La antigua residencia de la Once cuenta ya con sus primeros inquilinos. Se trata de ocho asociaciones de carácter lúdico o social que ocupan la planta baja y el sótano del denominado Edificio Sur, en el que han fijado su sede en este centro cívico. Entre ellas figura el Fondo Galego de Cooperación, Amigos de Campolongo, la Sociedade Galega de Antropoloxía, el Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional (Igadi), la Coral Polifónica, el Coro do Centro da Terceira Idade y las asociaciones vecinales Estrigueiras y Salcedo-Norte.
El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y dos ediles del BNG visitaron este miércoles las instalaciones para conocer de primera mano las inquietudes de sus inquilinos, a los que se les ha cedido varios espacios en el inmueble. Además de sus sedes, los colectivos podrán disfrutar de áreas comunes donde organizar charlas, cursos y otras actividades.
El resto de plantas del centro cívico se destinarán a agrupaciones que trabajan con personas con algún tipo de discapacidad. La cesión de los espacios a estas ONG precisará del beneplácito técnico. En este sentido, los funcionarios municipales trabajan ya en el papeleo para que estas asociaciones, entre las que se encuentran Amencer, Juan XXIII, Xuntos y Amizade, pudean reformar parte del edificio y mudarse al mismo.
La realización de obras en el inmueble será necesaria para la puesta en marcha de algunos servicios de carácter social, como los pisos tutelados proyectados por Amencer y Juan XXIII.
El acuerdo legal de cesión por parte del Concello permitirá también a las organizaciones solicitar subvenciones y ayudas ante otras administraciones y entidades. El Gobierno local confía en que todos estos trámites administrativos estén finalizados antes de que acabe el año. "En catro, cinco ou seis meses estará todo listo", señaló este miércoles la edil de Benestar Social, Carmen Fouces, tras la visita al centro cívico.
"IRREGULARIDADES". La Administración pontevedresa trabaja en la acutalidad en darle un paraguas legal a esta cesión, ya que es titular del inmueble. Al mismo tiempo, trabaja para que la Once, la antigua propietaria del mismo, remate la tramitación pendiente del convenio urbanístico que, entre otras cuestiones, obligaba a la organización de personas con discapacidad visual a urbanizar la parcela situada al lado del Edificio Sur, en Campolongo, y a construir un centro de recursos educativos en A Eiriña, un proyecto que se ha descartado por la crisis.
La falta de cumplimiento de aquel acuerdo fue criticada este miércoles por el edil de Urbanismo, Antón Louro, que lamentó las trabas de la Once y que aseguró que la ocupación de su antigua residencia por terceros es "irregular".
