La ola de calor provoca el lleno en las playas

Retenciones en los accesos a los arenales de las Rías Baixas ►Las temperaturas descenderán este lunes cerca de diez grados
Las playas de Marín se abarrotaron desde primera hora de la mañana. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Las playas de Marín se abarrotaron desde primera hora de la mañana. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
El sol y las altas temperaturas fueron los protagonistas de un fin de semana caluroso, que dejó una estampa de lo más veraniega en las playas del litoral pontevedrés con llenos en la gran mayoría de ellas.

La tempereatura media más alta alcanzó el domingo los 29,7 grados en el interior, mientras que la brisa del litoral hizo descender los termómetros en estas zonas, con picos de alrededor de 27 grados en Sanxenxo o Marín. Fue, sin embargo, un espejismo matutino porque por la tarde la niebla y la brisa acabaron por estropear la jornada, adelantando el cambio de tiempo previsto para este lunes.

Bañista en una playa de Marín. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Son las consecuencias de la ola de calor que está azotando el país y está obligando estos días a sacar el abanico por las altas temperaturas. Las máximas del domingo se reflejaron en el centro de Pontevedra, donde el mercurio rozó los 30 grados, y aunque la sensación térmica era de 25, se hacía costoso caminar por la Boa Vila aún en las zonas más sombrías.

La diferencia la reflejaron los termómetros de las zonas costeras, donde la brisa del litoral hacía descender el mercurio y hacía la sensación térmica más agradable. Allí las playas rozaron el lleno y se alcanzaron las máximas previstas. Marín contó con su temperatura más alta a las 15 horas (27.2 grados) mientras que Poio tuvo su temperatura media más baja de las zonas costeras, sin llegar a los 25.

RETENCIONES. Fue la recompensa a aquellos que se armaron de paciencia para llegar a su destino. Las retenciones dominaron las carreteras especialmente en los puntos de acceso a Marín, donde las colas imposibilitaban el paso, y encontrar aparcamiento se convirtió en una misión complicada.

Largas colas de vehículos en el entorno de las playas de Marín. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Fue el peaje a pagar por una jornada de playa previa a la llegada del nuevo frente que moverá estos días los termómetros. Antes de eso, los bañistas aprovecharon para abarrotar las aguas, que en su mayoría estaban calmadas y con acceso libre.

Tuvo que ver también la gran presencia de socorristas que controlaban las playas. La nueva contratación que han realizado los concellos este año hace que desde el pasado día 1 de julio las zonas costeras estén doblemente vigiladas durante la temporada.

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NUBES Y LLUVIA. Ya por la tarde, el clima se preparó para el cambio que se dará a partir de este lunes. Las nubes y el viento obligaron a cerrar la jornada playera antes de lo previsto y se convirtió en la antesala de lo que se prevé para el inicio de esta semana.

Las temperaturas descenderán diez grados, lo que que obligará de nuevo a sacar la chaqueta en las horas puntas. Pero no por mucho tiempo, porque las previsiones indican la vuelta del sol a partir del miércoles.

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