El desplome de las temperaturas que ha traído consigo la borrasca Filomena ha disparado la venta de productos de calefacción y elevado la demanda de butano hasta el extremo de que las gasolineras despacharon la totalidad de las bombonas y que mañana sábado habrá un reparto excepcional para abastecer a los puntos de distribución situadas en las estaciones de servicio.
El frío polar de los últimos días y la previsión de que la situación se mantenga (o incluso agrave) aún más en las próximas jornadas ha hecho que las estufas y los calefactores hayan sido algunos de los regalos más frecuentes en estas Navidades. Además, este año hay que sumar otro factor, el de la pandemia, que incide aún más en esa permanencia en casa y en la necesidad de tener caliente el hogar. El toque de queda fijado por la Xunta de Galicia, que impide estar en la calle entre las once de la noche y las seis de la madrugada del día siguiente, unido al cierre forzoso de los establecimientos hosteleros desde las 6 de la tarde hacen que la estancia en los domicilios se amplíe de forma considerable.
Y es que Pontevedra se protege de la ola de frío polar que la ha convertido en un congelador, con termómetros que han marcado temperaturas que rondan los cero grados y que en algunas jornadas han caído hasta por debajo de ese valor térmico. Varios establecimientos de la ciudad especializados en la venta de electrodomésticos y aparatos para combatir el frío han visto aumentar la demanda de estufas y calefactores, una prueba irrefutable de que los pontevedreses se están pertrechando contra las gélidas temperaturas con las que ha comenzado 2021. Todas las firmas consultadas cuentan con un stock necesario que garantiza el abastecimiento de estos artículos incluso si se produjera un aumento puntual de la demanda.
TIEN 21 Urbe ha constatado un repunte en la venta de calefactores pequeños utilizados para calentar el baño y evitar un cambio térmico brusco en el momento de la ducha. "Es una forma rápida de elevar la temperatura durante unos minutos y luego apagarlo porque son aparatos de un elevado consumo de electricidad", señalan desde el establecimiento situado en la calle 12 de Novembro. "En caso de tener que calentar una estancia del domicilio, lo más solicitado es el radiador de aceite", añaden.
Este mismo establecimiento tiene a la venta un novedoso termocalentador que sustituye a la tradicional bolsa de agua caliente que se utiliza para calentar la cama. Con tres minutos enchufado a la corriente es suficiente para garantizar tres horas de calor.
José Argibay, gerente de Milar, establecimiento ubicado en Eduardo Pondal, señala que esta última semana ha habido "un repunte importante" en la venta de calefactores, porque es cuando el descenso térmico ha sido más acusado.
El perfil del comprador que acude a este establecimiento en busca de artículos de calefacción es, según Argibay, el de persona de más de 40 años de edad, mientras que los jóvenes que adquieren este tipo de productos los llevan para regalar a sus familiares, "sobre todo a los abuelos", aclara.
"Además de calefactores pequeños que elevan la temperatura de forma rápida, los artículos que han tenido más salida son las estufas de butano clásicas, sobre todo porque le permite a la gente saber a ciencia cierta lo que se va gastar", subraya el gerente de Milar. Además de los artículos de calefacción, este establecimiento comercial está dando salida a mantas térmicas, cubrecamas y calientapies, "productos que vendemos bastante bien en las temporadas de frío", subraya José Argibay.
BOMBONAS. El teléfono echaba humo este jueves en las oficinas Teyca Butano, S.L. (agencia y servicio oficial de envasado de Gas Repsol), situadas en l
a Praza de Barcelos. Han sido incontables el número de llamadas que se atendieron durante todo el día de personas que encargaban bombonas después de la jornada festiva del Día de Reyes, en la que no hubo reparto.
"Estamos totalmente desbordados", señalaba uno de los empleados en unos segundos de tregua que le concedió el teléfono. De hecho, Teyca Butano, S.L. efectuará mañana sábado un reparto extraordinario para abastecer a los puntos de reparto situados en las estaciones de servicio Repsol. "Apenas unos minutos después de haber surtido de butano a las gasolineras ya se habían despachado todas las bombonas".
"Nos resulta imposible aumentar el número de repartidores porque no hay conductores con ADR (permiso para el transporte de mercancías peligrosas) y que conozcan las zonas de reparto", explican desde la empresa suministradora de butano y gestor técnico del sistema gasista.
La demanda de gas natural en España este año, en un contexto de crisis provocada por la covid19, ha alcanzado 360 TWh, lo que supone un 3,1% más que la cifra registrada en 2018, según indican desde Enagás, el principal transportista de gas natural.
