José Blanco: "La nueva política nos iba a llevar al paraíso y nos trajo más confrontación"

Carmen Martínez, exsecretaria de Estado con Rajoy, y José Blanco, exministro con Zapatero, abordaron la preparación de debates electorales
Javi Salon de graos de Ciencias Sociais: foro 'Negociar e preparar un debate', protagonizado por Carmen Martínez Castro, ex Secretaria de Estado de Comunicación baixo a presidencia de Mariano Rajoy, e José Blanco López, ex ministro
photo_camera José Blanco, en Ciencias Sociais. JAVIER CERVERA

"La nueva política que nos iba a llevar al paraíso nos trajo más confrontación, más frivolidad y menos espacios de diálogo, ni siquiera por detrás", sostiene José Blanco. "Se puede descalificar, pero tiene que haber un límite". Exministro con Rodríguez Zapatero (dirigió Fomento entre 2009 y 2011) participó ayer en el foro Negociar y preparar un debate, incluido en el I Congreso internacional sobre debates electorales televisados y nuevas formas de comunicación política, celebrado en la Facultade de Ciencias Sociais. Al otro lado, en una mesa moderada por el profesor Iván Puentes, Carmen Martínez Castro, secretaria de Estado de Comunicación entre 2011 y 2018, durante la presidencia de Mariano Rajoy. Ella fue, dicen, la artífice de las ruedas de prensa sin preguntas y de las comparecencias a través del plasma.

Durante casi dos horas ambos hicieron gala de su amplia experiencia entre bambalinas políticas ("tuve las dos chaquetas, fui defensor de los debates, tanto en el gobierno como en la oposición"), apuntó Blanco, que lleva a sus espaldas "25 campañas con el PSOE" para abordar todo el universo de los debates electorales televisados, "el último acontecimiento mainstream que existe", apuntó Martínez. Mucho cambió desde el primero, aquel entre González y Aznar en 1993, hasta los últimos, el pasado mes de abril, marcados por el multipartidismo y, sobre todo, por el auge de las redes sociales, apenas "una anécdota" once años antes. Aunque siempre hubo un "debate del debate", su esencia mudó radicalmente. "El Twitter sirve para transmitir vibraciones e imponer relatos", algo que no gusta nada a Blanco. "En redes haces tu burbuja, una información muy mediatizada", destaca Martínez, quien subraya el papel de "los diez millones que te ven en televisión".

AUDIENCIAS. Porque las elevadas audiencias que acostumbran a seguir estos acontecimientos hacen que las cadenas televisivas se peleen por su emisión y potencien la vena del espectáculo, lo que significa retransmitir la llegada de los candidatos e incluso "meter las cámaras en el coche", como destacó, sorprendido, el profesor estadounidense Alan Schroeder entre el público. "Algunos se prestan, otros protestan, es una negociación", apuntó Martínez.

A ella tampoco le gusta que los candidatos "tengan que hacerse los simpáticos", porque "les votamos para que gestionen los asuntos políticos, no necesito enamorarme de ellos". Así, defendió la "racionalidad" frente al espectáculo.

El exministro lamenta que la gente "crea que la firmeza tiene que ver con la descalificación". "Decir la grosería más grande es lo contrario a la política", en la que prima el rigor y la determinación. "Los debates parlamentarios se convierten en un listado de descalificaciones que no tienen nada que ver con propuestas y alternativas". La exsecretaria criticó la actual polarización, ya que "la política es diálogo y así es imposible". Para llegar a un pacto "y poder entenderte con el contrario hay que reducir la teatralidad".

Temperaturas que no superen los 22 grados en plató para evitar sudores incómodos, colores neutrales (a pesar de lo bien que queda el azul en pantalla), atriles o mesas... Hasta el último detalle se negocia en un debate televisado en el que el lenguaje no verbal y la impresión que los protagonistas puedan causar en la audiencia es clave tanto para los resultados electorales como para el propio devenir de la campaña. "Es importante que los tuyos sigan movilizados y mantengan la fe", subrayó Martínez Castro.

ERRORES. Resulta clave también evitar errores ("o, como dijo un asesor, por favor, si hay cagadas, que sean nuevas", reveló José Blanco), un peligro que no cesa ni siquiera en la despedida. "Los mayores errores suceden cuando has bajado la guardia. Ahí está la catástrofe", apostilló la ex secretaria de Estado.

Si tanto los debates entre varios candidatos como los cara a cara entre los dos principales aspirantes al Gobierno están muy medidos y son el resultado de una estrategia altamente estudiada, no ocurre lo mismo con otros formatos, como el Tengo una pregunta para usted, en el que quedan fuera los "códigos compartidos" entre políticos y periodistas y que no acostumbra a realizarse en campaña.

Ocurrió en 2007, cuando Zapatero quedó en evidencia al ignorar el precio de un café (y no se habló de otra cosa, a pesar de que entonces las redes estaban en pañales) o cuando a Rajoy le preguntaron por su sueldo "y decírselo a aquella señora resultaba hiriente", recordó Martínez. "Los ciudadanos plantean asuntos fuera de lo políticamente normalizado".

"Con un chalé y tres niños ya ves la vida de otra manera"

Preguntados sobre si volverá el respeto o se cronificará la descalificación en la política, Blanco aludió a quienes "venían a cambiar la política y solo les interesaba el Consejo de Ministros", aunque también a quienes presumieron de patriotismo pero no pudieron alcanzar ningún pacto. "Si quieres ser actor político y solo piensas en ti mismo... Eso es ombliguismo".

Martínez destacó que "hay que respetar la liturgia democrática" en el Parlamento. "Al principio los de Podemos se sentaban como en un campamento, pero con un chalé y tres niños ya ves la vida de otra manera".

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