Los 'Navy Seals' del continente helado se ejercitan en aguas de Pedras Negras

Los 13 militares de la XXXV Campaña Antártica completan en O Grove su formación náutica como paso previo a una misión de tres meses en una de las zonas más inhóspitas del planeta

Parte del contingente desplazado estos días a O Grove, este martes, durante la simulación de un desembarco en una playa. GONZALO GARCÍA
photo_camera Parte del contingente desplazado estos días a O Grove, este martes, durante la simulación de un desembarco en una playa. GONZALO GARCÍA

Son conscientes de las enormes dificultades que les aguardan. Unos, los menos, porque ya las conocen del año pasado; otros, la mayoría, porque se lo han contado sus compañeros. Pero los 13 militares que llevarán a cabo la XXXV Campaña Antártica comparten una desbordante ilusión por afrontar un desafío profesional y personal difícilmente igualable.

Durante varias semanas han venido adiestrándose en diversas parcelas para superar los desafíos propios del continente helado. Y desde el pasado lunes han instalado su base en O Grove para ejercitarse en el apartado marino.

Durante una semana, reciben formación sobre navegación y movimiento, seguridad, reglamentos, marcas y señales, montaje y desmontaje de embarcaciones a motor, entrada y salida de playas, empleo del GPS, saltos al agua, rescate en el mar, natación, uso de trajes de supervivencia...

Todo ello con la colaboración de los Zapadores de la Brilat, que les facilitan toda la logística.

Este es, precisamente, uno de los motivos por los que estos ejercicios tienen como escenario el muelle de Pedras Negras. Durante décadas, el contingente se formaba en aguas de Cartagena, pero las condiciones eran absolutamente diferentes a las que se iban a encontrar en el Polo Sur: aguas mucho más cálidas, mar totalmente encalmado...

Fue en 2014, gracias a que un comandante de la Brilat propuso probar en O Grove, que los coordinadores de la misión aceptaron el cambio y desde entonces ya se ha convertido en una tradición.

DOS DE LA BRILAT. Bajo el mando del comandante Víctor Mariño, esta campaña volverá a contar con expertos en logística, sanidad, medio ambiente, movimiento y navegación, comunicaciones, motores, instalaciones y alimentación.

Por unos días serán la élite del Ejército, pero en vez de armas y explosivos, su munición será la inteligencia y la destreza.

La Brilat tendrá una doble representación, pues al sargento primero David Lobato (que ya viajó el año pasado) se le suma el brigada Abel Vidal, que se encargará de los motores junto al también brigada Jorge Tablero.

Su tarea consistirá en asegurar que los expertos puedan cumplir con sus objetivos en las condiciones más seguras posibles, atendiendo especialmente su alimentación, movimientos marítimos por la costa Antártica, desplazamientos en hielo, glaciares y la compleja orografía allí existente.

El traslado a la Antártida está previsto para mediados de diciembre, coincidiendo con el verano austral, cuando las temperaturas permitirán la vida humana en una de las zonas más inhóspitas de la Tierra.

Aún así, militares y científicos se encontrarán con valores de entre los 0 y los 10 grados bajo cero, aunque en algunas tormentas puede bajar hasta los -25, con rachas de viento de 120 km/h.

Una veterana misión sobre un volcán activo
La Campaña Antártica se desarrolla en Isla Decepción, que es la parte superior del volcán más activo del continente helado. La última erupción data de 1970, aunque la del año anterior llegó a destruir una base chilena y otra británica.

El Ejército de Tierra comenzó a colaborar con la actividad científica en 1988, por lo que ahora mismo es la misión en el extranjero más antigua.


Víctor Mariño, comandante

Víctor Mariño, Comandante: "Esto es una experiencia digna de contar a los nietos"

Cuando uno se presenta voluntario a una misión así, ¿qué referencias busca?
Esta misión es muy conocida y todos queremos ir porque es una zona muy diferente a lo conocido. Así que los compañeros nos van contando las experiencias que se viven allí.

¿Cuál será su papel?
Apoyar al personal científico, conocer una zona diferente, un clima singular...

¿Qué le ha motivado para dar el paso?
Todos los militares tenemos vocación de experimentar experiencias diferentes y visitar zonas que no son asequibles a todo el mundo. Además, yo estoy diplomado en Montaña y soy del sur de España, con lo me podré conjugar mis dos aficiones en una sola misión.

¿Cuál será el principal desafío al que se deberán enfrentar?
El principal es el aislamiento, porque somos 30 personas que debemos convivir cuatro meses a mil kilómetros del lugar poblado más cercano. Y después hacerlo todo con la mayor seguridad posible, para nosotros y para los científicos.

Una experiencia inolvidable...
Una experiencia increíble, sin duda. Para contársela a los nietos y a todo el mundo.

David A. Lobato, Sargento 1º (instalaciones)

David A. Lobato, Sargento 1º (Instalaciones): "Hasta que no llegas allí no eres consciente de lo que estás viviendo"

David Lobato pertenece al Grupo Logístico de la Brilat y esta será su segunda experiencia en la Antártida, donde se ocupará del mantenimiento de las instalaciones.

¿Qué sensaciones se trajo de su anterior estancia?
No fue especialmente duro, porque nos entrenamos para afrontar la peor situación posible. Fue una experiencia genial, porque por mucho que veas fotos o te lo cuenten, hasta que no llegas allí y ves todo aquello, no eres realmente consciente de lo que vives.

En un entorno tan hostil, ¿se complica especialmente su labor?
Es muy importante el mantenimiento preventivo, es decir, revisar constantemente el desgaste de las piezas y el maltrato sufrido durante el invierno.

Como veterano, ¿por qué es lo que más le preguntan?
Cada uno por su parcela, las dificultades previstas...

Abel Vidal, Brigada (motores)

Abel Vidal, Brigada (Motores): "Esta misión es totalmente distinta a las de Afganistán, Bosnia o Kosovo"

El brigada Abel Vidal, de la unidad de Zapadores de la Brilat, se estrena en esta misión para responsabilizarse de los motores.

¿Cuál será su principal función?
Que funcionen perfectamente los grupos electrógenos, los fuera borda, carretillas elevadoras... todo lo que lleve un motor.

¿Qué es lo que le ha animado a apuntarse a esta misión?
La exclusividad, porque aquí estamos solo 13 personas de un montón de candidatos. Y después la aventura, totalmente diferente al resto de misiones. La mayoría de nosotros hemos estado en Afganistán, Bosnia, Kosovo... pero esto es totalmente distinto.

Al ser novato en esta campaña, ¿qué es lo que más le inquieta?
Que surja un problema que no podamos solucionar en ese momento. El hándicap es la distancia y la lejanía, y tenemos que solucionarlo de la mejor forma posible.