Los trabajadores de Ence se quedaron con las ganas de poder entrevistarse con Pedro Sánchez o con alguna persona de su equipo de confianza. "A primera hora de la tarde nos dijeron que seguramente sería posible, pero después ya nos advirtieron de que no", se lamentaba Ana Cedeira, una de las responsables de los comités de empresa.
Los defensores de los puestos de trabajo se apostaron en los aledaños del Auditorio Mar de Vigo, estrechamente vigilados por efectivos policiales, desde bastante antes de la llegada de la comitiva socialista que encabezaría el titular del Gobierno central.
Desde el primer momento, corearon consignas, hicieron sonar sus silbatos y, definitiva, se hicieron notar para llamar la atención sobre su malestar por una decisión, el allanamiento de la Abogacía del Estado en el recurso a la prórroga concedida por Mariano Rajoy, que puede llevar al traste más de 5.000 empleos, según datos de los trabajadores.
"Como no pudimos hacerle entrega de nuestro comunicado a Pedro Sánchez, lo leímos públicamente, en medio de la calle", puntualizó Ana Cedeira.
