La plataforma Salvemos a Fracha había depositado en la Audiencia Nacional todas sus esperanzas de lograr el objetivo de paralizar las obras de la A-57. Pero este último cartucho acaba de diluirse con la reciente resolución de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, que se mantiene en la línea del dictado hace un año por el Tribunal Supremo y vuelve a desestimar las aspiraciones de los opositores a este trazado.
De este modo, se pone fin a una batalla judicial iniciada hace más de dos años por los vecinos contra una infraestructura que siempre consideraron nefasta desde el punto de vista medioambiental e innecesaria desde el económico. Pero los reiterados reveses sufridos en los tribunales han obligado a la plataforma a ceder en su empeño. "No nos queda más remedio que resignarnos. El abogado nos ha dicho que no hay nada que hacer y así hay que asumirlo", apuntan los afectados.
Sin embargo, advierten de que han perdido una batalla, no la guerra. "La A-57 no es solo la circunvalación de Pontevedra, como nos dicen, sino una autovía encubierta, paralela a la AP-9 desde A Coruña hasta O Confurco, con un impacto brutal y un coste innecesario. Vamos a seguir peleando porque esa infraestructura no siga adelante", apuntan.
La advertencia se produce apenas cuatro días antes de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, visite el próximo lunes las obras del tramo Vilaboa-A Ermida. La comitiva se reunirá en Marcón y desde ahí supervisarán la evolución de unos trabajos iniciados hace ya unos meses. Posteriormente, Rajoy emprenderá su viaje de regreso a Madrid.
