Iberian Star es el nombre en clave empleado para bautizar el ejercicio multinacional organizado por la Brilat que se desarrolla desde este lunes y hasta el 10 de octubre en tres localizaciones distintas, con la base General Morillo de Pontevedra como centro de mando. Tres centenares de soldados del batallón Zamora (la unidad de la Brilat que lidera el adiestramiento) y del Séptimo Batallón de Fusiles del Reino Unido unen sus fuerzas, sus medios técnicos y su experiencia para interactuar sobre un escenario que, en los terrenos militares de Figueirido, imita a la perfección el que se pueden encontrar en los teatros de operaciones en los que se combine el combate en zonas urbanas y boscosas, especialidades ambas en las que destaca especialmente la Brigada Galicia VII como referencia del Ejército de Tierra.
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En busca de esos conocimientos y con el objetivo de mejorar la interoperatividad y la proyección en un escenario concreto se desplazó a Pontevedra la compañía de reservistas del Séptimo Batallón de Fusiles del Ejército Británico. El capitán Gómez de Salazar, responsable del batallón Zamora, detalló que los ingleses "han traído la Compañía Waterloo, basada en dos secciones de personal británico y una canadiense, con 28 integrantes. Aparte de ellos, han venido ocho miembros del Ejército de Estados Unidos, tenientes y capitanes, que vienen como observadores. En la compañía también hay dos australianos".
Tanto Gómez de Salazar como el teniente coronel Jamen Gayler, jefe de los británicos, explicaron que "son un elemento reservista y plantean el ejercicio como de proyección, para mejorar en materia logística".
Unos 300 soldados entre los que también había australianos se adiestrarán con la brigada pontevedresa hasta el 10 de ocubre
El batallón británico desplazó a sus propios vehículos, que llegaron a Pontevedra en barco por los puertos de Santander y Bilbao, mientras que los militares viajaron en vuelos comerciales que aterrizaron en el aeropuerto de Santiago.
El jefe de la dotación extranjera que viajó a España, James Gayler, se mostró satisfecho con la operatividad y la rapidez con la que se están ensamblando los soldados españoles y los anglosajones, superando la barrera idiomática. Gayler también aprovechó para alabar las virtudes de la Brilat al tiempo que ensalzó el paraje natural sobre el que se eleva la base pontevedresa. "Es fantástico", aseguró.
Pablo Ponce de León, comandante de la Brilat, apuntó que la brigada pontevedresa mantiene unas excelentes relaciones con el Ejército Británico, lo que desemboca en la realización de ejercicios bilaterales de forma habitual, como sucede estos días y como ya ocurrió dos años atrás con la visita de la Royal Anglian, uno de los regimientos de infantería más afamados del Viejo Contienente y que, como el batallón dirigido por Gayler, también buscó mejorar su capacidad operativa en Galicia.
La base 'General Morillo' estrenó este lunes la última ampliación de la nueva 'aldea afgana', un edificio de cuatro alturas y sótanos
EL EJERCICIO. El capitán Gómez de Salazar explicó que el Iberian Star se divide en cuatro fases. La primera, de proyección, que incluye el desplazamiento en barco y en avión y la llegada a Pontevedra, que se desarrolló en los últimos días. "La segunda consiste en el entrenamiento de combate en bosque y en zonas urbanas, que se desarrolla en dos estaciones, ambas en la base General Morillo". Esa es la parte que tuvo lugar el lunes. Los soldados se desplegaron en las instalaciones del Picozu (Punto de Instrucción de Combate en Zona Urbana), más conocido como la aldea afgana, que, además, estrenó un nuevo edificio de cuatro alturas y sótano que le convierte en una infraestructura sin competencia en España. Con un enemigo ficticio, la fuerza compuesta por españoles y anglosajones efectuó distintos ejercicios, que posteriormente se desplazarían a los bosques que rodean el entorno. Desde las alturas en la azotea del edificio principal de la aldea, de Salazar y Gayler observaban todos los movimientos.
"Mañana viajamos al campo de maniobras de Parga, en la provincia de Lugo, para realizar ejercicios en ambiente híbrido, tanto de guerra convencional como de zonas urbanizadas", detalló el capitán español.
Allí continuarán hasta el sábado, cuando se desplazarán a la base vallisoletana de Renedo, donde realizarán un ejercicio de grupo táctico en el que estarán involucradas la unidad inglesa y el Batallón Zamora al completo.
Uno de los escollos más complicados de superar es el idiomático. "Al final, en las operaciones internacionales lo que nos encontramos es personal de distintas nacionalidades. En las misiones que desarrollamos, el idioma común siempre es el inglés". Y los soldados deben ponerse al día.