"El narcosubmarino es una bofetada de realidad que revela un gran peligro"

El fiscal Antidroga de Pontevedra, Pablo Varela Castejón, asegura que el problema "no va a descender" y pide "eficiencia, medios informáticos, materiales y modificaciones normativa" para luchar contra el narcotráfico
Pablo Varela Castejón. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Pablo Varela Castejón. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Entre las investigaciones en relación con el narcosubmarino de Aldán, los contenedores incautados en Marín y los pesqueros que, cargados de cocaína hasta los topes, fueron detenidos cuando se dirigían a Galicia en el año que termina, el fiscal Antidoga se toma un respiro para ofrecer su visión sobre una tormenta perfecta que, de una vez por todas, es asumida como real por la sociedad. Varela es consciente de que nadie va a poder erradicar un mal endémico que mueve cientos de millones de euros en la provincia. A cambio, ofrece sus recetas para mantenerlo a raya.

Al fin, ha caído un semisumergible cargado de cocaína.

Creo que es una bofetada de realidad que nos lleva a darnos cuenta de cuál es el verdadero alcance de una actividad criminal que nunca ha dejado de estar presente en nuestro territorio, que es necesario contener y controlar. No debemos plantearnos si es posible acabar o no con ella, sino preguntarnos dónde estaríamos si no hubiese labor policial y judicial que procura ponerle coto. Creo que es una bofetada de realidad por lo que supone de evidente significación de hasta dónde puede llegar esta actividad criminal, pero así como es una bofetada de realidad, no es una novedad.

Y se produce en el marco de un año de récord en incautaciones...

A lo largo de este año se han producido operaciones que son fruto de meses, años, en ocasiones, de trabajo policial, que ha tenido como resultado la incautación de grandes cantidades de estupefacientes que venían hacia nuestro territorio o estaban controlados desde el mismo. Venían en distintos medios de transporte y ocultación. Podemos pensar en el Appollo I, objeto de incautación en una causa tramitada desde la provincia, en la incautación de cocaína en enero en un contenedor llegado al polígono de San Cibrao das Viñas, en una investigación tramitada desde un juzgado de Pontevedra, o en este mismo mes de noviembre, cuando se produjeron importantes incautaciones de cocaína en contenedores, al tiempo que llegó un semisumergible a través de una singladura transoceánica cargado con más de 3.000 kilos de cocaína. Todos ellos son hitos de la actividad criminal que suponen no solo un peligro para la salud pública sino un riesgo propio de una actividad criminal organizada de corrupción social que atenta contra el orden socioeconómico de nuestro territorio y de todo el Estado. Es una bofetada de realidad para que nos demos cuenta de algo que veníamos percibiendo y que debemos de transmitir con toda la gravedad que tiene a la sociedad. Debemos tratar de dotarnos de las herramientas más eficaces, administrar los recursos que tenemos y guiarlos para ponerle coto a este tema.

¿Cuál es la fuerza de estas organizaciones criminales?

Desprecian la salud pública, pero no actúan para perjudicarla. Lo hacen para obtener un beneficio económico, la mayor de las rentabilidades, a costa de lo que sea. Cuando nosotros contamos kilos de cocaína, por poner un ejemplo, estas organizaciones están contando millones de euros. Hay que intentar decomisar los ingentes beneficios que aporta su actividad criminal. Así como evoluciona la sociedad también lo hace la actividad criminal, así como vivimos en una sociedad de la información, tecnificada y basada en las comunicaciones a través de redes sociales o medios telemáticos encriptados, también la actividad criminal se tecnifica, se globaliza, a través de las distintas vías de comunicación. Lo que consiguen es un mayor rendimiento en una actividad operativa menos expuesta. Los ingentes beneficios que derivan de esa actividad les permiten acceder a esos medios.

¿Qué se precisa para hacerles frente de forma eficaz?

Se necesita inversión en medios para poder prevenir y contener la actuación de estas organizaciones criminales y que, además, en lugar de perderse en el peso burocrático de la tramitación ineficiente de los procedimientos judiciales, las causas, una vez que explotan, pueden tener una respuesta lo más pronta posible con penas eficaces y reales. El delito debe tener una respuesta y además que ella no solo esté guiada a la imposición de penas de cárcel correspondiente, sino a la posibilidad de decomisar esos beneficios económicos. Hay que evitar la ganancia derivada del delito e incautar los bienes.

¿Puede calcularse cuántas personas se dedican a esto, al más alto nivel, en Galicia?

Podríamos computar cuántas personas están siendo investigadas en causas judiciales, y esa cifra nos daría un resultado de cientos de investigados. Eso nos sitúa en que la realidad práctica está muy por encima de esa cifra de cientos de investigados. En todo caso, el carácter tecnológico de la actividad criminal también se traduce, en la práctica, que sean necesarias menos personas. No es lo mismo el número de personas necesarias para una operación marítima que para la descarga de un contenedor por vía portuaria.

¿Cuáles son las causas de este escenario?

Hay una sobreproducción de cocaína en Sudamérica que se traduce en una sobrealimentación del mercado. El precio de venta en el canal ilícito, tanto de las dosis como al kilo, ofrece datos a la baja, lo que indica que existe una sobrealimentación. También suben las incautaciones, y somos muy conscientes de que la cantidad de sustancia incautada está muy por debajo de la que alcanza el mercado. Hay una tercera dimensión que nos sirve para estimar la cantidad de sustancias que llegan al mercado ilícito, y son las cifras derivadas de los recursos sanitarios destinados a atender a las personas afectadas por el consumo. Ahí también encontramos, tanto si hablamos de cannabis, de cocaína o de heroína, que los porcentajes de consumidores suben en distintas capas de edad y estratos sociales. Esto debe servir para que prestemos la atención necesaria a esta actividad.

Existe una cierta banalización de los riesgos de las drogas.

 Allá donde se observe la posibilidad de obtener dinero fácil siempre habrá personas dispuestas a participar en ese negocio. Es muy importante tener en cuenta que cuanto más sensibilizada esté la sociedad sobre los efectos perniciosos del consumo de estupefacientes, conseguiremos contener la demanda, y así limitaremos el efecto expansivo de estas organizaciones. Es preocupante y debería ser necesario en relación con los jóvenes, especialmente en el cannabis y sus derivados.

Y los tentáculos del narco gallego son cada día más largos.

En Galicia hemos comprobado el asentamiento de organizaciones de narcotransportistas especializados en una determinada labor operativa, con una experiencia que implementan tanto en este territorio como en otros. No hay una consideración correcta del narcotráfico si limitamos el ámbito territorial, porque es una actividad globalizada, con organizaciones compuestas por sujetos de distintas nacionalidades. Buscan la máxima rentabilidad, e igual que hacen circular los beneficios económicos y protegerlos los fijan en distintas ubicaciones, también obtienen colaboración de sujetos de esas ubicaciones. Es más fácil la comunicación, el transporte y los desplazamientos de las personas, y si hay que introducir sustancias desde América Latina hasta Europa, eso se podrá hacer a través de las costas gallegas o del Estrecho, o haciendo escala en África. Las organizaciones, que están intercomunicadas y buscan el sistema más eficiente entre toda la costa de la Península. Debemos procurar que la labor de prevención e investigación de estas actividades esté también interconectada y preparada para prevenir esa actuación criminal.

Supongo que nadie volverá a decir que aquí ya no hay droga...

Decirlo sería negar la evidencia que hemos visto en la incautación de la playa de O Foxo. No es un hecho aislado, es un punto de una espiral cuya evolución nos preocupa mucho. En lugar de desesperarnos pensando en que nunca vamos a conseguir parar esto, deberíamos considerar cómo estaríamos si no hiciésemos esto. Un gigante nunca va a dejar de intentar pisarte, pero tú puedes conseguir al menos que tropiece, que se caiga o que no pueda avanzar.

¿Qué recetas tiene para el futuro?

Nadie cree que esto vaya a descender. Confío en la mayor eficiencia de la que nos podamos dotar para contener esta actividad criminal, que vendría de una inversión que consiga dotarnos de medios informáticos y materiales en general eficaces, y de algo que no cuesta dinero: la modificación normativa que establezca un sistema más ágil que el que ahora mismo tenemos.

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