Los niños quieren más parques para jugar. Y así se lo reclamaron este jueves al alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, que se reunió con alumnos de 2º de Primaria del CEIP Barcelos para hablar de Pontevedra y conocer de primera mano lo que les gusta y lo que no de la ciudad en la que viven. "Pasareille o recado ó concelleiro de Parques e Xardíns (Alberto Oubiña)", les respondió.
La lista de prioridades no solo se quedó en más zonas de ocio y divertimento. Hubo quien se cuestionó por qué los niños no pueden votar en las elecciones y quien se quejó de que el agua de la playa fluvial del Lérez está más fría que la de la piscina. También se reivindicó la apuesta por el coche eléctrico, una alternativa a los vehículos que usan carburantes. Esta última idea no convenció al alcalde, que acudió al acto con su edil de Promoción da Cidade, Anabel Gulías.
La propuesta que sí agradó al regidor nacionalista fue el curioso deseo de uno de los pequeños. Quería que las fábricas que hay en Pontevedra echen Nocilla en vez de humo por sus chimeneas.
La jornada en Barcelos, que se desarrolló en el exterior del centro educativo, le sirvió también al Concello para presentar el libro ilustrado A miña cidade, una reflexión desde la literatura infantil sobre los usos del espacio público. La obra, escrita por Eva Mejuto e ilustrada por Susana Suniaga, estará presente en el Salón Internacional do Libro Infantil e Xuvenil de Pontevedra, que abrirá sus puertas mañana sábado.
La pieza, que sueña con ciudades en las que los triciclos sustituyan a los coches, servirá de base para una exposición que recorrerá los colegios del municipio. El libro, editado por el Concello y la Deputación, forma parte del programa Urbtopías, impulsado por ambas instituciones.
