La oferta de viviendas de uso turístico ya casi sextuplica a la del alquiler tradicional en Pontevedra

La Boa Vila es la segunda ciudad gallega con menos pisos disponibles para el arrendamiento convencional y la tercera con precios más elevados
Los nuevos inquilinos se ven obligados a pagar fianzas de hasta tres meses de alquiler. DAVID FREIRE
photo_camera Los nuevos inquilinos se ven obligados a pagar fianzas de hasta tres meses de alquiler. DAVID FREIRE

El fenómeno de las viviendas turísticas está estrangulando el alquiler tradicional en Pontevedra hasta convertirlo en un elemento residual, cada vez más caro y con un acceso que se complica demasiado para las familias, sobre todo las más jóvenes. El último informe de la Federación Gallega Inmobiliaria (Fegain) ya sitúa a la Boa Vila como la gran ciudad gallega con una mayor desproporción entre las viviendas de uso turístico y los pisos dedicados al arrendamiento convencional, incluso por delante de la capital compostelana o de las gigantes Vigo y A Coruña.

En estos momentos el municipio tiene 462 viviendas para alquiler turístico y únicamente 82 para arrendar a familias que buscan una permanencia a medio y largo plazo. A la cabeza del ranking autonómico de las viviendas de uso turístico (VUT) permanece inalterable Sanxenxo, que ya supera las 2.000. Le siguen Vigo (1.337), Santiago (1.057) y A Coruña (1.055). Por debajo de Pontevedra quedan Ourense (378), Lugo (304) y Ferrol (188).

Del otro lado, Pontevedra es la segunda ciudad con menos viviendas de alquiler convencional (82), solo por delante de Lugo (80). En Vigo se contabilizan 419, por las 375 de A Coruña, las 205 de Santiago, las 180 de Ourense o las 140 de Ferrol.

Los datos implican que en el municipio lerezano las viviendas de uso turístico multiplican por 5,6 al arrendamiento tradicional, mientras la proporción en Santiago es de 5,1, de 3,8 en Lugo, 3,1 en Vigo, 2,8 en A Coruña, 2,1 en Ourense y solo 1,3 en Ferrol.

En los 313 ayuntamientos gallegos, estas viviendas vacacionales superan por primera vez la cifra de 25.000, lo que directamente ha desplomado un 29% la oferta de viviendas en alquiler durante los últimos cuatro años, de acuerdo con los datos publicados por el portal inmobiliario Idealista.

Galicia es, además, la cuarta autonomía con una mayor caída en este mercado, solo por detrás del 41% acumulado en el desplome de Madrid o Cataluña, y del 31% que marca Cantabria.

Por provincias, en A Coruña la oferta de viviendas en alquiler bajó en los últimos cuatro años un 35%, mientras que en Ourense, un 28%. El descenso en Pontevedra fue del 24%. Sin embargo, en Lugo el stock aumentó un 2%.

Durante el mismo espacio de tiempo, las plazas hoteleras crecieron apenas un 15%. Hoy la provincia de Pontevedra ronda ya las 6.000 viviendas de uso turístico, tiene 436 albergues y más de 60 viviendas turísticas unifamiliares aisladas. Estas tres modalidades ofertan de forma conjunta algo más de 36.000 plazas de alojamiento, frente a las 24.500 que suman todos los hoteles de dos, tres, cuatro y cinco estrellas en la provincia.

La consecuencia directa de esta transformación del mercado del arrendamiento la sufren las familias jóvenes. Lastrados por rentas situadas por debajo de la media, los y las jóvenes que persiguen un alquiler se enfrentan en Pontevedra a la tercera ciudad gallega con los arrendamientos más elevados. Según el Observatorio Galego da Vivenda, el precio medio en la Boa Vila ya está por encima de los 570 euros mensuales, solo superados por los 590 de Vigo y los 613 de A Coruña.

Pero es que además se están solicitando fianzas por adelantado equivalentes a tres meses de alquiler, exigiendo la contratación de seguros de impago o sometiendo a los aspirantes a una selección por parte de los arrendadores, bien directamente o a través de las agencias inmobiliarias, incluso con entrevistas personales de dudosa legalidad.

Planes para controlar el auge de la VUT

Todo ello pese a que, al menos en teoría, los Concellos de Pontevedra y Santiago son los dos que más limitaciones han generado para las nuevas viviendas de uso turístico. El municipio compostelano aprobó una modificación del plan urbanístico para limitar ese tipo de viviendas a bajos y primeros pisos. Y en la capital del Lérez están limitadas a bajos, primeros, viviendas unifamiliares o edificios enteros. Estos frenos, o la falta de control sobre los mismos, no han logrado detener el auge de la VUT que empieza a lastrar el mercado tradicional del alquiler.

Grandes ciudades de todo el mundo están tratando de detener también el avance de los pisos turísticos con diferentes medidas restrictivas, si bien los resultados dejan bastante que desear. En Berlín, por ejemplo, se han logrado rebajar en un 41%, y en Nueva York son ahora un 18% menos que hace solo dos años.

En ciudades con mucho tirón turístico, como Florencia, se han llegado a prohibir los arrendamientos a través de la plataforma Airbnb en todo el centro histórico, norma que se copió de Nueva York y que, previamente, aplicaron el municipio de París o ciudades como Barcelona y Lisboa. La medida busca no seguir expulsando a residentes del centro urbano y frenar también la retirada del mercado del alquiler convencional de un montón de inmuebles que se pasan directamente al negocio del turismo.

Solo un 0,8% de las viviendas vacías están en el mercado de alquiler

Ni siquiera el 1% de las viviendas vacías ahora mismo en Galicia están dentro del mercado de alquiler. Así lo calcula la Federación Gallega Inmobiliaria (Fegein), que en su último informe localizó en toda la comunidad autónoma un total de 345.000 residencias vacías al cierre del primer semestre de 2023. De ellas, únicamente 2.795 aparecen dentro del circuito comercial de alquiler, es decir, un 0,8% del total.

Galicia tiene, por otra parte, el porcentaje de vivienda vacía más alto de España, con un 19,4% de su censo global. La media española está ahora mismo situada en el 13,7%. Con la salvedad, eso sí, del acusado envejecimiento que acompaña desde siempre al parque inmobiliario de esta comunidad autónoma, donde un 35,7% de las viviendas tienen más de 50 años de antigüedad.

De estas viviendas con más de medio siglo de vida, un 72% presenta un estado "deficiente o muy deficiente" de conservación, no apto por lo tanto para el arrendamiento.

De acuerdo con los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadistica, Pontevedra cuenta con un censo de casi 43.0000 viviendas. De ellas, tras el estudio de los consumos eléctricos, se ha verificado que solo un 14,15% están vacías. Solo Santiago tiene un índice menor (10,9%). El resto de ciudades están por encima, empezando por Ferrol (26,29%), Ourense (22,17%), Lugo (17, 12%), Vigo (15%) y A Coruña (14,72%).

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