Nuevo cierre del marisqueo en la ría debido a la toxina

El Intecmar aplica esta paralización, la quinta en lo que va de año, de forma cautelar a la espera de los resultados que arrojen las analíticas
Dos mariscadoras faenando en Lourido la pasada semana. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Dos mariscadoras faenando en Lourido la pasada semana. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

La extracción de bivalvos en la ría de Pontevedra vuelve a estar paralizada, esta vez de forma cautelar, tras la decisión adoptada ayer por el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) a la vista de los niveles de toxinas.

Se trata del quinto cierre de los bancos marisqueros en lo que va de año, superando ya a los cuatro que se produjeron en 2020. La última ocasión en que los mariscadores tuvieron que quedarse en casa fue el 28 de mayo, cuando las concentraciones de toxina amnésica (la primera alerta de este tipo que afectaba a los arenales pontevedreses desde 2016) obligaron a la Xunta a cerrar las playas del fondo de la ría hasta el 9 de junio, día en que se recuperaron las extracciones y con unos excelentes niveles de ventas.

Las tres veces anteriores fueron en abril, con apenas 15 días de margen entre ellas.

La medida cautelar de este miércoles afecta al marisqueo a pie en las tres cofradías que operan en la ría, mientras que para el de flote es definitiva desde el martes.

El consumo de moluscos con toxina puede generar problemas de salud en las personas. En los casos leves, afecta al aparato digestivo, pudiendo ocasionar diarrea, vómitos o dolores estomacales. En los más graves, pérdida de memoria y debilidad, puesto que ataca al sistema nervioso.

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