El nuevo emisario submarino entra en acción después de tres años de obras

Los trabajos, adjudicados en verano de 2020, finalizarán en unos días con la puesta en marcha de la nueva infraestructura, valorada en doce millones ▶ Ence seguirá conectado a la red actual
Trabajos de instalación del emisario submarino. ARCHIVO/DAVID FREIRE
photo_camera Trabajos de instalación del emisario submarino. ARCHIVO/DAVID FREIRE

36 meses después de entrar en obras, el nuevo emisario submarino está a un paso de entrar en funcionamiento. 

La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, informó este viernes de que el próximo lunes se cortará la conexión de la depuradora con el viejo emisario y que se iniciarán las pruebas para conectar la nueva red submarina con la cámara de carga construida al lado de la EDAR. "A posta en servizo farase de forma inminene", añadió. El director de las obras, David Hernández, precisó que, si no hay ningún imprevisto, "a lo largo de la semana que viene ya estará circulando el agua por el emisario nuevo" y que, si todo sigue su curso, "a finales de mes la obra debería estar completamente operativa".

Características y objetivos

El nuevo emisario, el más largo de todos los construidos hasta la fecha en Galicia, cuenta con una longitud de 3,7 kilómetros y su principal objetivo es aumentar la capacidad de trasvase de aguas residuales hacia el interior de la ría. De hecho, su puesta en marcha permitirá separar las aguas industriales que emana Ence, que seguirá conectado al viejo emisario. 

Las obras, valoradas en 12 millones de euros, fueron adjudicadas en verano de 2020 a Copasa con la previsión de finalizar los trabajos en 24 meses, pero finalmente el plazo se dilató casi un año por las pruebas complementarias que exige una obra de este calado, la necesidad de superar diversos trámites administrativos y, sobre todo, la dificultad para obtener algunos equipos y materiales. 

En 2021 comenzaron los trabajos terrestres con la construcción de una cámara de carga y una estación de bombeo al lado de la EDAR, en la parroquia de Lourizán. Y en marzo de 2022 el proyecto entró en una de sus fases más aparatosas, dando salida a la construcción del túnel bajo la ría. Para ello, la adjudicataria trasladó desde Alemania una perforadora con tecnología ‘directi pipe’, un sistema pionero en España que permitió ir instalando las piezas de acero de la tubería a la vez que se iba perforando bajo el suelo.

La infraestructura resultante dispone de una capacidad para canalizar 2.000 litros de agua y para dar servicio a una población de 141.204 habitantes durante al menos veinte años. 

Ence empleará la red actual 

La conselleira Ethel Vázquez confirmó que la "conexión de Ence" con el actual emisario "seguirá" en funcionamiento una vez entre en marcha la nueva red submarina. Según dijo, es "positivo" que se busque utilidad a una infraestructura existente como esta, que en estos momentos canaliza las aguas residuales de Pontevedra, Poio, Marín, parte de Vilaboa y del Puerto. 

Vázquez añadió, incluso, que el antiguo emisario "está a disposición de calquera que se queira conectar", aunque sin precisar si se han presentado candidatos. La canalización en cuestión tiene casi tres kilómetros de longitud, sale de Lourizán y desemboca cerca de la isla de Tambo, en un punto de vertido situado a 19 metros de profundidad.

Augas de Galicia se reserva el derecho a hacer uso de esta canalización en situaciones excepcionales, aunque la cesión a Ence es algo que incomoda al Concello pontevedrés, hasta el punto de que presentó alegaciones a este respecto y amenazó con elevar el asunto a los tribunales.

Las próximas actuaciones

La instalación del nuevo emisario está enmarcada en el plan de saneamiento de la ría; un programa de actuaciones promovido por la Xunta y que, entre otras cosas, ya se ha traducido en la mejora de la EDAR de Praceres con una inversión aproximada de 16,5 millones de euros

La reforma realizada permite tratar el agua a una velocidad de 900 litros por segundo y eliminar en el proceso de depuración hasta el 90% de contaminantes, aunque la previsión es dar un paso más y ampliar la EDAR. 

El objetivo que está sobre la mesa es triplicar la superficie de la depuradora, pasando de los 13.750 metros cuadrados a los 40.950  para poder tratar hasta 1.800 litros por segundo. La ampliación exigiría ocupar 23.250 metros cuadrados vinculados a la concesión de Ence, si bien el gran escollo es que la propia Consellería prevé una tramitación larga y compleja, pues presume que Costas no lo pondrá fácil para ocupar más terrenos de dominio público marítimo-terrestre. De hecho, la intervención cuenta con el rechazo por parte del Concello y de los vecinos de Lourizán, que formularon alegaciones cuando se sometió a informe ambiental.

Otra de las intervenciones previstas consiste en la reforma de la estación de bombeo de Cocheras, presupuestada en 3,7 millones. La actuación permitiría multiplicar casi por tres la capacidad para canalizar el agua que parte desde este punto hasta la depuradora de Os Praceres, pero Costas todavía no ha dado luz verde. 

Carpetazo a las sanciones de la UE

Uno de los grandes motivos por los que se ha promovido el saneamiento de la ría es para dar cumplimiento a los límites de vertido marcados por Europa y esquivar sanciones millonarias. De hecho, las actuaciones realizadas y programadas han llevado a la Comisión Europea a cerrar el expediente de infracción que incoó hace casi dos décadas por el tratamiento de las aguas residuales en la ría de Pontevedra.

La posible sanción no llegó a ser cuantificado, pero la Xunta estima que Bruselas podría haber impuesto una cuota de hasta diez millones de euros anuales hasta dar por resueltos los problemas de gestión de las aguas residuales.

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