Los niños de A Parda soportan temperaturas de 34 grados dentro de la escuela infantil

Los trabajadores y el Anpa denuncian el mal estado de las instalaciones y la falta de espacios con sombra ► El Concello alega que el problema es de la estructura, por lo que es competencia de la Xunta, y Política Social alude a que el mantenimiento compete al organismo local
El término marca 33 grados en el comedor de A Parda. DP
photo_camera El termómetro marca 33 grados en el comedor de A Parda. DP

Las elevadas temperaturas de los últimos días han desbordado el vaso. Trabajadores y familias de alumnos de la Escola Infantil A Galiña Azul de A Parda denuncian que el mal estado de las instalaciones y la imposibilidad de utilizar el aire acondicionado por el protocolo anticovid provoca que se estén registrando más de treinta grados en el interior del centro, que recibe diariamente a 120 niños y niñas de entre 0 y 3 años.

La situación no es nueva. La presidenta del Anpa recordó el martes que antes de la Navidad de 2020 mantuvieron una reunión con representantes de Benestar Social del Concello de Pontevedra en la que hicieron constar sus demandas. "Nos dijeron que era problema del edificio y que tendría que venir el arquitecto a verlo, pero por allí no vino nadie", manifestó el martes Marta Martínez.

Trabajadoras de la Escola Infantil de A Parda manifestaron además que hace más de un mes enviaron un escrito tanto al Concello de Pontevedra como a la Consellería de Política Social en el que recogían las principales deficiencias que presenta la escuela infantil, de cara a que se subsanasen antes de que llegasen las altas temperaturas. En este escrito subrayan que el centro cuenta con cinco zonas exteriores "que de estar en boas condicións poderían ser usadas coas crianzas, pero da forma na que se leva o mantemento é imposible".

Reclaman un sistema alternativo de ventilación, ya que por protocolo anticovid no pueden usar el aire acondicionado 

Desde el Anpa denuncian además que los toldos colocados en 2013 para crear una zona de sombra en un patio al que era imposible acceder porque daba el sol todo el día están "completamente rotos", lo que inhabilita también este espacio. Aseguran que también se deterioró la estructura con tejado de paja instalada en su día por el Concello para crear un espacio de sombra. Recuerdan además que este mismo patio tiene otro problema añadido que fue transmitido a las instituciones por el Anpa en ocasiones anteriores, llegando incluso a recoger firmas para reclamar que se solucionase. "O chan do patio é de cemento, o que orixina que os nenos se queimen cada vez que caen", indican.

COVID. Pero sin duda, advierten, el principal problema que sufren en estos días son las elevadas temperaturas que se alcanzan en el interior de las instalaciones, superando los 30 grados. Un problema original que en su día se subsanó con la climatización. "Debido á situación epidemiolóxica que estamos a vivir non nos está permitido o uso dos climatizadores e precisamos unha alternativa", reclaman.

La presidenta del Anpa recuerda además que "cuando empezó el tema del covid pedimos otro sistema de ventilación porque las ventanas son pequeñitas y apenas hay corriente, el aire no se mueve por mucho que esté todo abierto". Desde la Concellería de Benestar Social, que dirige el socialista Marcos Rey, aseguran que el problema de calor del centro "deriva de un defecto de construcción del edificio". Una de las posibles soluciones que está sobre la mesa es la instalación de estores, una obra nueva que, según fuentes municipales, correspondería a la Xunta y no al organismo municipal.

Por su parte, fuentes de Política Social devuelven la pelota al Concello y recuerdan que el mantenimiento de las escuelas infantiles depende de los ayuntamientos. De hecho, aseguran, hace aproximadamente un mes se envió un requerimiento al Concello de Pontevedra para que subsanasen algunas de las deficiencias manifestadas por los trabajadores y las familias del alumnado, como del deterioro de los toldos para crear espacios con sombra. Por el momento nadie se ha puesto en contacto con el centro, que ayer mismo registraba a la hora de comer 33 grados en el interior.

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