Los negocios con mayor solera de Pontevedra

La librería Cao, la Ferretería Gallega, Comercial limeres o Sargadelos son algunos de los comercios que han sobrevivido más de medio siglo en la ciudad del lérez, superando la dictadura, la crisis económica de 2008 y la actual pandemia de la covid-19
Los negocios más prosperos de Pontevedra. BEATRIZ CÍSCAR
photo_camera Los negocios más prosperos de Pontevedra. BEATRIZ CÍSCAR

. "Resistiré, para seguir viviendo. Soportaré los golpes y jamás me rendiré y aunque los sueños se me rompan en pedazos... Resistiré, resistiré". Ese no es solo una de los versos del estribillo de la canción Resistiré, del Dúo Dinámico, esta es también la filosofía que mejor describe a muchos de los comercios con mayor solera de Pontevedra.

Sobrevivir a la crisis de la covid-19 no está siendo nada fácil para ninguno de los negocios de la ciudad, pero sin duda, algunos tienen mayor experiencia en eso de resistir ante las adversidades. Establecimientos  situados  en pleno centro de la Boa Vila que han superado, por ejemplo, la dictadura o la crisis económica de 2008.

Adaptarse y especializarse han sido sin duda algunas de las claves que han hecho posible su superviviencia a lo largo de más de medio siglo, pero trabajar en familia también es otro de los motivos que ayuda a que comercios como la Librería Cao, la Ferretería Gallega, Comercial Limeres o Sargadelos, se hayan convertido en los establecimientos más antiguos de la Boa Vila. Negocios que son ya un referente y un ejemplo para todos los pontevedreses.

Ferretería Gallega Rúa Real

Sin nombre

El respeto, la clave para que un comercio familiar sobreviva más de medio siglo

La Ferretería Gallega es uno de los negocios con mayor solera de Pontevedra. Un comercio que abrió sus puertas en el 1947 y que, desde hace seis años, está a cargo de dos primos.

El establecimiento lo abrió el padre de uno de ellos pero, tras emigrar a Venezuela, lo dejó en manos de su hermano. Su mujer y él convirtieron a esta Ferretería, situada en la Rúa Real, en uno de los locales de referencia de la ciudad.

Con el paso del tiempo,  los propietarios se situaron en un segundo plano y dejaron el local a cargo de su hijo y de su sobrino, los actuales encargados del comercio.

Jamás he visto una mala palabra entre mi padre y mi tío. Siempre hemos trabajado con un clima cordial y de respeto

Uno de los propietarios, Luis Miguel Araújo, reconoce que "las cosas están muy difíciles" y que la bajada en las ventas les ha obligado a reducir personal. Antes eran cinco las personas que formaban el equipo de este negocio y, en la actualidad, tan solo son tres. "Hoy en día Internet hace milagros", asegura. Justamente por las nuevas tecnologías, los propietarios de esta ferretería se encuentran diariamente con clientes que "ya te vienen pidiendo modelos específicos, porque los han visto previamente en Internet y solo quieren verlos físicamente".

FUTURO. Luis Miguel sabe que el futuro es impredecible y no sabe si este comercio seguirá en pie con el paso de los años. En un año él se jubilará y su primo lo hará unos años más tarde. Sin embargo, al propietario no le preocupa que nadie siga con el negocio familiar. "A mí me preocupa llevar la ferretería a buen fin hasta que yo esté dentro". Y, aunque el dueño sabe que "es un negocio que funciona muy bien y mueve a mucha gente"  también es consciente de que "los tiempos ya no son los que eran".

TRABAJAR EN FAMILIA. Lo que sí tienen claro los dueños de la Ferretería Gallega es que  han sido unos afortunados al poder trabajar con su familia. "Jamás he visto una mala palabra entre mi padre y mi tío y muy rara vez entre mi primo y yo. Siempre hemos trabajado con un clima cordial y de respeto". Y eso, tal vez, sea la clave para que un negocio sobreviva más de medio siglo

Sargadelos y Enmarcaciones Torrado Rúa Oliva

Sin nombre

El negocio de referencia en el sector de la cerámica

Ignacio Torrado puso en marcha en el año 1950 la tienda El Candado, un pequeño comercio situado en la calle Manuel Quiroga especializado en la reparación de marcos. En el año 1965, la tienda se traslada a la Rúa Oliva a manos de Ignacio y de su hijo, Rafael, pero no fue hasta hace 20 años cuando Diego entró a trabajar en el negocio familiar.

Este comercio se convirtió rápidamente en el primero que ofrecía la cerámica de Sargadelos en toda Galicia, algo que siempre convinaron con la enmarcación, tanto nueva como la reparación. Actualmente, son los únicos de toda Pontevedra que cuentan con taller propio en la misma tienda, algo que "nos facilita la entrega de trabajos urgentes", explica Diego

El actual propietario de Sargadelos y de Enmarcaciones Torrado asegura que el avance de las tecnologías les ayudó mucho en su trabajo. "El negocio mejoró mucho y en cuanto a Sargadelos, las piezas vienen ya más o menos todas iguales, no como antiguamente que una misma pieza podía variar", eso sí, Diego insiste en que a pesar de ello, el proceso sigue siendo "totalmente artesanal".

Hay chicos de 15 o 16 años que conocen la cerámica, saben lo que es, visitan la fábrica y compran en la tienda

PÚBLICO MÁS JOVEN. En  esta tienda pontevedresa no solo cambió el proceso de trabajo con las nuevas tecnologías, sino que el paso del tiempo también hizo que se modificase el tipo de público que visita y compra en la tienda. "Antes venía mucha gente de 50, 60 años o más, y ahora viene también gente más joven. Incluso hay chicos de 15 o 16 años que conocen la cerámica, saben lo que es, visitaron la fábrica alguna vez y compran en nuestra tienda", asegura el dueño.

En cuanto al futuro, Diego Torrado reconoce que las ventas ya no son tan fuertes como cuando abrió la tienda. "Antes eran otros tiempos", asegura.

Sin embargo, el interés de los más jóvenes aviva la esperanza de que este negocio siga siendo lo que es en la actualidad, un referente en el sector de la cerámica y de las enmarcaciones, no solo en Pontevedra, sino también en toda Galicia.

Librería Cao Rúa Sarmiento

Sin nombre

La librería que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos

Corría el año 1948 cuando Dámaso Carrasco se auto exilió de Madrid para librarse de una pena de muerte por ser republicano. En Pontevedra encontró un refugio, una ciudad que lo acogió con los brazos abiertos, y donde decidió fundar la Librería Cao. En un primer momento, el negocio estaba situado en la Plaza de la Peregrina pero en el año 1973 se trasladó a la Rúa Sarmiento, donde continúa en la actualidad.

Medio siglo después, el local continúa a pleno rendimiento a cargo de la nieta de Dámaso. Laura Carrasco tomó el mando de la librería hace 8 años, cuando su madre enfermó y desarrolló una alergia a la tinta y el papel, el mayor colmo de un librero.

Ante esta situación, la pontevedresa no dudó un segundo en volverse de Londres, donde trabajaba, y centrarse plenamente en el negocio familiar. "Estoy tan orgullosa de esta librería y tengo tantos recuerdos que no lo dudé", asegura Laura.

La dueña de la librería asegura que llevar una empresa familiar "es una cosa muy natural", de hecho, reconoce que es algo que "vas mamando desde que eres chiquitita y no te das cuenta de todo lo que adquieres en tu ADN".

A mi abuelo le enviaban los libros que se salvaban de las quemas enrollados dentro de las piñas de plátanos

Gracias a los contactos que tenía su abuelo, Laura pudo conocer a importantes personalidades, tales como Torrente Ballester, Méndez Ferrín o Antonio Odriozola. "Odriozola me daba cinco pesetas para comprarme chuches", cuenta Laura entre risas.

Y si algo tiene claro la dueña es que si un negocio sobrevive tanto tiempo es gracias a la especialización. "Nosotros estamos especiaizados en arte, diseño, moda... y también trabajamos con el libro descatalogado, obras que están difíciles de encontrar y nosotros tenemos proveedores muy específicos que trabajan este tipo de libro", explica.

PÚBLICO. En cuanto al público, la dueña de la librería reconoce que ha cambiado mucho en los últimos años.

Los canales online nos ayudaron muchísimo para no perder las ventas durante el confinamiento

"A finales de los 70 teníamos libros que normalmente no estaban en España porque eran libros que Franco no aprobaba. Incluso en la época de mi abuelo, durante la dictadura, a él le enviaban los libros que se salvaban de las quemas de la censura y se los mandaban a mi abuelo enrollados dentro de las piñas de plátanos". Es decir, "antes era un público más enfocado en el coleccionismo, ahora no hay tanto interés por el libro antiguo y el coleccionismo".

PANDEMIA. La crisis sanitaria de la covid-19 fue una nueva piedra en el camino de esta librería. Evidentemente, el negocio tuvo que cerrar sus puertas durante el confinamiento, pero Laura encontró en internet su salvación. "Tenemos varios canales online entonces eso nos ayudó muchísimo para no perder todas las ventas durante el confinamiento. Los canales online , sin duda, nos salvaron", asegura.

Además, la dueña de esta librería agradece el esfuerzo que hicieron los pontevedreses cuando el local de la Rúa Sarmiento volvió a abrir sus puertas. "Cuando salimos del confinamiento, la respuesta de la gente fue impresionante, la gente respondió súper bien".

Y a pesar del miedo de muchos, Laura Carrasco está convencida de que las librerías no van a desaparecer, pero es consciente de que "de aquí a 15 o 20 años habrá menos". Justamente por eso, la pontevedresa tiene claro que la clave es "especializarse y adaptarse a las nuevas tecnologías, porque la gente las está utilizando cada vez más y ese será nuestro canal de superviviencia"

Comercial Limeres Rúa Conde de San Román 

Sin nombre

De las lámparas de Milán, París o Frankfurt a la iluminación led

Casi medio siglo lleva en funcionamiento Comercial  Limeres. Este negocio familiar fue fundado en 1976 por el padre de Federico Limeres, el actual propietario. "En esa época, los coches aún aparcaban en el Paseo de Odriozola y desde entonces ha llovido un poco", asegura el dueño.

En aquel momento, la tienda estaba centrada en la iluminación, los menajes, los regalos y los pequeños electrodomésticos. Poco a poco, "fuimos dejando paulatinamente el capítulo de los electrodomésticos y nos centramos más en las lámparas, que es nuestra especialización actual", explica el pontevedrés.

De hecho, tanto ha cambiado este comercio que en pocos años han pasado de las lámparas de Milán, París o Frankfurt, "siendo de las pocas tiendas que ofrecíamos en España este tipo de productos", a estar centrados actualmente en la iluminación led.

Trabajar con mis padres mientras estuvieron en activo fue una experiencia muy enriquecedora

Sin duda, este es el claro negocio que demuestra que hay que renovarse o morir y en Comercial Limeres han sabido adaptarse a la perfección a los nuevos tiempos y a las nuevas generaciones.

DEDICACIÓN. Este negocio familiar cambió por completo la vida de Federico. El dueño del establecimiento tenía claro que quería estudiar Bellas Artes, "siempre tuve buena mano para dibujo y mis padres me alentaron para que hiciera la carrera de Bellas Artes cuando aún no estaba la Facultad en Pontevedra", explica.

Los profesionales tenemos que estar en internet y aprender a combinar la tienda online con la física

Sin embargo, tras un tiempo estudiando economía, decidió trabajar codo a codo con sus padres y dedicarse en cuerpo y alma al negocio familiar. "Trabajar con mis padres mientras estuvieron en activo fue una experiencia muy enriquecedora, tanto en lo profesional como en lo humano, y es un privilegio si puedes trabajar en familia en un clima de armonía", asegura Limeres.

INTERNET. Federico reconoce que las nuevas tecnologías han hecho mucho daño al comercio local. De hecho, las nuevas tecnologías han hecho que los clientes "se informen por internet antes de pisar una tienda física". Es por ello, que el dueño de Comercial Limeres está convencido de que "los profesionales tenemos que estar en internet y aprender a combinar la tienda online con la física, porque es algo que ha llegado para quedarse"