"Todas las operaciones son importantes, pero en esta lo que destaca son los personajes que hemos detenido y la hiperactividad que tenían. En este caso siete kilos de heroína han bastado para hacer todos estos detenidos (17), y hemos podido llegar a las cabezas de tres grupos muy activos que formaban un todo con un nexo común: el proveedor turco". Así detallaba este viernes en A Coruña el responsable de la Sección II de la Brigada Central de Estupefacientes la importancia de la operación que tuvo como eje central el arresto de Sabdullah Unnu, alias Nicol, posiblemente el narcotraficante turco más importante de cuantos actúan en España en la actualidad.
Sobre la estructura desarticulada al servicio de 'Nicol', los investigadores señalan que "él tiene su propia organización, su pequeño núcleo en Madrid. Tenía a su gente fija y después se servía de otros grupos, uno en Galicia, otro en Cantabria y otro en el País Vasco, todos ellos perfectamente organizados. Él ha estado utilizando toda la infraestructura que le ofrecían esos tres grupos, pero no solo para distribuir. No actuaban de forma aislada, sino que él había integrado en su propio hacer criminal la infraestructura de las otras tres, que a su vez se las habían ofrecido".
GRAN ACTIVIDAD. Uno de los aspectos que más destaca la Brigada Central de Estupefacientes, que para este operativo contó con la colaboración de las Udyco de A Coruña y Vigo y del Greco Galicia, entre otras unidades, es la "hiperactividad" no solo de 'Nicol', sino de las organizaciones que se relacionaban con él.
"Le llamamos el itinerante, porque curiosamente no le hemos averiguado ni un solo domicilio aquí en España"
"Tenían autonomía, por lo que además de trabajar con el turco lo hacían por su cuenta. Ejemplo de ello lo hemos visto en el País Vasco, donde estaban moviendo speed al margen de este individuo", añadieron. Esta apreciación sirve igualmente para el entramado con base en Cantabria y, por supuesto, para la rama gallega presuntamente dirigida por Javier Janeiro 'Javillo', que precisamente acaba de conocer la condena que le corresponde por su anterior participación en la introducción de otro alijo de heroína en Galicia: ocho años de prisión.
Sobre el perfil del capo turco, destaca que fue detenido anteriormente en dos ocasiones, "en la operación Teide, con un velero, y en los años 90 con más de 100 kilos, en Madrid". La clave para llegar a él, según la Brigada Central, recuerda mucho al modo en el que cayó Sito Miñanco. "Conocemos perfectamente al personaje y, en este caso, cuando supimos que estaba otra vez en la calle, tratamos de averiguar dónde estaba y qué estaba haciendo. Generalmente no se reciclan. Iniciamos las gestiones y ya le localizamos en Galicia estableciendo contacto con personas vinculadas al tráfico de drogas. Todos sus movimientos eran sospechosos y nos dimos cuenta de que seguía en el negocio. Es un hombre hiperactivo, serio y disciplinado, como lo ha sido siempre en los 20 años que le hemos estado investigando".
"Le llamamos el itinerante, porque curiosamente no le hemos averiguado ni un solo domicilio aquí en España. La primera vez que salió de la cárcel sí estaba asentado. Vivía en un chalé estupendo cerca de Alcalá de Henares y tenía una empresa de mariscos En la segunda ocasión estaba en la zona de Baza pero ya era itinerante. La vida la hacía en el coche, no quería relacionarse con nadie. Cambiaron sus circunstancias personales y operaba en Madrid, la Costa del Sol y Galicia, donde ya tenía su red clientelar", explica la Policía. A sus 61 años, tendrá difícil volver salir de prisión antes de cumplir 70.
