Un individuo fue condenado a cuatro meses de multa por resistencia a la autoridad al negarse a realizar un control de alcoholemia.
El multado, que era reincidente y contaba con antecedentes de este tipo, mantuvo también una actitud violenta de cara a los dos agentes de la Policía Local de Pontevedra que lo pararon.
Por ello, deberá que abonar también dos multas leves por lesiones, así como dos indemnizaciones, de 215 y 1.400 euros, respectivamente, a los policías agredidos.