La primera vez que el entrenador de perros Carlos Souto (Pontevedra, 1981) vio a Indi fue en una fotografía hace once años. Estaba encadenado, sin cepillar y asustado. "Incluso tenía dudas de que fuese un border collie, porque con el pelo sucio y enmarañado no se distinguía". Pero sí lo era. El animal tenía once meses y alguien se lo había regalado a una persona de una aldea de Lugo, que quería deshacerse de él. "Me impactó aquella foto. Me tocó algo dentro. Les dije que me lo trajesen aunque no fuese de raza. Ya me daba igual".
Souto, que es monitor de Agility (disciplina deportiva para perrros en los que los animales tienen que enfrentarse a un circuito de obstáculos) desde hace doce años y que actualmente dirige el club Mat's-Lecocq en Sabarís (Campañó), tardó más de un mes en poder acariciar a su nuevo perro. "Tenía un miedo terrible. Tuve que trabajar muchísimo, cada día, con paciencia, con cariño, hasta que finalmente me dejó tocarlo", recuerda. "Desde entonces, somos uno. Tenemos una conexión muy especial. Le quiero muchísimo".
"Tenemos una conexión muy especial. Le quiero muchísimo"
Souto empezó a entrenar a Indi al poco tiempo. "Recuerdo la primera vez que lo llevé a una competición. En Moaña. El peor día posible para debutar. Había temporal", cuenta el entrenador. "En un momento dado, se acercó uno de los jueces con una gorra y un poncho de lluvia y el perro se asustó muchísimo. Empezó a ladrar y echó a correr monte abajo. La gente me decía que lo dejara, que me olvidara de él, que no servía para competir. Pero me fui detrás. Hasta que lo encontré y me lo llevé a casa". Y siguió entrenando.
Indi, al que ahora Souto llama Perro Padre o Abuelo, ha realizado en 2019, con doce años, sus últimas competiciones. Tras haber pasado por varios mundiales y haber sido campeón autonómico varias veces consecutivas, en este último año ha quedado 2º en la Liga Autonómica de Agility y 14º en el Campeonato de España. "El año pasado quedó tercero a nivel nacional".
Se acabó competir, pero comienza una nueva vida. "Seguirá ayudándome a trabajar con los niños y con otros perros. Porque es un animal extraordinario. Sé que nunca volveré a tener otro perro igual".
