Las otras cicatrices del cáncer de mama

Raquel Torres, intervenida de un tumor, promulga la autoexploración para facilitar el diagnóstico precoz y demanda más apoyo institucional para superar la enfermedad: "Hai mulleres que á hora de incorporarse ao traballo reciben unha patada e mulleres que dedicaron a súa vida á súa familia e non teñen dereito a ningunha axuda", sostiene
Raquel Torres, durante su intervención. GONZALO GARCÍA
photo_camera Raquel Torres, durante su intervención. GONZALO GARCÍA
"Se non fixera a autoexploración, hoxe non estaría aquí e lamentaría moito non telo feito. As rapazas deberían tomar isto a rajatabla. Unha vez ao mes, despois de menstruar. Son cinco minutos que perdemos todos os días en tonterías. Basta observar e tocar peitos e axilas".

Raquel Torres fue una de las más de 700 pontevedresas diagnosticadas este año de cáncer de mama y una de las que este martes alzó su voz para reclamar más autocuidado y más apoyo institucional para superar la enfermedad. Lo hizo coincidiendo con la celebración del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama y arropada por las voluntarias y personalidades que asistieron al acto organizado en la Praza de España por la delegación provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer.

Visiblemente emocionada, Raquel relató que fue a primeros de abril cuando detectó un bulto en una axila mientras se hacía una autoexploración rutinaria, un hábito que empezó desde joven y que solía llevar a cabo cada mes. Al principio negó que aquello pudiera ser un tumor y no se lo comunicó a nadie, pero finalmente accedió al circuito sanitario a través de su médica de cabecera y los resultados terminaron confirmando "o que pensaba", que aquello que habían palpado sus dedos era un tumor de mama.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Ingresó a mediados de junio para ser intervenida y luego batalleó cerca de un mes para recuperar la movilidad y recomponerse de las cicatrices, algunas visibles y otras no tanto. A pesar del apoyo de la familia y amigos, a Raquel le costaba "ordenar a cabeza", hasta que un día, sentada frente al espejo, reflexionó que si no equilibraba el alambre por el que caminaba "non podería mirar polo meu fillo nin polos meus".

Ese día decidió llamar a la AECC, de la que ya era socia, para reclamar una ayuda psicológica que no tardó en llegar y que le ayudó a desenmarañar los miedos que le agitaban. También descubrió que no estaba sola, sino que había casos similares "ata debaixo das pedras" y que, pese a ser una patología que se asocia a mujeres mayores, en realidad en la salas de diagnósticos y de tratamientos "hai rapazas e moitas non chegamos aos 50 anos".

"CASOS PEORES". Raquel se someterá el próximo miércoles a su último ciclo de quimioterapia y su pronóstico es bastante optimista. No obstante, cree que la lucha contra el cáncer de mama tiene todavía muchas asignaturas en las que se puede y se debe mejorar. Una de ellas es la de la autoexploración de las mamas, una acción sencilla que considera clave para conseguir un diagnóstico precoz. Y otra es la implicación de los gobiernos y las administraciones para paliar las secuelas laborales y económicas que deja tras de sí la enfermedad. "Hai moitos casos peores ao meu. Mulleres que á hora de incorporarse ao seu traballo sufren unha patada. E mulleres que dedicaron a súa vida á súa familia e que cando poden desfrutar dos netos ou viaxar reciben esa noticia, e resulta que non teñen dereito a ningunha axuda económica. Non é xusto -añadió durante su intervención-. Para ben ou para mal, esta enfermidade ten un fin, polo que se tivera algunha axuda, tamén tería un final".

FÓRMULAS DE APOYO. Raquel, vecina de Pontevedra, emplazó a las pacientes y sus familiares a pedir ayuda a la AECC, cuyos servicios son totalmente gratuitos, tanto para socios como para gente externa. Y no fue la única.

La presidenta de la delegación provincial, Carmen Abeledo, también subrayó que la asociación tiene las puertas abiertas para prestar apoyo a todas las personas diagnosticadas de cáncer y a sus familiares. Según precisó, la AECC atendió en 2020 a más de 23.000 mujeres en todo el territorio nacional con cáncer de mama, de la que más de 6.000 reclamaron apoyo social (orientación laboral, ayudas económicas, asesoramientos legal, préstamo de material ortoprotésico...) y más 10.000 solicitaron atención psicológica.

Este año la organización ha conmemorado el 19-O con la campaña Saca pecho, en la que advierte sobre la vulnerabilidad que genera la enfermedad. Sus estudios más recientes concluyen que el 70% de las afectadas pierde casi todos sus ingresos a raíz del diagnóstico y que el 36% se retira de su trabajo un mínimo de once meses. Además, estima que el cáncer genera un gasto mensual de entre 150 y 300 euros y, según indicó la trabajadora social Sara Fernández, cada vez se percibe más demanda de ayuda entre la población joven. Por ejemplo, para obtener pelucas, razón por la que la delegación provincial ha tenido que reforzar el banco de pelucas hasta superar las 200 unidades (cuyo préstamo es gratuito). El acto contó también con la participación de varias autoridades políticas, encabezadas por el alcalde, con una exhibición de baile de la Academia de Baile Plié y varias mesas pilotadas por voluntarias para informar y recaudar fondos.

El Chup detectó 30 casos entre las 5.245 mamografías de este año
El Sergas detectó entre enero y septiembre de este año un total de 30 casos de cáncer de mama entre las 5.245 mamografías realizadas en Pontevedra en el marco del Programa de Detección Precoz do Cancro de Mama.

Las participantes, equivalentes al 84% de la población diana, tienen entre 50 y 69 años de edad. La mayor parte superaron la prueba sin contratiempos, pero 201 fueron remitidas a una unidad de diagnóstico y tratamiento para completar los análisis, en los que se confirmaron los 30 casos mencionados.

En el distrito sanitario de O Salnés se realizaron más pruebas: 8.237, equivalentes al 85% de la población diana, pero se detectaron menos patologías malignas: un total de 20.

Fuentes oficiales de la Consellería de Sanidade, subrayaron este martes la relevancia de un diagnóstico precoz, ya que cuando el tumor se detecta en estado inicial las posibilidades de curación aumentan hasta el 90% e incluso sobrepasan el 95% cuando el diagnóstico se realiza antes de que el cáncer se haga invasivo.

En la provincia de Pontevedra la citación para participar en los programas de detección es personal y se hace con una periodicidad de dos años. La infraestructura asistencial integrada por las unidades de exploración del centro de salud de A Parda y el Hospital do Salnés, mientras que la lectura de las mamografías está centralizada en las unidades de evaluación radiológica del complejo hospitalario pontevedrés.

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