"Nadie habla de un 'zombi' ocultado en Centroamérica con otra identidad"

La sombra del Mayor Carvalho, dueño del alijo del Titán III, planeó en la última sesión del jucio ► Jacinto Santos volvió a proclamar su inocencia pese a sus encuentros con el capo brasileño
Jacinto Santos durante el juicio. JAVIER CERVERA- MERCADILLO
photo_camera Jacinto Santos durante el juicio. JAVIER CERVERA- MERCADILLO

Con las nuevas penas propuestas por el fiscal para los 17 encausados ya conocidas, todos ellos tuvieron ayer el turno de última palabra para defender su inocencia o, en su caso, pedir perdón por el delito cometido. Ese fue el caso de Mario O., uno de los financiadores del cargamento de 1,7 toneladas de cocaína que se dirigía a costas gallegas a bordo del Titán III.

El barbanzano era el enlace directo entre la organización de O Salnés, presuntamente dirigida por el conocidísimo Jacinto Santos Viñas, y el dueño de la mercancía, el poderoso capo brasileño Sergio de Carvalho, que por entonces empleaba la identidad del surinamés Paul Wouter.

Precisamente la figura del jefe del cártel volvió a la palestra durante la última intervención del letrado de Pedro R., patrón del Titán, que aludió a él diciendo que nadie habla "de un zombi o muerto viviente hoy ocultado en Centroamérica con una nueva identidad".

Policía y procesados saben quién era el verdadero responsable de aquel narcotransporte frustrado en agosto de 2018 por el Greco Galicia de la Comisaría de Pontevedra. Sin embargo, la Audiencia dio por bueno el certificado de defunción presentado por sus letrados, y ahí acabó su responsabilidad. Nadie duda que está vivo y plenamente operativo, dirigiendo una de las mayores redes de narcotráfico del mundo.

Jacinto Santos, dueño de la casa en la que se producían, según el fiscal, las reuniones claves para el narcotransporte, volvió a declararse "inocente", lo mismo que la gran mayoría de los encausados. Los tripulantes del Titán, por su parte, explicaron que se subieron al barco "engañados", pensando que "iban a trabajar", aunque les habían ofrecido más dinero del habitual por aquella 'faena'.

La estrategia del desconocimiento de la carga se les vino abajo al final del plenario, con la última palabra de Pedro R., patrón. Su argumentario, centrado en la presunta falta de jurisdicción de España para abordar su pesquero, incluyó referencias directas a la carga ilícita que transportaba, dando por hecho que todos los que viajaban a sus órdenes sabían de ello.

Las mujeres de Santos y de Mario, por su parte, volvieron a declarar que nada tenían que ver con sus parejas y sus negocios.

Tras cerca de cuatro meses de sesiones, el fiscal pide penas que oscilan entre los tres y los trece años y medio de cárcel para los acusados. El Mayor Carvalho, mientras, sigue en la sombra.

Las defensas insisten en negar la competencia de España para el abordaje 
Aunque ya fue planteado en el turno de cuestiones previas y resuelto por la sala, las defensas insistieron en la fase final del juicio en poner en duda la jurisdicción de España a la hora de ejecutar el abordaje del Titán III en aguas internacionales.

El instructor de la causa también informó en el plenario que la diligencia se practicó con todas las garantías y bajo la supervisión del CITCO (Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y el Crimen Organizado). De bandera panameña, el buque estaba averiado y a la deriva cuando fue interceptado por Vigilancia Aduanera.

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