Narcos de las Rías Baixas intentaron colar en Europa 4.250 kilos de cocaína

Una investigación iniciada en Pontevedra permitió interceptar la droga en medio del océano 
El pesquero capturado. POLICÍA NACIONAL
photo_camera El pesquero capturado. POLICÍA NACIONAL

La Dea (Estados Unidos), la Ofast (Francia), la National Crime Agency (Reino Unido) distintas autoridades portuguesas y la flor y nata de las Fuerzas Armadas y policiales españolas unieron esfuerzos para impedir un esquema de narcotransporte nunca visto hasta ahora en el océano Atlántico. Muchas millas mar adentro, más cerca de Sudamérica que de España, varias embarcaciones, al menos tres, se desplazaban hacia el Este en busca de las superlanchas fletadas desde las Rías Baixas, con portugueses a sueldo.

El oficial de enlace del Cuerpo Nacional de Policía en la isla de Martinica tuvo un papel relevante para que la información fluyese en el momento justo, lo mismo que el Citco (Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado) y el MAOC-N (Centro de Análisis de Operaciones Marítimas de la Unión Europea). El Greco Galicia, unidad con base en la Comisaría de Pontevedra, volvió a ser el punto de partida. En esta ocasión contó con el apoyo de la Udyco de Vigo.

Ya desde junio de 2020, en la Sexta Planta de Joaquín Costa se manejaban datos que apuntaban directamente hacia O Salnés. Un gran capo (que, una vez más, no pudo ser vinculado con el operativo) había establecido contacto con un ciudadano hispanomarroquí afincado en Cataluña, que le encargó la introducción del alijo. El gallego, a su vez, dispuso de lancheros portugueses para hacer el trabajo sucio. Sin embargo, el plan se frustró.

La colaboración internacional sirvió para que la Ofast francesa y la Armada del país vecino (cuyos barcos tienen bases en Martinica) pudiesen abordar al Caribe Azul, la embarcación que, con apoyo del Arcángel –del que recibió la cocaína– tenía la misión de entregar la droga al grupo controlado desde las Rías Baixas.

La droga partió del delta del Orinoco, punto habitual de salida de los alijos dirigidos por el cártel de Los Soles, gran organización venezolana muy vinculada históricamente a narcos gallegos.

Las labores de Inteligencia revelan que hasta tres barcos llevaron la droga hasta el Arcángel, que viajó de una lancha gofast con al menos cuatro motores fueraborda (el equivalente sudamericano a las planeadoras), pensada para aportar cobertura y una fácil vía de escape en caso de presencia policial. Sin embargo, algún contratiempo obligó a los narcos a hundir la embarcación de alta velocidad. De hecho, sus tripulantes fueron detenidos en el Arcángel, acompañando a los del pesquero.

Durante toda esta maniobra, la Comisaría de Pontevedra tuvo conocimiento de que los gallegos y el magrebí, organizadores de la recepción de la droga, ya habían enviado sus barcos al encuentro de la droga. Sin embargo, ya a mediados de enero de 2021, problemas a la hora de establecer las comunicaciones les impidieron completar el trasvase, lo que permitió la actuación de la fuerza multinacional desplegada para evitarlo. Fue un buque de la Marina de Francia el que incautó el alijo, deteniendo a todos los tripulantes de la nodriza. Ambos barcos tenían bandera de Venezuela, lo mismo que todos sus tripulantes. No cabía duda de que estas personas iban a regresar a Sudamérica tras entregar la droga. Uno de los arrestados tiene antecedentes por intentar llegar a Galicia con un alijo, allá por el 2008.

Con la investigación descrita, las unidades antidroga de las policías española y portuguesa han sacado a la luz el medio por el que las grandes organizaciones criminales implantadas en Sudamérica proporcionan un añadido de seguridad a sus operaciones marítimas, toda vez que, tal y como se vio, son capaces de colocar en latitudes hasta ahora desconocidas, grandes partidas de cocaína a bordo de lanchas ultrarrápidas (de muy compleja detección) apoyadas por pesqueros que proporcionan seguridad.

La droga cambia constantemente de lugar de almacenamiento y logística (combustible, tripulaciones, avituallamiento, piezas de recambio…) para permanecer en el agua el tiempo necesario que requieran los servicios para los que habrían sido requeridos. La Brigada Central de Estupefacientes coordinó todas las investigaciones.

Un gran capo
El exjuez Palmieri, dueño de la droga Benny Palmieri Bacchi era uno de los organizadores del alijo, según los investigadores. Exjuez y exfiscal, fue condenado en Florida por narcotráfico y está directamente relacionado con el exdirector de Interpol en Venezuela, Rodolfo Turk, y con el exdirector de inteligencia militar venezolana, Hugo El Pollo Carvajal, recientemente detenido en España.

Todo ello da muestra del potencial de la organización investigada. Se añade, además, un elemento más: Palmieri Bacchi también tenía buenos contactos en Colombia. En concreto, con Beto Martín, poderoso líder del cártel del Norte del Valle.