Las tres niñas atropelladas el pasado sábado en Monte Porreiro no estaban jugando en la entrada de un garaje ni estiradas en el suelo. Según matizaron este lunes los padres de una de las menores, "las pequeñas se encontraban a unos cinco metros de distancia de la puerta del garaje", sentadas, pintado unas pancartas de apoyo a los participantes en la prueba ciclista Cuatro Picos y fuera de la trayectoria que pudiera realizar cualquier vehículo.
Los hechos sucedieron en la calle Reino Unido de la urbanización, muy cerca del puente de As Palabras que une el barrio con la parroquia vecina de Lérez.
TESTIGO. Esos mismos progenitores y otros testigos afirman estar convencidos de que el conductor del vehículo cuando salió del garaje centró toda su atención en el paso de los ciclistas y no vio a las niñas.
Añaden que incluso algunas personas que presenciaron el suceso tuvieron que advertirle a voz en grito que parara el coche porque había arrollado a las pequeñas, que quedaron atrapadas bajo el automóvil. Para rescatar a las pequeñas, incluso fue necesario levantar a pulso la parte frontal del vehículo.
Tras el atropello las tres niñas, con magulladuras y quemaduras tras haber sido arrastradas por el asfalto, fueron trasladadas a un centro sanitario para una valoración médica; la de 5 años fue dada de alta este lunes, mientras que la de 12 recibirá el alta hospitalaria entre este martes y el miércoles. La de 9 años, que aún continúa ingresada, sufrió daños de cierta consideración en una de sus rodillas.
