Narcos albaneses en la Boa Vila

La presencia estable de mafias de Europa del Este dedicadas al tráfico de heroína en Pontevedra es una realidad. La Audiencia Provincial será escenario desde este martes del primer gran proceso contra una red internacional afincada en Galicia

Una de las intervenciones de la UCO en el marco del operativo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Una de las intervenciones de la UCO en el marco del operativo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

En diciembre de 2015, los agentes del Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil de Pontevedra acometían la fase final de una laboriosa investigación que determinó la existencia de una organización criminal con base en la ciudad del Lérez y sus alrededores dedicada a la distribución de heroína, principalmente, y de cocaína, en menor medida. Los agentes adscritos a la Unidad Central Operativa (UCO) descubieron las actividades ilícitas que dirigía Afrim Haxhijahja, un súbdito albanés que residía en la calle Perfecto Feijoo haciéndose pasar por Ilirjan Isaj. Este impronunciable nombre se hallaba en el centro de un entramado internacional que movió más de 100 kilos de heroína en apenas doce meses y que contaba con capacidad para suministrar a clientes del Noroeste de España y del Norte de Portugal.

El citado ciudadano de Europa del Este tenía como principal aliado, según el fiscal, al pontevedrés Javier Mosteiro González, otro viejo conocido de las autoridades por anteriores asuntos de narcotráfico.

La red que será juzgada a partir de este martes en Pontevedra tenía a sus proveedores de heroína en la Comunidad Valenciana, a donde acudían para aprovisionarse y trasladar el caballo a varios puntos de la provincia, destacando por encima del resto un laboratorio ubicado en Sanxenxo.

La fase final de las investigaciones desarrolladas por el ECO sirvió para detectar tres transacciones de heroína. La primera, del citado Afrim a Jesús Conchado Salazar, conocido policialmente por dedicarse a la venta de droga en la zona de Ferrol; la segunda, al vilanovés Diego Cores y su pareja, Cristina C.M., y la tercera a Fernando J.S.M., hombre de confianza de Vítor do Ouro, considerado el mayor narcotraficante del área metropolitana de Oporto.

La pieza del puzzle que sirvió para acreditar por completo los hechos se encontró el 26 de diciembre, cuando Afrim y Mosteiro acudieron a Valencia para encontrarse con Esmerald Laçi, presunto representante del grupo albanés en España. Los dos pontevedreses llevaban encima 200.000 euros para saldar cuentas con su socio cuando fueron detenidos.

Para el transporte de las sustancias a través de la Península, los narcos, que llevaban algún tiempo desarrollando su negocio, contaban con tres vehículos que no llamaban demasiado la atención: un Audi A2, un Volkswagen Polo y un Peugeot 206. Los dos primeros disponían de habitáculos preparados para el ocultamiento de los paquetes de heroína, uno en el suelo, a modo de doble fondo, y el otro en el salpicadero.

Uno de los detenidos, en A Parda. GONZALO GARCÍA
Uno de los detenidos, en A Parda. GONZALO GARCÍA

 

EL PISO FRANCO. El registro de los agentes del ECO en la vivienda de Perfecto Feijoo sirvió para vincular al albanés con el laboratorio de Sanxenxo (tenía las llaves del inmueble, así como el mando del garaje) y con los tres citados vehículos, de los que también tenía las llaves. Un detalle que confirmó que Afrim llevaba varios meses completando exitosos narcotransportes e conoció al comprobar que contaba con un puesto de trabajo aparentemente lícito que le servía de tapadera, en un establecimiento comercial de la calle Cobián Roffignac, también en el centro de Pontevedra.

En el laboratorio de Sanxenxo fueron hallados elementos para el procesado de la droga, tales como básculas de precisión, máscaras para la manipulación de elementos químicos peligrosos, una máquina para envasar al vacío y trece paquetes de sustancias estupefacientes: tres kilos de cocaína y cinco de heroína.

En uno de los domicilios utilizados por Javier Mosteiro (natural de Pontevedra, residía en Poio pero tenía inmuebles en otros puntos) aparecieron 21 kilos de paracetamol y cafeína, sustancias empleadas para la adulteración de la droga, además de dos máquinas de contar billetes, otras dos básculas de precisión y una prensa hidráulica. Todo ello se hallaba en una vivienda de San Antoniño, en el término municipal de Barro.

Por último, en la vivienda de Diego Cores, en Vilanova, fueron decomisados más de 400 gramos de cocaína, y en la casa de Jesús Conchado, en Narón, distintas cantidades de heroína.

USO DE LAS ARMAS. Además de todo lo relatado, el ECO se incautó de tres armas atribuidas al citado pontevedrés: un revólver con 80 cartuchos y dos pistolas semiautomáticas sin número de identificación, una de ellas con dos cargadores y 54 cartuchos.

En el domicilio de Cores, los agentes hallaron otra semiautomática con su correspondiente munición, lo mismo que en la vivienda de Conchado.

Por último, quedó acreditado que no solo el albanés Afrim hacía uso de identidades falsas. El pontevedrés Mosteiro poseía tres documentos de identidad falsificados que le servían para hacerse pasar por un súbdito argentino.

Las posibles condenas. 56 años de cárcel para los seis acusados
La Fiscalía pide penas que suman 56 años de prisión para los seis acusados en el marco del juicio que comienza este martes. La más severa la solicita para Javier Mosteiro: doce años y nueve meses por narcotráfico, tenencia ilícita de armas y falsedad documental. Afrim se expone a diez años y nueve meses; Esmerald se enfrenta a ocho años de prisión; Conchado, a nueve años; Cores a ocho años y medio y Cristina C.M. a siete años entre rejas. Los detenidos en Portugal, entre ellos Vítor do Ouro, fueron procesados por los hechos en el país vecino.