refirió también Ana Pardo de Vera: "Hay un sector muy cerrado de hombres al que, más que intentar atraer, yo ignoraría porque se están quedando en una burbuja cada vez más pequeña".

El encuentro Mulleres que opinan surgió como respuesta al congreso de columnistas celebrado en León a finales del año pasado y que en un principio no incluía a ninguna mujer dentro del programa. "Lo que más me sorprendió de todo fue el desconcierto de los organizadores y organizadoras del encuentro ante las críticas. Es un síntoma más de lo que nos queda por batallar porque no se daban cuenta de cómo habían metido la pata", explicó Pardo de Vera.

Por la tarde intervinieron la ilustradora Emma Gascó, Anita Botwin, que habló de mujeres y diversidad funcional, y Celia Blanco, que habló sobre sexo.

Además, se celebró una mesa redonda sobre maternidad en la que se trataron temas como la corresponsabilidad o el sentimiento de culpa de muchas malas madres que tienen que compatibilizar vida familiar y laboral. La clausura de la jornada corrió a cargo de Ana Pardo de Vera, que puso fin al primer encuentro de mujeres que opinan.
 

"Las periodistas paramos"
Al terminar el encuentro, las organizadoras del congreso aprovecharon para leer el manifiesto de mujeres periodistas que se preparó con motivo del 8 de marzo. Dicho documento, que está firmado por más de 5.000 profesionales de los medios de comunicación de toda España, recoge las principales reivindicaciones feministas de cara a la celebración del Día Internacional de la Mujer.

Igualdad de salarios, el fin del acoso laboral, la precariedad o el techo de cristal protagonizan las peticiones de dicho manifiesto, que sirve también para convocar a las mujeres periodistas para participar en la huelga laboral, de consumo y de cuidados que tendrá lugar el próximo 8 de marzo. Se trata de demostrar que, si las mujeres paran, el mundo se para.

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