El Concello de Pontevedra iniciará en los próximos días el proceso de licitación del nuevo contrato del servicio de gestión de residuos, que tendrá una duración de 20 años y costará 10,7 millones anuales.
"Será unha transformación radical e unha auténtica revolución", ha señalado el edil responsable de residuos, Raimundo González, tanto para la prestación del propio servicio a los ciudadanos como a nivel ambiental.
La empresa adjudicataria, en el marco de ese contrato, deberá invertir 23 millones de euros en la renovación de la maquinaria y en la construcción de una planta para convertir los residuos orgánicos en compost, valorada en más de diez millones.
Pontevedra busca convertir los residuos que generan los ciudadanos en un "recurso", apostando por la economía circular y por una reducción "substancial" de la huella de carbono, evitando la consideración "negativa" de estos desechos urbanos.
A este respecto, González ha avanzado que la licitación otorgará una mayor puntuación a las empresas que priorizan criterios ambientales, como la generación de más compost o la emisión de una menor cantidad de CO2.
En ese caso, las compañías podrán optar a un "bonus" que se traducirá en un incremento de la retribución anual por parte del Concello.
Además, un mínimo del 14% de los vehículos que se empleen deberán estar impulsados por gas, a mayores de los eléctricos de menor tonelaje que exigirá la licitación.
El nuevo contrato contempla, por otra parte, un incremento de personal de un 50%, pasando de los 106 trabajadores actuales, hasta los 163, de los que 25 estarían adscritos a la nueva planta de tratamiento de compost.
"Será un contrato innovador, de vangarda e singular, digno do século XXI", ha resumido el concejal nacionalista, que ha destacado que supondrá un "cambio de paradigma" en materia de residuos.
El aumento de prestaciones, ha garantizado el edil, no supondrá un incremento del recibo que pagan los ciudadanos de manera bimestral.
