La operación policial contra 'Os Ferrados' se salda con 11 detenidos

El juez envía a la cárcel a cuatro de ellos, decreta prisión con fianza para otro y deja a seis en libertad provisional sin fianza

El magistrado del Juzgado de Instrucción número 2 de Pontevedra decretó este viernes prisión provisional, comunicada y sin fianza de cuatro de los detenidos en la operación policial desarrollada esta semana contra un grupo criminal asentado en Poio (Pontevedra), conocido como "Os Ferrados", y supuestamente dedicado al tráfico de drogas y al blanqueo, un despliegue de Policía y Guardia Civil que ha saldado finalmente con once detenciones.

El juez decretó para otro de los arrestados prisión provisional, comunicada, pero con fianza. Todos ellos están investigados en el marco de una causa en la que se siguen delitos contra la salud pública, organización criminal y blanqueo de capitales. Los otros seis detenidos fueron puestos en libertad provisional sin fianza, con obligación de comparecer una vez al mes.

La investigación, bautizada como "Operación Rutenio-Butacar", se remonta al pasado año 2019, y está coordinada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Pontevedra y por el Fiscal Especial Delegado Antidroga. Las pesquisas permitieron comprobar que este grupo criminal tenía una estructura altamente jerarquizada y especializada, destacando la violencia ejercida por sus integrantes.

El grupo gestionaba distintos negocios "tapaderas" relacionados con la compraventa de vehículos a motor y desguaces, lo que facilitaba el blanqueo de capitales, fruto de los importantes beneficios económicos procedentes de esta actividad, además de disponer de un gran número de vehículos, alternando su uso para dificultar la labor policial.

CONTACTOS EN MARRUECOS

Según la Guardia Civil, los detenidos contaban con contactos en Marruecos, controlando el transporte de hachís desde su origen hasta Pontevedra, donde era recogida por los líderes de la organización afincados en Poio.

A ese respecto, disponían de vehículos dotados de doble fondo o "caletas", mecanismos de ocultación altamente sofisticados instalados en los chasis de los vehículos para simular y ocultar la droga transportada, disponiendo a su vez de vehículos "lanzaderas", que preceden al que transporta la droga.

En relación con este grupo, en los meses de junio y agosto pasado, ya fueron detenidas tres personas, sorprendidas "in fraganti" cuando transportaban droga de la organización, en este caso, hachís y marihuana. Dos de ellos se encuentran actualmente en prisión, y se les atribuye un amplio abanico delictivo, por pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas, lesiones, amenazas y encubrimiento.

DETENCIONES Y REGISTROS

En el operativo policial de esta semana, que se ha llevado a cabo de manera conjunta por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (EDOA) de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, el ECO Galicia (Equipo contra el crimen Organizado) de la Guardia Civil, y la UDYCO (Unidad de droga y crimen organizado de la Policía Nacional de Pontevedra), además de las detenciones, se han llevado a cabo varios registros simultáneos.

Fueron registrados 11 domicilios, dos gestorías y dos establecimientos de venta de piezas de coches, en Pontevedra, Poio, Mos, Ourense y Ponferrada. Asimismo, los agentes se han incautado de 27 kilos de hachís, 6 kilos de marihuana, diversas cantidades de heroína, cocaína, LSD y sustancias adulterantes, dos armas de fuego, varios vehículos y más de 50.000 euros en efectivo.

INCIDENTES EN EL JUZGADO

Los detenidos en esta intervención policial han pasado a disposición del juzgado a lo largo de la mañana de este viernes y, durante la conducción a la sede judicial pontevedresa se han producido varios incidentes.

Así, uno de los hijos del cabecilla del grupo familiar, se bajó los pantalones mostrando el trasero a los fotógrafos y cámaras de televisión que estaban cubriendo la noticia. Curiosamente, hace año y medio, en un juicio en la Audiencia Provincial de Pontevedra, también hizo un calvo.

Además de ese incidente, tras comparecer ante el juez, en el momento en el que abandonaba el edificio, este investigado se bajó la mascarilla y escupió a los periodistas.

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