Las nuevas medidas anunciadas por la Xunta sentaron como un jarro de agua fría a los hosteleros de la ciudad, en especial, a los del ocio nocturno.
La mayoría de los locales habían previsto abrir como un sábado normal, es decir, sin reserva y por orden de llegada, pero otros habían vendido ya todas las entradas para sus fiestas. La decisión, entre los empresarios que están ante esta última situación, es muy dispar.
Algunos, como por ejemplo el Ítaca Copas o el Artik Club, adelantaron la celebración para la noche de este miércoles, aunque eso suponía, tal y como anunció la administración autonómica, dejar de tener acceso a las ayudas que la Xunta entregará para compensar el cierre.
Por otro lado, otros locales, como Patrimonio o la Sala Jackson apostaron por devolver el dinero. En este último caso, el propietario, Daniel Iglesias, tenía previsto hacer una fiesta en su propio local, la Sala Jackson, y otra en el pub Carmela, que había alquilado y está pendiente de la negociación con la propietaria para hacer frente a la devolución del dinero.
