Los negocios se quejan del cúmulo de compost que crece en Santo Domingo

Los establecimientos urgen la eliminación de las hojas de camelia putrefactas apiladas junto al crucero porque "generan olores e insectos"
Montones de hojas de camelia junto a las Ruínas de Santo Domingo. DP
photo_camera Montones de hojas de camelia junto a las Ruínas de Santo Domingo. DP

Lo que comenzó siendo un pequeño apilamiento de hojas de camelia en la base del crucero de las Ruínas de Santo Domingo se está convirtiendo en una montaña de "compost". Los negocios del entorno, situados en la calle Marqués de Riestra, ponen el grito en el cielo por la "mala imagen" y los "problemas de índole sanitaria" que puede acarrear la progresiva putrefacción de los elementos naturales de la denominada "flor de las Rías Baixas" ya que, indican, "generan olores y es foco de insectos".

Los afectados aseguran que han notificado el problema tanto a la Deputación (a quien corresponde la gestión del conjunto histórico-artístico del antiguo convento) como al Concello, aunque hasta la fecha ninguna de estas administraciones ha atendido su reivindicación, que no es otra que la retirada del cúmulo de hojas y la limpieza del lugar. "Ni siquiera el barrendero encargado de la limpieza de esta zona se atreve a tocar estos restos hasta que no tenga orden de eliminarlos".

Los negocios explican que ven a diario cómo una mujer -precisan que de origen extranjero y que duerme en la calle- es la responsable del amontonamiento de los restos orgánicos que, precisan, "están fermentando y generando bichos". Temen que este problema se pueda acrecentar de cara a la temporada estival, con la llegada de las altas temperaturas.

Además, recuerdan que las Ruínas de Santo Domingo constituyen uno de los monumentos más emblemáticos de la Boa Vila y, por lo tanto, más visitados y fotografiados por los turistas. "¿Qué imagen se pueden llevar los forasteros de la ciudad cuando ven ese "compost"? ¡Seguro que alucinan!", comenta el propietario de uno de los establecimientos de la zona.

"En las fotografías -añade- también pueden salir las cajas situadas al lado de las Ruinas de Santo Domingo y que utiliza la mujer que todos los días se encarga de hacer aumentar el montón de restos de flores, que ya alcanza el medio metro de altura. Incluso resultará necesario limpiar la base del crucero y reponer el césped porque se están viendo afectados por la fermentación del "compost"".

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