Una noche "perdida" entre el cierre y el "desconocimiento" en el ocio nocturno

Los empresarios temen posibles falsificaciones ► La mayoría de locales de Pontevedra no abrieron el viernes
Mujer enseñando su cartilla de vacunación para entrar en uno de los locales de ocio nocturno de Sanxenxo. EP
photo_camera Mujer enseñando su cartilla de vacunación para entrar en uno de los locales de ocio nocturno de Sanxenxo. EP

La entrada en vigor de las nuevas normas para el ocio nocturno en la noche del viernes despertó un sentimiento desesperanzador entre los empresarios de los locales pontevedreses y sanxenxinos, que han considerado la noche "perdida" a nivel económico, fruto del "desconocimiento" de las nuevas condiciones para acceder a los locales en Sanxenxo. En Pontevedra, directamente, la mayoría optaron por no abrir.

Así lo explicó Daniel Lorenzo, presidente de la Asociación de Hosteleros Empresarios de Pontevedra (Hoempo), quien afirmó que "la mayoría de los locales de ocio nocturno han permanecido cerrados" en la Boa Vila, ante unas condiciones que muchos de ellos no pueden asumir. En Sanxenxo, el "desconocimiento" ha llevado a que muchos de los turistas y vecinos que se acercaron la noche del viernes a los locales de ocio nocturno del municipio no hayan podido disfrutar de las discotecas y pubs. Según Jorge Alonso, encargado del club sanxenxino Dux, esto se debió a que "a las 18.00 horas de la tarde salió el DOG" que concretaba las nuevas normas para el ocio nocturno, por lo que "la gente que llegó de vacaciones el mismo viernes no sabía cómo funcionaban los accesos en la puerta de los locales".

"Si nos dejan hacer test de antígenos en la puerta, los haremos. Ayudaríamos muchísimo al Sergas, ya que todos los casos que descubriéramos los notificaríamos"

Durante la noche, asegura, se dieron situaciones tan "contradictorias" como la de "tres chicas de Covadonga, las tres sanitarias, pero que no tenían la cartilla de vacunación, por lo que las tuvimos que dejar fuera", comentó Alonso, quien también se ha referido a las pérdidas económicas que ya se están notando como consecuencia de este "desconocimiento" inicial de la norma. "Para la noche del sábado (por ayer) —explicó— tenemos 30 reservas de mesa pagadas y mucha de esa gente no tendrá ni PCR, ni antígenos, ni cartilla, por lo que seguro nos quedaremos sin varias de las reservas y tendremos que devolver el dinero".

El encargado, que a las 2.30 horas recibió la visita de la Guardia Civil en el local para comprobar los aforos, fue testigo de las dificultades de los agentes para mantener el control sobre las aglomeraciones. Además, señala, esta situación deja muchas incógnitas abiertas sobre cómo proceder ante una posible falsificación de las pruebas y certificados de vacunación necesarios para acceder a los locales. "Si nos dejan hacer test de antígenos en la puerta, los haremos. Ayudaríamos muchísimo al Sergas, ya que todos los casos que descubriéramos los notificaríamos", aseguró.

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