Los nuevos clanes del narcotráfico pisan el acelerador

13.000 kilos de coca en seis meses no se habían incautado nunca. La policía ofrece todas las respuestas
Café de redacción. Narcotráfico. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Quirós (derecha), Bernal (izquierda) y Duarten(a su lado), en el encuentro realizado en el Diario de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Sin darles un respiro, ni siquiera un pequeño margen de maniobra. Esa ha sido la clave para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado hayan podido frenar una frenética carrera emprendida por los nuevos (aunque conocidos) clanes del narcotráfico gallego, que vienen de perder 13.000 kilos de cocaína en apenas seis meses. Tras la espiral de operaciones, incautaciones y detenciones, más de 60, llega el momento de sentarse a reflexionar. Para ello, nadie mejor que el comisario general de Policía Judicial, Eloy Quirós, con 36 años de experiencia combatiendo el narcotráfico en distintos puestos, hasta alcanzar el de mayor responsabilidad de la Policía española; Antonio Duarte, santo y seña de la lucha contra las organizaciones gallegas en el siglo XXI desde la unidad Greco Galicia y jefe de la Brigada Central de Estupecientes, y Santos Bernal, máximo responsable de la Udyco Central y con gran experiencia en el análisis de los flujos internacionales tras su paso por distintos puntos de Sudamérica.

Los tres máximos representantes del Cuerpo Nacional de Policía en la materia, que viajaron a Pontevedra para supervisar la operación Donkey-Pantín (saldada con la incautación de 4.500 kilos de cocaína y la desarticulación de Los Santórum), se sentaron en la mesa de Diario de Pontevedra para poner los puntos sobre las íes acerca de una situación que se ha convertido en un duelo constante entre los narcotransportistas y los investigadores.

La conversación comienza comparando lo que sucedió hace más de una década, con la histórica operación Tabaiba, y lo que pasa en 2020. El comisario Duarte señala que "aquello del 2009 fue un palo muy gordo. Se les hizo muchísimo daño, por una parte a la infraestructura y a la logística y por otra a la imagen del narcotraficante gallego, que quedó seriamente dañada. Se percibió que la Policía Nacional se había convertido en un muro de contención y que era muy difícil trabajar en España. Eso decían los propios narcotraficantes. En los años siguientes nos encontrábamos el logo de la Udyco en paquetes de cocaína que interveníamos, nos tenían muy en cuenta. Se habían desmantelado las organizaciones y Sito Miñanco estaba en prisión. Cayeron todos los referentes del momento. El grupo de Parido, Patoco, que falleció, cayó El Presidente... Iban cayendo los barcos con los detenidos en tierra, que es lo importante en este negocio. Y a la vez, y con el apoyo de los fiscales, conseguimos arrebatarles la infraestructura".

Eloy Quirós apunta que "las operaciones Tabaiba y Giga supusieron un antes y un después. Se atacó a la logística, las personas que vendían los motores, los que aportaban la gasolina, incluso a los de las grúas, los que alquilaban naves o los que les montaban los toldos. En esas fechas también comenzaron las investigaciones patrimoniales más importantes, lo que tuvo gran relevancia".

"Los gallegos son expertos en barcos, no hay nadie en el mundo como ellos"

El comisario general enlaza en este punto con lo más reciente y dice que la actividad, "aunque con una menor intensidad, poco a poco, se mantuvo constante", a lo que añade que "vemos gente nueva, otros grupos, pero los de siempre no lo dejan. ¡Los Santórum ya habían caído! Vuelven a repetirse los mismos nombres. Las condenas han sido duras para muchos y la presión por nuestra parte no ha aflojado». Duarte interrumpe para dar una visión complementaria. "Yo pienso que su actividad bajó mucho en 2009, pero también soy consciente de que ahora ha vuelto a aumentar. ¿Las causas? Narcotraficantes que han salido de prisión, la sobreproducción en Colombia y la entrada de traficantes de Europa del Este".

La realidad es incontestable. Más de 3.000 kilos de cocaína y el primer narcosubmarino incautado en Europa en noviembre (ahora se sabe que debían ser descargados por Los Santórum), 2.000 más en un velero un mes después, 3.700 en dos planeadoras en plena ría en marzo (aún no han caído sus auténticos responsables, aunque Udyco y Edoa están en ello) y 4.500 más esta misma semana, nuevamente con Los Santórum, ahora sí, desarticulados. Eloy Quirós explica las cualidades de los gallegos, que les hacen únicos para este negocio. "Son los expertos en barcos nodriza. No hay nadie en todo el mundo como ellos, que con dos barcos y dos lanchas hagan el trabajo. Pero si ves las cifras de Holanda o de Bélgica, nos doblan. 60 o 70.000 kilos de cocaína incautados, el año pasado".

En Róterdam y Amberes, puertos dominados por las mafias del narcotráfico, se decomisa más droga que en Galicia. Sin embargo, los clanes de las Rías Baixas "tienen infraestructura y seriedad" y siguen siendo la referencia en los grandes alijos introducidos en planeadoras.

Duarte marca una foto fija de la situación en la que Galicia sigue en el centro de un escenario que cada vez tiene más actores. "Los 1.500 kilos que se han intervenido en Málaga dan a entender que Galicia no es la única puerta de entrada. También está en el Sur. Hace tres meses se incautó una lancha en Huelva, cargamento que venía de un mercante. Están utilizando el mismo sistema que en el Norte. ¿Qué ocurre ahora? Pues bien. Los mercantes son un problema continuado, todos los meses, con grandes alijos. A ellos se une la época de los veleros, que justamente comienza ahora. Y vienen como cada vez más cantidad de mercancía. Y para recogerla, ahí están los lancheros, tanto en el Sur como en Galicia. La presión que se ha llevado aquí (en las Rías Baixas) a lo largo de los últimos 20 años ha hecho que se diversifique el tráfico de cocaína hacia otros puntos".

"La entrada de los traficantes de Europa del Este con los serbios como punta de lanza ha roto los esquemas"

Uno de esos actores que han irrumpido con fuerza en el negocio proviene de Europa del Este. Albaneses y serbios, principalmente, se han hecho muy fuertes últimamente. "La entrada de traficantes de Europa del Este, con los serbios como punta de lanza, ha roto los esquemas. Cuentan con un gran poder económico y llevaban muchos años trabajando en Holanda y en Bélgica. Ahora han trasladado sus oficinas a Sudamérica", expone Duarte.

Estos grupos participaron, se sospecha, en el intento de transporte de 4,5 toneladas incautadas la semana pasada. Habrían sido los encargados de aportar el Karar, el remolcador que debía contactar con las lanchas de Los Santórum. El comisario general interviene para explicar que "son exmilitares, con una disciplina muy férrea. En esos grupos ni se cuela ni se filtra información. Conocen muy bien, además, las técnicas policiales, y saben por qué pueden caer en cada momento. Resulta muy complicado entrar en sus estructuras".

Volviendo a los gallegos y a las últimas operaciones interviene por vez primera Santos Bernal, jefe de la Udyco Central y gran conocedor de los flujos del narcotráfico a nivel internacional. "Puede haber dos organizaciones, podría ser, pero vamos a ver qué sucede. Esto no quiere decir que haya muchas más. No sé por qué coincide que en un mes y medio, todo el mundo esté metiendo. No se había visto nunca. Quizás estos grupos pensaron que aquí estaba todo parado y se lanzaron a intentarlo. Estas organizaciones, cuando encuentran una vía fácil, siguen. Si les sale un tema, insisten. ¿La misma organización? No lo sé. Lo sabremos".

"Esto no se había visto nunca; quizás hayan pensado que aquí estaba todo parado y se lanzaron a ello"

Se refiere a los dos últimos cargamentos decomisados, los 3.700 kilos de la ría de Arousa y los 4.500 del Karar. Ahora que se sabe que el narcosubmarino era cosa de Los Santórum, parece difícil pensar que fuesen parte implicada en el alijo de marzo. Pero la cúpula de la Policía Nacional no descarta nada en el actual escenario, del todo imprevisible.

"No hay muchos que puedan meter 4.500"

El comisario Duarte tampoco descarta que el aluvión de alijos del último semestre pudiese tener un mismo lanchero, aunque parece complicado. "Puede ser el mismo grupo, pueden ser grupos distintos. Lo que está claro es que se están desarticulando organizaciones de servicios, que están prestando su logística y dan su apoyo a distintos grupos. El organizador va a seguir fiel a quien le contrata, pero él, para obtener beneficios, va contar con unos o a otros".

Sobre el número de grandes clanes que permanecen activos ahora mismo en las Rías Baixas, el jefe de la BCE asegura que "no hay muchos más grupos que puedan meter 4.500 kilos de cocaína, y todos los que tienen esa capacidad están siendo investigados por la Policía. Son lancheros. Cobran una comisión, en kilos. El resto es de la gran organización gallega y de la colombiana. La droga es del sudamericano, y hay un gallego que es el que encarga la operación", y que financia parte del cargamento para incrementar su beneficio. Los peor parados en estos casos son los tripulantes.

Eloy Quirós detalla que "a lo largo de los años, hemos tenido de todo. Ellos contratan a los más baratos". Son tripulaciones de barco que saben hacer ese trabajo. El el último caso de nacionalidad bangladesí y nepalí, además de un gallego que era el garante de la mercancía. "En toda esta cadena los más perjudicados son ellos, que siempre van a caer y, encima, por cuatro duros. Recuerdo un caso en el que cobraban tres o cuatro mil euros. Una miseria por una carga como esta", valorada en más de 200 millones, "cuando además hacen la peor parte del trabajo".