"Os nenos de cero a tres anos non poden estar sen calefacción. É inhumano". Quien habla es el concejal de Benestar Social, Marcos Rey, quien acabó tramitando por la vía de emergencia el arreglo de la caldera para que la escuela infantil A Galiña Azul de A Parda pudiera recuperar la calefacción, un servicio imprescindible para usuarios tan pequeños y cuya falta de funcionamiento ya había movilizado tanto a la dirección del centro como a las familias.
En la tarde de este viernes parecía que la infraestructura volvía a funcionar después de más de dos meses sin apenas prestar servicio, según le confirmaron a Rey desde la propia escuela, una vez que se cambió una pieza presuntamente defectuosa.
La voz de alarma la dieron las familias de los pequeños. "A dirección da escola levaba avisando de que a caldeira non funcionaba desde o 16 de setembro", explicaba este viernes una portavoz. "Ao principio non facía moita falta, pero nas últimas semanas é imprescindible". Por eso tuvieron que llevar mantas para que los más pequeños pudieran dormir la siesta cómodamente. Dado que se trata de un actuación de mantenimiento, el Consorcio de Igualdade e Benestar "desenténdense", por lo que la obligación recae en el Concello de Pontevedra. Recientemente "veu o servizo técnico" y la caldera fue reparada, pero "funcionou dous días e volve fallar. Esta é unha prioridade máxima", subrayan las familias, quienes se pusieron en contacto con el edil de Benestar Social para exigir una solución.
El socialista admitió que es totalmente injustificable que se esté produciendo esta situación y que "se tramitou o arranxo, ou a substitución, se é preciso, pola vía de emerxencia". Además, Rey desgranó al detalle las vicisitudes administrativas que desembocaron en casi tres meses sin que la calefacción funcionase en la Galiña Azul más grande de Galicia.
Explicó que la documentación para disponer de una partida extra presupuestaria para tareas de mantenimiento -la inicial estaba agotada- debía llegar firmada desde el departamento de Educación, que dirige el también socialista Tino Fernández. "O arranxo pediuse en setembro pero a min chegoume a finais de outubro" y rápidamente se puso en marcha la maquinaria para que los técnicos valorasen la incidencia. Desde entonces hubo que esperar para sustituir la placa base -algo más de 1.000 euros-, pero a los pocos días dejó de funcionar de nuevo. Antes de que este viernes, tras volver los técnicos, quedara aparentemente solucionada la avería, Rey no descartaba adquirir una caldera nueva por la vía de emergencia, aunque temía que el encargo tardase una o dos semanas.
