El Museo acaba de iniciar el estudio para evaluar el estado de sus edificios centrales. Responsables de la empresa contratada por la Deputación para realizar este trabajo han empezado las visitas para conocer al detalle los problemas que presentan los inmuebles García Flórez, Castro Monteagudo y Fernández López. La firma encargada, Ideas TX Ingeniería, tiene base en Zamora y cobrará 10.690 euros por este servicio.
La anterior auditoría se hizo en 2014 y solo sobre las sedes de García Flórez y Castro Monteagudo. En aquella ocasión, los técnicos de la firma Gocsa determinaron el mal estado de salud de ambas construcciones.
En aquella inspección se detectaron patologías de diversa índole. Las de mayor gravedad se circunscribieron a dos forjados de madera y a la totalidad de los forjados de losas de hormigón y los que estaban hechos de ladrillo armado. «Por lo que respecta a su resistencia, la totalidad de los forjados, salvo el de la torre del edificio Monteagudo, no cumple con los coeficientes de seguridad establecidos por la normativa vigente», expone aquel informe. «En cuanto al comportamiento ante el fuego, ninguno de los forjados cumple la resistencia mínima exigida por la normativa vigente. En el caso de los elementos de madera, la reducción de sección los hace inadecuados, mientras que los forjados con elementos metálicos y armaduras no poseen los recubrimientos mínimos necesarios», se añade.
Uno de los atractivos del Museo, la Cámara da Numancia, ubicada en el edificio García Flórez, también entró en la lista negra tras el informe de caracterización realizado en 2014. En el forjado del techo de la sala que alberga la recreación del camarote de la primera fragata que tuvo España, construida en un astillero francés en 1862 y en el que viajó el contraalmirante gallego Casto Méndez Núñez, se detectó que tanto portones como vigas sufrieron el ataque de xilófagos «de forma generalizada». El efecto de hongos, carcoma y humedad tuvo como consecuencia la aparición de «signos abundantes de pudrición».
SUBSUELO. El vicepresidente de la Deputación, Cesáreo Mosquera, asegura que el nuevo informe determinará en gran medida el alcance de las obras de rehabilitación que habrá que llevar a cabo en las sedes centrales del Museo, cerradas desde 2014 por razones de seguridad por el estado «ruinoso» en algunas de sus áreas.
La Deputación mantiene viva la idea de que el Museo crezca a través de un gran sótano para unir Fernández López, Castro Monteagudo y García Flórez. En este sentido, el diputado nacionalista recuerda que el ámbito de intervención del proyecto aún no está decidido y que este dependerá del criterio de los técnicos.
La institución provincial defiende la galería subterránea como única opción para garantizar la accesibilidad y, por tanto, la futura reapertura de las salas museísticas al público. El proyecto, que planteaba ganar 1.900 metros cuadrados en el subsuelo a través de dos niveles, ha generado el rechazo de los vecinos de la zona vieja.
La posible incorporación del convento de Santa Clara al Museo, a través de una cesión del Concello, que ha cerrado la compra del cenobio por 3,2 millones de euros, podría influir en el citado proyecto y reducir su ámbito de afección.
