El fin de semana trajo consigo una estampa de niebla que provocó la bajada de las temperaturas en toda la provincia, sobre todo a partir de la tarde del sábado. Su densidad incrementó la humedad en el ambiente hasta el punto de dar la sensación de llovizna. Esta situación meteorológica hizo que muchas personas vieran sus planes de ocio trastocados, si bien el tráfico siguió siendo intenso en las rutas de playa.
Las previsiones para los próximos días prevén la presencia de niebla mantinal hasta el mediodía, cuando se espera que el día comience a despejar. La niebla también estará presente durante la noche de alguna jornada -como la de este domingo-, que obligará a coger la chaqueta después de muchas jornadas de altas temperaturas. Por tanto, el calor amaina llega un respiro al rebufo de uno de los julios más calurosos de las últimas décadas.
Las previsiones meteorológicas a corto plazo traen buenas noticias para los montes y la sequía, con posibilidad de lluvia en la tarde del miércoles que se podría prolongar durante el resto de la semana. También se espera la llegada de tormentas a zonas de interior que dejarán chuvascos dispersos por toda Galicia. Esto supondría un respiro para la complicada situación de muchos incendios de la comunidad como el de O Barbanza o el de A Fracha, que en estos momentos se encuentra estabilizado. Se calcula que el fuego ha arrasado cerca de 4.000 hectáreas en lo que va de verano en todo el territorio gallego.
Las temperaturas mínimas en la ciudad de Pontevedra no bajarán de los 18º, al menos hasta el miércoles, aunque el aire frío en altura desplazará al aire cálido, haciendo que las máximas no superen los 27º, entrando así en un ciclo más templado, que se corresponde con lo usual en esta época del año. A largo y medio plazo, es posible que las temperaturas se mantengan moderadas con la aparición de nubosidad durante la próxima semana, además de la niebla, que dejará cielos despejados con intervalos nubosos y algún episodio de chuvascos.
