La Xunta y el Concello darán el impulso definitivo a la estación intermodal a principios del año que viene. Lo harán con la firma del convenio definitivo en el que ambas administraciones comprometerán los fondos necesarios para llevar a cabo esta obra, que consistirá en la reforma de la actual terminal de autobuses y en la construcción de un nuevo ramal para que los autocares puedan acceder de forma directa a esta instalación desde la avenida de Josefina Arruti.
La Consellería de Infraestruturas, que dirige Ethel Vázquez, confía en que tanto Pontevedra como su propio departamento den el visto bueno al pacto económico de esta obra al inicio de 2019. El acuerdo implicará compromiso de gastos con cargo a los presupuestos autonómico y municipal del ejercicio próximo.
Ambas instituciones ya habían firmado un protocolo en agosto de 2017 para fijar las condiciones financieras para el complejo intermodal. Según este texto, la Xunta aportaría el 75% del dinero y el Concello el 25% restante.
El Gobierno gallego publicó este viernes en el DOG el informe de impacto ambiental de las obras, que se licitarán el año que viene
La actuación, que se licitará en 2019, ha sufrido varios cambios desde que se puso encima de la mesa, lo que ha afectado a su coste. Este se ha elevado hasta los 5,2 millones de euros. Si a estas cantidad se suman las asistencias técnicas, la inversión asciende a 5,4 millones de euros.
Una de las principales novedades del plan intermodal afecta al itinerario que se construirá para las personas que se desplacen a pie entre la estación de autobús y la de tren. Allí se hará una especie de marquesina.
La instalación saldrá del acceso a la terminal que está pegado a la parada de taxis. Tendrá una cubierta en el techo pero no estará protegida por los lados. Este añadido no convence al Gobierno local, que entiende que es un gasto prescindible debido a la proximidad de ambos centros de transporte.
Otra de las características del proyecto, cuyo informe ambiental fue publicado este viernes en el Diario Oficial de Galicia (DOG), es la supresión de la actual salida de autobuses. De esta manera se ganará más espacio peatonal hacia Otero Pedrayo para crear zonas de estancia y descanso con árboles y bancos.
Además de reordenar el parking que ahora hay frente a la estación, los trabajos incluirán el destape de una parte del río Gafos, el que ahora está situado entre esta terminal y al avenida de Josefina Arruti. El puente que partirá de este último vial hacia la terminal estará regulado por semáforos y por él solo podrán circular los autobuses.
