"En 4º o 5º de Primaria ya saben latín. Se hacen fotos y las ponen en las redes sociales", advierte Roberto Carrera. Este agente, junto a su compañero, el inspector José Soengas, forma parte del departamento de Participación Ciudadana de la Policía Nacional en Pontevedra. El martes ambos ofrecieron una charla centrada en el acoso a través de las nuevas tecnologías en la I Jornada sobre Bullying celebrada en la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte.
"Los niños piensan que el ciberacoso sale gratis, pero es un delito y lo pagan los padres. Hay multas de hasta 30.000"
El auditorio, formado por cerca de un centenar de futuros docentes, conoció de primera mano la situación que se vive en los colegios e institutos desde la irrupción de los móviles, las tablets, los juegos online -con chats que funcionan como cebo para pederastas y pedófilos- y "mil aplicaciones" como Facebook, Yodel, Snapchat, etcétera. Eso es lo que casi a diario explican en los centros educativos en donde imparten charlas informativas desde hace una década, tanto para el alumnado como para los padres. Durante 2016 ofrecieron 239 en 94 centros de Pontevedra, Marín, Vilagarcía y Vigo. La mayoría en Primaria (110) y ESO (106), pero también en Bachillerato (29) e Infantil (4). Pero, lamenta Soengas, "hay un centro público en Pontevedra que nunca nos ha llamado en este tiempo".
Uno de las advertencias en la que hacen hincapié a los escolares es que no deben fiarse de los interlocutores a través de la red, porque detrás de una pantalla pueden esconderse pederastas y pedófilos. "De los que se sientan en frente de un colegio o en un parque a ver si se escapa un niño para engañarlo deben quedar cuatro. Ahora se quedan en casa detrás del ordenador. Millones de niños se conectan, más fácil imposible".
"Quieren ser mayores, lo imitan todo, pero son emocionalmente inestables. Hay relaciones que duran horas o días"
Aquí surgen términos como grooming (ciberacoso de un adulto a un menor para obtener un beneficio sexual). "Todos los críos tienen Instagram, Facebook, Snapchat... y lo ven como un juego, pero la tablet no es un juguete, está conectada al mundo real". Así, las víctimas acaban cayendo en las redes de los presuntos chicos de su edad que empiezan mandándoles fotos inocentes y acaban pidiéndole imágenes más explícitas, que después utilizan para chantajearlos. "En la web profunda hay un auténtico mercado negro".
Otra modalidad es el sexting o envío de fotos íntimas a una pareja que, después de una ruptura, puede acabar en los móviles de decenas de compañeros. "A esas edades los niños quieren ser mayores, lo imitan todo, pero son emocionalmente inestables". Por eso la Policía les aconseja no enviar imágenes comprometedoras, cuidar la privacidad en las redes, no ceder al chantaje y, sobre todo, contárselo a padres y profesores si son víctimas de un acoso. "Y aunque se aplique el Protocolo de Convivencia de la Xunta es importante denunciarlo en la Policía. No puede salir gratis".
