Un narco pontevedrés encañona a la comisión judicial: "Vouvos coser a tiros"

El fiscal adelantó este lunes que elevará su petición de cárcel contra el acusado, que era de 15 años
Los acusados, en la Audiencia Provincial de Pontevedra ante el fiscal Antidroga. DAVID FREIRE
photo_camera Los acusados, en la Audiencia Provincial de Pontevedra ante el fiscal Antidroga. DAVID FREIRE

Ahora está en libertad, pero se enfrenta a una posible pena que puede superar los quince años de cárcel. Tráfico de drogas en cantidad de notoria importancia, tenencia ilícita de armas y atentado a la autoridad son los delitos que se atribuyen a un vecino de la provincia de Pontevedra que, durante el registro efectuado en su domicilio, aprovechó el 'conocimiento del terreno' y las armas que tenía escondidas para empuñar una escopeta con dos cañones y amenazar a la comisión judicial y a los agentes de la Guardia Civil que efectuaban la inspección, al grito de "vouvos coser a tiros", obligando a los miembros del Instituto Armado a jugarse la vida para reducirle.

Así lo adelantó ayer el fiscal Antidroga de Pontevedra, Pablo Varela, que se vio obligado a aceptar el aplazamiento de la vista oral en la que debía juzgarse al citado individuo y a seis personas más, componentes de una red criminal dedicada a la elaboración de paquetes de cocaína y de heroína y su posterior distribución por distintas provincias a través de un laboratorio dedicado a tal efecto que fue descubierto en el Sur de Pontevedra.

"Nada más acceder a la estancia que hace de dormitorio principal de la vivienda, hizo un rápido movimiento logrando alcanzar la escopeta de dos cañones que guardaba en el armario"

La suspensión se produjo después de que dos de los investigados renunciasen a su representación letrada, indicando de viva voz al tribunal de la Sección Cuarta que habían perdido la confianza en ellos por indicarles que debían mentir sobre lo sucedido, algo que no pensaban hacer.

El Ministerio Público explica, en relación con el episodio protagonizado por el narco que se expone a una mayor condena (que, en conclusiones definitivas, podría elevarse por encima de los 15 años anunciados), que "nada más acceder a la estancia que hace de dormitorio principal de la vivienda en la primera planta, hizo un rápido movimiento logrando alcanzar la escopeta de dos cañones que guardaba en el interior del armario, encañonó directamente a la comisión judicial allí constituida y, sin bajar en ningún momento el arma, advirtió verbalmente a los allí presentes", con las frases textuales "e agora que, quen manda agora", "saíde para fóra, pónteme á vista" y "querédesme joder, vouvos coser a tiros".

El investigado tiene, además, antecedentes penales por delitos contra la salud pública

Ante esa situación, los guardias civiles intentaron tranquilizar al individuo por las buenas, pero en vista de que no parecía posible optaron por el uso de la fuerza. El fiscal relata que los funcionarios "lograron sujetar la escopeta que asía férreamente (el acusado) pudiendo, en primera instancia, desviarla de la línea de tiro que amenazaba gravemente a los allí presentes. Y, acto seguido, tras un fuerte forcejeo, pudieron retirar el arma de las manos de J.M., quién lanzaba toda suerte de puñetazos y patadas que alcanzaron a los agentes, que finalmente lograron reducirlo, e inmovilizarlo".

El investigado tiene, además, antecedentes penales por delitos contra la salud pública, después de ser condenado en el año 2002 por la Sección Segunda de Pontevedra. La continuación del juicio, el 13 de febrero.