Miles de personas participaron este domingo en la manifestación convocada por Galegas 8M Comarca de Pontevedra que tiñó de lila las calles de la Boa Vila con motivo del Día Internacional de la Muejr, que este año puso el foco en la realidad de las cuidadoras.
'Sen coidados non hai vida!' fue el lema del manifiesto leído al finalizar la marcha en la praza da Ferrería. La marcha partió a las 17.35 horas de la Praza do Hospital y discurrió por Benito Corbal, Sagasta, Andrés Muruais, Praza de Galicia, Augusto González Besada y Oliva antes de cruzar por A Peregrina y llegar a su destino.
Aunque la asistencia fue mayoritariamente femenina, participaron familias enteras y personas de todas las edades. Durante todo el trayecto se vivió un ambiente festivo a ritmo de batukada y pandereta y se corearon lemas como 'Que arda o patriarcado' y se escuchó el 'Arriba o feminismo que vai vencer, que vai vencer, abaixo o patriarcado que vai morrer, que vai morrer' con su propia coreografía.
'Aquí estamos as da pataleta. As rúas son nosas! A revolta é imparable. Non hai dios que nos pare!', arengó Cecilia Tarela, portavoz de Galegas 8M antes de dar paso a la lectura del manifiesto, a cargo de Cris, de Zeivas Marín, y Teresa, de la Asociación de Mulleres de Vilaboa. El texto dejó claro que "somos unha voz importante" y "todas xuntas omos un berro que non poden, aínda que queiran, desoír".
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Tras hacer mención al éxito de la "presión social" que logró la reapertura del paritorio de Verín, el manifiesto se centró en poner en foco "no invisible", lo que "na maioría das casas revolucionou, creou conflito e incluso, en moitos casos, impediu facer folga: os coiados".
El manifiesto puso el acento en que "o patriarcado é un instrumento fundamental para o sistema capitalista asignándonos ás mulleres as tarefas de coidado e xerando un mundo público masculino desvinculado dos tempos biolóxicos e ecolóxicos, onde os horarios laborais non importan porque estamos nós na casa para ocuparnos dos coidados da terra e da familia", por lo que exige jornadas laborales con horarios organizados. Otra de las demandas es la de ampliar "un dos permisos por maternidade máis curtos da Europa" para todas las que quieran criar a sus hijos. Y, sobre todo, destaca la importancia de entender los cuidados "desde unha visión de corresponsabilidade".
Por eso Galegas 8M ve fundamental que "os homes comecen a ocupar esta esfera", ya que «aínda resulta estraño ver homes que pasen noites para coidar familiares en hospitais, que cambien cueiros a persoas maiores e que se ocupen e preocupen por coidados cotiáns nos fogares. Non existe a neutralidade, se non coidas: descoidas!".
Por eso quieren que los cuidados sean "unha cuestión política e económica de primeira orde", garantizando "o dereito real de todas as persoas a ser coidadas integralmente" y profesionalizar este tipo de trabajos, "dotando a todas as traballadoras do fogar e de coidados dos dereitos laborais e de protección social que nos corresponden, garantindo o acceso a prestacións por desemprego e xubilación e obtendo salarios acordes ao valor do traballo".
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POLÉMICA. Tarela, subida a un banco de la plaza y micrófono en mano, manifestó que "nos dá igual se a concelleira de Igualdade, Paloma Castro, non nos puxo un palco e un sistema de megafonía como se solicitou".
La afirmación causó indignación en el PSOE y Castro desmintió los hechos. "Dixémoslles que a megafonía e iso si o asumiamos. Que nos dixeran que precisaban. E non nos responderon".
En representación del PP asistieron los concejales Rafa Domínguez y Juan Manuel Muñoz, mientras que por parte del PSOE se vio a las ediles pontevedresas Paloma Castro y Yoya Blanco, así como a la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, o al diputado Guillermo Meijón.
La protesta se descentraliza
Menor participación con respecto al año anterior y una importante presencia de colectivos llegados de distintos puntos de la comarca marcaron la celebración del 8M, este domingo, en Pontevedra. De hecho, la manifestación de la capital de la provincia fue abierta por las mujeres de Batukaldelas, con su batucada sobre cubos y bidones. Se habían unido poco antes a la Asociación de Mulleres de Vilaboa, cuyas integrantes habían anunciado en las redes sociales que vendrían andando por la N-550 hasta la capital de la provincia, para juntarse posteriormente con otros colectivos de Marín, Poio y otras localidades, e ir juntas hasta el punto del que saldría la marcha, la Praza do Hospital.
Al final del recorrido, en A Ferrería, las representantes de la plataforma Galegas 8M de Pontevedra, que convocaba la manifestación, agradecieron específicamente la presencia de los colectivos que agrupa y estaban allí presentes: Zeivas Marín, Espazo Feminista de Marín, Asociación de Mulleres de Vilaboa, Asemblea Feminista Armadiña de Poio, Colectivo Feminista de Pontevedra, Comando Mazá, Galiza Nova, Batukaldelas y la Secretaría de Mulleres da CIG. A esta convocatoria de la plataforma se adhirieron sindicatos, asociaciones y partidos políticos.
El mal tiempo que reinó durante toda la mañana en Pontevedra no perjudicó la manifestación del 8 de marzo. Poco antes de su inicio, la lluvia ya había cesado. Y no volvió a hacer acto de presencia a lo largo de un recorrido marcado por cantos y lemas del movimiento feminista: "¡Aquí está, aquí se ve, o feminismo galego en pé!" o "¡A nosa loita é cada día; somos mulleres e non mercadoría!".